La historia detrás de los populares cuadernos Gloria
"En una hoja de papel aprendimos a dibujar y a escribir. Escribimos cartas de amor y de amistad, fórmulas matemáticas, narraciones extraordinarias, apuntes de la facultad". Así comienza la presentación de sus cuadernos y productos de papel la página oficial de Ledesma, la empresa que fabrica desde 1993 los cuadernos Gloria.
Pero no es precisamente por una carta de amor que desde la mañana de ayer la tradicional marca de cuadernos está en boca de todo un país. Su repentina popularidad más bien corresponde a una narración extraordinaria: la del chofer de un funcionario público que con sus inscripciones en las páginas de varios cuadernos, muchos de los cuales eran Gloria, describió una trama de corrupción que conmueve a la Argentina.
Claro que estos cuadernos, que son parte de la infancia de la mayoría de los argentinos, tienen una historia y un presente que van más allá de los actuales acontecimientos no tan felices por los que saltaron a las primeras planas.
"En cada momento de tu vida… siempre presentes", es el eslogan actual de los Gloria y reflejan parte de su historia, ya que el primer modelo de estos cuadernos es de 1961, aunque la marca recién se registró en 1985. La empresa Ledesma, en tanto, los fabrica desde 1993.
Cada una de las portadas de estos cuadernos a través de los años se ha convertido en un clásico de la escolaridad de los niños y jóvenes argentinos.
El origen de su nombre y la fabricación de los Gloria
Su nombre se debe a una integrante de la familia Berger, fundadora de la compañía donde originariamente se hicieron los cuadernos de la marca. Se supone que Gloria era la hija o la esposa del fundador, según explicaron fuentes de la compañía Ledesma.
Actualmente los cuadernos se fabrican en San Luis, en la localidad de Villa Mercedes. Su materia prima está hecha a partir de la caña de azúcar que la compañía Ledesma cosecha en sus cañaverales jujeños. Antes de partir hacia Villa Mercedes, el papel para los futuros cuadernos y repuestos se produce en Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy.
A diferencia de lo que ocurre con el papel en gran parte del mundo, que es producido por fibra de madera, en la Argentina casi el 50% de los papeles para impresión y escritura se fabrican a partir de la caña de azúcar, una materia prima renovable.
Según información brindada por la compañía, Ledesma vende unos 4.800.000 cuadernos cada año, en sus cuatro modelos: el clásico de tapa blanda -es el que más se vende y el más usado por los escolares -, los de tapa dura, los blocks de dibujo y los cuadernos espiralados. La cifra da una idea de la presencia de estos tradicionales cuadernos en la vida de los argentinos.
Para dimensionar la importancia de la marca en la idiosincrasia criolla, desde Ledesma señalan: "Es el cuaderno del almacenero o del encargado del edificio, y también el de la lista de compras o el que usan en la ferretería. Y, además, por su presencia de larga data en las escuelas es el símbolo por excelencia de la educación argentina".
En 2013 se lanzó una colección limitada de los viejos modelos de Gloria, el de la bandera argentina con fondo naranja y la tipografía en imprenta, seguramente el más recordado de la infancia de muchos argentinos que hoy son adultos.
Gloria es, sin dudas, una marca clásica de la historia argentina. Pero, por supuesto, no se hace responsable de lo que pueda escribirse en sus páginas.
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