El Gobierno destinó más de $13 millones a contener el brote de hantavirus

La contención y la investigación del brote de hantavirus de Epuyén , que registra 34 personas afectadas y 11 muertes, demandó desde diciembre pasado insumos, equipamiento, pruebas de laboratorio y traslado de profesionales por más de 13 millones de pesos, según una primera estimación del costo de esta emergencia de salud pública que aún se mantiene en Chubut .

El detalle oficial al que accedió LA NACION incluye, también, el envío a Buenos Aires de más de 2000 muestras de pacientes y contactos estudiados, y ratones capturados para analizar en el laboratorio de referencia para hantavirus de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis) Dr. Carlos Malbrán.

La cepa Andes del virus hanta que circula en el sur del país es la única conocida en el mundo que se puede transmitir de persona a persona, además del contacto con las partículas virales que eliminan roedores silvestres en la orina, las heces o la saliva. Esa capacidad de transmisión interhumana del Andes Sur, con una mortalidad del 35,7%, puso en alerta al resto de las provincias, que reforzaron la vigilancia de los nuevos casos para descartar que algún viajero pudiera extender el brote de Epuyén y alrededores al resto del país.

"Evitamos una tragedia. Si no se hubieran tomado medidas rápidas y se hubiese impuesto el aislamiento respiratorio a los contactos de las personas que enfermaron, esto podría haber sido una tragedia", dijo Adolfo Rubinstein, secretario de Salud de la Nación.

La asistencia técnica y sanitaria incluye un subsidio de $1.388.050 que el Estado nacional le giró a Chubut para la instalación de un laboratorio en el Hospital Epuyén.

La lista continúa con un respirador multiparamétrico y un ventilador pulmonar de alta complejidad para la terapia intensiva del hospital de Esquel, donde se está instalando un equipo de PCR en tiempo real para el diagnóstico rápido de infecciones, según precisó Rubinstein. Además, se enviaron 5000 barbijos de alta eficiencia para retener partículas tan pequeñas como los virus de transmisión respiratoria.

Epidemiólogos, infectólogos, enfermeras especializadas en el control de infecciones, intensivistas y especialistas en zoonosis, contención biológica y salud mental son parte del equipo de 32 profesionales de la Anlis, la residencia en epidemiología de la Secretaría de Salud y los hospitales Argerich, Garrahan y El Cruce que viajaron para trabajar con los equipos de salud locales en el epicentro de un brote que atrae la atención internacional.

Hace tres semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los países "mantener los esfuerzos" para detectar y notificar los casos de hantavirus, y "prestar especial atención a los turistas que regresan de las áreas afectadas".

El laboratorio de referencia para hantavirus de la Anlis concentra los estudios de las muestras de los pacientes para la confirmación de los casos no solo de Epuyén y alrededores, sino también del resto de las provincias, donde circulan otras variantes endémicas del virus hanta.

"Se enviaron envases de bioseguridad triple para garantizar el adecuado envío de muestras para ser analizadas en la Anlis, barbijos certificados con respiradores para los profesionales de salud y con la protección adecuada para el aislamiento de los contactos, junto con envases con nitrógeno para el envío de las muestras de los roedores", detalla uno de los informes de respuesta.

Hasta anteayer, el laboratorio procesó y estudió 2635 muestras biológicas desde noviembre pasado, cuando empezó el brote. La mayoría (1927) se analizó el mes pasado. En lo que va de este mes, se analizaron 420 muestras. Se trasladan por vía terrestre en el sur y se envían a Buenos Aires desde Esquel, Trelew o Comodoro Rivadavia.

Seguridad biológica

En los laboratorios de los hospitales zonales de Trelew, Esquel y Bariloche, los responsables de la Unidad de Contención Biológica de la Anlis certificaron cinco cabinas de seguridad biológica para la manipulación segura de muestras contaminadas. Los equipos no cumplían con los parámetros recomendados.

