
Juicio a policías por la muerte de Demonty en el Riachuelo
El hecho sucedió hace dos años y el adolescente murió ahogado; la defensa de la familia de la víctima pedirá reclusión perpetua para los acusados
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El Tribunal Oral en lo Criminal número ocho inició esta mañana el juicio a nueve oficiales y suboficiales de la Policía Federal acusados del homicidio del joven Ezequiel Demonty, quien murió ahogado en el Riachuelo al ser obligado a arrojarse a las aguas tras ser detenido en el barrio porteño de Pompeya.
Uno de los ex policías imputados por la muerte del joven reconoció parcialmente los hechos que ocurrieron en la madrugada del 15 de setiembre de 2002, cuando tres jóvenes fueron obligados por policías a arrojarse al Riachuelo y uno de ellos murió ahogado.
El sargento Luis Emiliano Funes -el único de los imputados que hasta ahora aceptó someterse a la declaración indagatoria- recordó que aquella madrugada, durante un operativo de rutina, los tres jóvenes fueron detenidos y subidos a tres patrulleros.
Funes supuso que los trasladarían a la Comisaría 34, pero cuando observó que se dirigían a otro lugar intentó impedirlo mas no pudo porque su superior jerárquico, Gastón Somohano, dispuso continuar con la acción.
Así, los tres jóvenes fueron llevados a la vera del Riachuelo y obligados a arrojarse a las aguas; Demonty no sabía nadar y murió ahogado.
Funes dijo haber permanecido alejado de esa escena, junto a un patrullero, por lo que no vio el momento en el que los jóvenes fueron empujados al agua, pero no obstante recordó "haber escuchado gritos".
Otros dos policías imputados, Luis Gutiérrez y Jorge Solís, rechazaron responder las preguntas del tribunal, integrado por los jueces Hugo Rocha Degreef, Rodolfo Madariaga y Alfredo Sañudo, que hoy inauguró el debate oral.
Previo al inicio del juicio, un grupo de mujeres denominadas "madres de la fe" realizaron esta mañana una oración ecuménica en las escalinatas del Palacio de Tribunales en reclamo de "justicia".
Representantes de los credos católico, musulmán, judío y cristiano evangélico -que profesa la madre de Demonty, Dolores Sigamba- invocaron a Dios para que "ilumine a los jueces, imparta Justicia y lleve al arrepentimiento" a los nueve ex policías sometidos a juicio.
La oración ecuménica fue convocada por la madre de la víctima y asistieron padres de otros jóvenes asesinados en episodios en los que intervinieron policías.
Ezequiel Demonty estaba junto a unos amigos en la madrugada del 15 de setiembre de 2002 cuando presuntamente intentó contratar un servicio de remis.
En esas circunstancias, y supuestamente alertados por los ruidos que provocaban los jóvenes, tres patrulleros llegaron al lugar, los golpearon y los trasladaron -uno en cada móvil- hacia el Riachuelo, donde fueron obligados a arrojarse a las aguas mediante golpes y amenazas.
Dos de los jóvenes cruzaron en curso fluvial, pero Demonty, quien no sabía nadar, murió ahogado y su cadaver apareció varios días más tarde, con signos de "lesiones producidas por un objeto romo" (redondeado) en el rostro".
Los nueve policías imputados por "privación ilegitima de la libertad, seguida de muerte" son Los acusados son Gastón Javier Somohano (hijo de un ex jefe de la policía bonaerense), Sandro Esteban Granado, Jorge Gastón Solís, Luis Antonio Gutierrez, Maximiliano Gastón Pata, José Luis Martínez, Luis Emiliano Funes, Gabriel Alejandro Barrionuevo y Alfredo Ricardo Fornasari.
"Esperamos que la justicia sea justa, para ricos y pobres, blancos y negros, no por una condición social determinada.
Los pobres merecen justicia, como los ricos, los de clase media, todos", dijo Dolores Sigamba en declaraciones previas al inicio del debate oral.
"A mi hijo le hicieron lo que le hicieron por portación de rostro, porque vivía en un barrio carenciado. La policía no es la justicia; ellos deben cuidar la vida de las personas y lo que menos hicieron con mi hijo fue eso", remató.
Fuente: DyN





