
Hallaron en el Sur otro dinosaurio de 80 millones de años
Entusiasmo: el ejemplar está casi completo y todo indica que es un Carnotaurus, del que ya se encontró un fósil en Chubut.
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PLAZA HUINCUL, Neuquén.- El Carnotaurus, un dinosaurio que vivió en el período Cretácico, parecía dormir desde hace 80 millones de años en el cerro Auca Mahuida, a la espera de que alguien lo encontrara.
Y un equipo de investigadores, encabezado por los paleontólogos Rodolfo Coria y Luis Chiappe, dio con el 90 por ciento de sus restos.
El primer ejemplar fosilizado de Carnotaurus en el mundo fue encontrado hace 15 años en Chubut por el paleontólogo José Bonaparte.
Luego aparecieron restos en la India y en Madagascar, pero en ambos casos el animal se encontraba incompleto.
Coria se asombró cuando al descubrir pieza por pieza, prácticamente pudo reconstruir el 90 por ciento del esqueleto del dinosaurio. "No es común que esto suceda. A mi jamás me había tocado vivir algo así", confesó el paleontólogo.
La cola del Carnotaurus se encontraba sobre la superficie y el resto del esqueleto a 50 centímetros de la tierra. "Parecía que estaba durmiendo", dijo el paleontólogo.
Presentación
El Carnotaurus fue presentado ayer en sociedad en el museo Carmen Funes, de esta ciudad.
Coria no quiso confirmar con total certeza que se trataba de esa especie, pero no ocultaba su entusiasmo.
"Tiene mucho de parecido al Carnotaurus", dijo, mientras mostraba piezas del ejemplar, que fue cazador activo, media entre siete y ocho metros de largo, pesaba cinco toneladas y se alimentaba con carne.
El hallazgo se produjo en la segunda campaña que realiza el Museo junto con el de Los Angeles, Estados Unidos, en la zona del cerro Auca Mahuida, un sitio ubicado entre las localidades de Añelo y Rincón de los Sauces.
Se sabe que el cerro esconde numerosos secretos como para dejarlo dormir tranquilo.
Alli también los mismos paleontólogos hallaron en 1997 cientos de huevos de Titanosaurus que aún conservan la piel fosilizada. Es, asimismo, el yacimiento de huevos más grande del continente y probablemente del mundo.
Primero eran más de 100 los huevos descubiertos. Ahora suman 300, y las piezas sueltas son tantas que hasta se podría reconstruir el embrión completo de un Titanosaurus.
Comienza la búsqueda
A principios de marzo, el equipo de investigadores integrado por argentinos y norteamericanos fue a buscar al Auca Mahuida más restos de huevos de Titanosaurus. Además de cumplir el objetivo se cruzaron con el Carnosaurus casi completo.
Los huevos de Titanosaurus, un animal de la familia de los Saurópodos, tienen una antigüedad de entre 70 y 90 millones de años. Los Titanosaurus tenían cola larga, cabeza pequeña y unos dientes que medían 10 centímetros de largo y el diámetro de una birome.
Coria explicó que se llevan "mapeados" (registrados) 300 huevos y que esa cantidad representa el mayor trabajo de campo en el mundo de la paleontología.
La superficie investigada abarca un radio de 17 kilómetros, pero los huevos se concentran en apenas una porción de 10 por 10 metros.
Algunos de los huevos hallados están en exposición en el museo Carmen Funes y otros en el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, donde el año último se hizo el anuncio del descubrimiento de este reservorio paleontológico.
La misión científica, integrada por unas 20 personas, es financiada por la revista National Geographic, con la colaboración de empresas privadas.
Esta provincia tiene un rico patrimonio paleontológico. En Chocón se halló el carnívoro más grande del mundo, el Gigantosaurus, y en Plaza Huincul se encuentra en exposición el herbívoro de mayor tamaño, el Argentinosaurus.
Las riquezas del cerro Auca Mahuida, donde ahora están puestas las miradas de los especialistas, están protegidas por un decreto que el gobierno provincial dictó cuando aparecieron los primeros huevos fosilizados de los dinosaurios.
El Auca Mahuida tiene 2253 metros de altura y la meseta que lo bordea corresponde a una formación del período Cretácico. Y el cerro del que todos hablan es un volcán muerto que se transformó durante el período Terciario.
En esa zona donde ahora aparecen huevos fosilizados y restos de dinosaurios, vivieron los indígenas que dejaron sus huellas marcadas.
En un valle escondido, a orillas del cerro, existen paredes de piedra con manos de colores que fueron impresas por los primitivos habitantes. El misterio sigue.