LA NACION intentó reiteradamente comunicarse con las autoridades sanitarias provinciales, pero no obtuvo respuesta. El mes pasado, el gobernador Mariano Arcioni (PJ) reclamó ante los medios locales "un mayor compromiso de la Nación".

La investigación epidemiológica determinó que el 3 de noviembre pasado, un hombre asistió a un cumpleaños con síntomas similares a los de un resfrío. Había recolectado y almacenaba hongos silvestres, en los que el estudio ambiental posterior detectó contaminación con la misma cepa endémica que le causó la enfermedad. En la fiesta ocurrieron los primeros cinco contagios, personas que a la vez fueron transmitiendo el virus en el hogar, el trabajo, la escuela y hasta los hospitales donde los atendieron.

Mailén Valle perdió a su padre, que había asistido al cumpleaños, y dos hermanas. Relató hace unas semanas a FM Sol de Esquel cómo el sistema sanitario local respondió ante los primeros casos: "Pasábamos a visitar a mi papá sin barbijo, solamente nos hacían colocar alcohol en gel en las manos y estábamos con él; incluso lo besábamos como saludo por lo que es muy probable que mis hermanas, otro hermano que también se contagió y se recuperó, y mi abuela se contagiaran ahí".

Y continuó: "Al principio nos decían (en el hospital) que la enfermedad no se contagiaba de persona a persona y cuando mi papá fallece, cae mi hermana con fiebre y síntomas. La derivan a Esquel, luego necesita asistencia respiratoria y también muere".

El Ministerio de Salud de Chubut declaró el brote de hantavirus recién al mes, aun cuando la capacidad de transmisión interpersonal del Andes Sur se conoce desde el brote de 1996 en El Bolsón. También debieron recurrir a la Justicia para obligar a más de un centenar de vecinos de Epuyén y las localidades vecinas a cumplir con una cuarentena para evitar más contagios.

El último informe de la Sala de Situación local indica que la medida alcanzó a 131 residentes de Epuyén, El Maitén, Esquel, Lago Puelo, Trevelín, Cholila, El Hoyo y Río Pico y El Bolsón (Río Negro).

"A las personas que cumplieron los 30 días de aislamiento respiratorio y no tuvieron síntomas, se les está haciendo un seguimiento muy estricto porque los dos últimos casos confirmados, el fin de semana pasado, nos alertó que el período de incubación puede ser más prolongado", dijo Rubinstein.

Son 39 las personas que aún cumplen el período de aislamiento, que se amplió de un mes a 45 días con la confirmación de los dos últimos casos. Son una mujer y su hija de El Maitén que habían cumplido con la cuarentena para evitar los contagios. Un día después del alta, empezaron a tener síntomas. El viernes pasado se confirmó la sospecha.

Catorce personas que estuvieron en contacto con ellas iniciaron la cuarentena. "Como estos dos últimos casos se dieron en el límite de ese intervalo, con la Dirección de Epidemiología de Chubut se decidió prolongar ese período para contar con un margen de protección más efectiva", indicó Rubinstein. "Le pedimos a la gente de Chubut que no baje la guardia", concluyó.

La ayuda sanitaria en cifras

• $13.194.214 - Es lo que destinó la Secretaría de Salud de la Nación para la asistencia logística, técnica y profesional durante el brote de hantavirus de Chubut. No incluye las horas de trabajo profesional
• $1.388.050 - Es el monto del subsidio que el mes pasado se le giró a la provincia para la instalación de un laboratorio en el hospital de Epuyén
• $2.599.095 - En 5000 barbijos de alta eficiencia, un monitor multiparamétrico y un ventilador pulmonar de alta complejidad enviados a los hospitales de la comarca andina
• $9.207.069 - Para enviar insumos para la recolección y traslado a Buenos Aires de muestras, reactivos, secuenciación genética del virus, y movilidad de profesionales y funcionarios