Estafa mística: cobraba por vender el alma de sus clientes al diablo para que cumpliera sus deseos

El mundo de las estafas parece ser inagotable. En una ciudad de Rusia, los agentes policiales detuvieron a un supuesto psíquico que le pidió dinero a una joven para ayudarla a "vender su alma al diablo". Al parecer, luego de la prometida transacción con el demonio, la muchacha podría pedir tres deseos que le proveerían riqueza, conocimiento y salud por el resto de su existencia.

Pero nada de esto llegó a ocurrir. Poco más de un mes después, la chica había perdido más de mil dólares en total en todo el procedimiento y el psíquico terminó en prisión.

La particular estafa sucedió en la ciudad rusa de Vladivostok, cerca de la frontera con China y Corea del Norte. Allí, un joven de apenas 18 años, que se promocionaba como "un conductor entre el hombre y Satanás", le ofreció a una chica de 16 años la oportunidad de vender su alma al diablo.

Con la afirmación de que ella luego podría pedir tres deseos que cambiarían -para bien- su vida, el joven le pidió a la muchacha sucesivamente 6.000 rublos (US$82) para explicarle cómo sería el rito, 1.000 rublos (US$14) por el trabajo en sí y otros 5.000 rublos (US$70) por la ceremonia, que él realizaría sin la presencia de ella. Esto es lo que lo que informó en un comunicado el propio Ministerio del Interior regional de Rusia en su página oficial.

Más estafas a la misma joven

Además de todos esos costos, que la chica fue pagando sin oponer resistencia, el falso hechicero le dijo que las personas que quisieran acercarse al maligno debían despojarse de todas sus pertenencias de oro.

De modo que el estafador dijo a la muchacha que empeñara todo lo que tuviera de ese valioso elemento y le trasladara el dinero obtenido a su cuenta bancaria a fin de poder aportar algo más para el rito esotérico.

Transcurrido un mes del ritual, y mientras que la joven no se sentía más rica ni más saludable, ni más sabia, el hechicero volvió a pedirle algo más: su computadora portátil y su teléfono celular, a fin de borrar todas las conversaciones que ambos habían mantenido, con la excusa de que si alguien se enterara la podrían internar en una clínica psiquiátrica.

La joven entregó los elementos, el seudo psíquico los destruyó. Pero eso lo le alcanzó para escapar de la condena que le llegaría poco más tarde, cuando el padre de la menor, enterado del asunto, decidió intervenir y lo denunció

En la estación de policía el joven confesó su estafa. Ahora está imputado por "fraude cometido con daño a un ciudadano", una pena por la cual podría purgar unos cinco años de cárcel. Y se investiga, además, si no había realizado antes estafas similares.

En total, la joven había gastado o perdido, entre objetos y efectivo, unos 93.000 rublos, lo que serían unos US$1.300.

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