“Gracias a Dios, sin Covid”: la clínica bonaerense que no registra internaciones desde hace más de una semana

“Gracias a Dios, sin Covid”. Es el mensaje que Alejandra Esquivo, jefa de enfermeras de la Clínica Nuestra Señora de Fátima, en Pilar, escribió en el pizarrón en el que los médicos anotan la evolución de los pacientes con coronavirus. El 11 pasado, por primera vez desde que comenzó la pandemia, en la institución no hubo ninguna persona internada por el agravamiento de la infección. De hecho, la situación se mantiene hasta hoy, más de una semana después.

“Ese día recorrí todos los pisos, como cada mañana, y grité: ‘Hoy podemos decir que no tenemos casos en la clínica’. Es un agradecimiento a Dios, que nos acompañó, un homenaje a la lucha de todo el personal de salud y un recordatorio por aquellos infectados que lucharon y no pudieron combatir el virus”, señaló Esquivo a LA NACIÓN.

“Es un gran alivio para todos nosotros”, dijo el médico Eduardo Lafourcade, coordinador de Internación de Clínica Médica. Y agregó: “Desde que comenzó la pandemia, no tuvimos vacaciones, estuvimos sin ver a nuestros familiares y completamente aislados. Estábamos extenuados, permanentemente expuestos. Ahora podemos recobrar un poco las fuerzas y dedicarnos más a la atención rutinaria de los casos comunes”.

Evolución

La pandemia obligó a las autoridades de la Clínica Fátima, como muchas otras instituciones, a realizar varias modificaciones para poder atender la demanda. De hecho, debieron ampliar algunos sectores; destinar camas, que usualmente se usaban para internaciones comunes, a terapia intensiva; y fijar que todo el segundo piso, de internación general, sería reorientado a la atención exclusiva de pacientes con Covid-19.

“No tener ninguna internación es un paso gigantísimo para nosotros. Está es una lucha muy grande”, añadió Esquivo. La jefa de enfermeras contó que, al inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio, tuvieron que cerrar la clínica durante 15 días porque una persona del staff se había contagiado. “Fue algo totalmente desconocido. Tuvimos que estudiar los protocolos, observar los avances científicos, reestructurar toda la clínica para adecuarla… Incluso, hemos rechazado pacientes en lista de espera por falta de espacio”, agregó. Además, lamentó que “la mayoría de los últimos ingresos graves no sobrevivieron”.

En la clínica hay 60 camas, de las que 22 se destinan a internaciones de pacientes con coronavirus “Los meses de mayo, junio y julio de este año fueron los más intensos. La clínica estuvo colapsada, pero por fortuna hubo una disminución gradual por los pacientes que se iban recuperando”, afirmó Lafourcade.

“No alcanzábamos a dar de alta a pacientes y, a las dos o tres horas, estaba ocupada la cama de nuevo. Teníamos a familias enteras ingresadas. ¿Cómo le explicás a un hombre que falleció su mujer, o a una mamá que falleció su hija? Es muy duro”, describió Esquivo.

El médico destacó la importancia de la vacunación para combatir el virus: “La vacunación, tanto de dos dosis como de una sola, atenuó la aparición de casos que requieran internación. El virus no tiene dónde replicarse y no genera tanta gravedad en los casos. Poco a poco, irán desapareciendo”.

Actualmente, todo el personal de la clínica tiene el esquema completo de vacunación. A pesar de este logro, el personal no baja la guardia: “Aunque la expectativa que tenemos es que con el avance de la vacunación irán desapareciendo los casos, la variante delta puede instalarse en cualquier momento. Nos preparamos en caso de que llegara un nuevo pico. Estamos muy orgullosos de nuestro equipo”, concluyeron.