La historia del emprendedor que deslumbró a Obama

La vocación del joven Gino Tubaro asomó desde muy temprano: ‘’Empecé muy de pibe desarmándole las cosas a mi vieja. Iba por toda la casa con un destornillador y rompía las cosas para inventar artefactos’’, explica. Nacido en Pompeya, Tubaro solía ir a talleres de inventiva los fines de semana, adonde comenzó a fascinarse con la idea de la tecnología aplicada a lo biológico. En seguida, descubrió el enorme potencial de las impresoras 3D. Pero el punto de inflexión fue el llamado de la mamá de un niño llamado Felipe Miranda pidiendo una prótesis para su hijo.

La prótesis fue un éxito y llevó a la creación de Atomic Lab, el laboratorio que hoy lidera el joven inventor y por cuyo revolucionario trabajo ya recibió la congratulación de Barack Obama. Hoy en día, les llueven encargos de todo el mundo. Ya llevan fabricados más de 700 manos y brazos, que se entregaron de manera gratuita a sus recipientes. Tubaro explica: ‘’Hoy en día, una prótesis cualquiera sale más de $480.000. En cambio, lo que nosotros hacemos sale aproximadamente $300. Esa diferencia de plata hace que una familia pueda comerse un plato de fideos a la noche’’.

En Perdidos en Buenos Aires, el programa de Iván de Pineda por LN+, el conductor se zambulló en el universo de los emprendedores de la ciudad. Como parte de ese recorrido, se acercó a Atomic Lab para conversar con Tubaro. Allí, el joven inventor le confesó sus próximos desafíos: el primer paso es lograr que las prótesis sean consideradas un ‘’producto médico’’, para lo que sólo le faltan un par de firmas. Y agregó: ‘’Queremos hacer músculos sintéticos que ayuden a las personas a tener movimientos en la mano. Y también nos encantaría enseñar a las personas a usar la impresora 3D, que es un trabajo del futuro’’.

Perdidos en Buenos Aires se emite todos los viernes a las 23 por LN+.

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