Medio ambiente: dos acuerdos mundiales marcan un hito para proteger los océanos y podría beneficiar en la Argentina
El país adopta medidas que regulan la pesca y fomentan áreas marinas protegidas en aguas internacionales
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Dos acuerdos internacionales avanzaron de manera sustancial para proteger el mar en aguas internacionales. Según expertos consultados, esto podría significar un beneficio económico y ambiental para la Argentina, en especial para el sector pesquero.
De manera paralela, el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Tratado de Altamar (BBNJ por sus siglas en inglés), conocido como el “Acuerdo de París” de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, dieron un paso decisivo hacia su implementación. El primero entró en vigor el 15 pasado y el segundo recibió el viernes la ratificación de 60 países, suficientes para que comience a regir el 17 de enero próximo.
La Argentina adoptó ambos acuerdos y ratificó el de la OMC. “Si bien firmaron el BBNJ, todavía no lo ratificaron. Sabemos que está en Cancillería y que debería enviarse al Congreso para participar de las discusiones”, explicó Milko Schvartzman, representante del Programa de Océanos del Círculo de Políticas Ambientales. Este tratado fue firmado en 2023 por la entonces canciller Diana Mondino, como una de sus últimas medidas en funciones. LA NACION intentó consultar a representantes de la Cancillería argentina sobre el estado del documento, pero no obtuvo respuesta.
Ambos acuerdos, desde distintos enfoques, buscan proteger el mar, en especial las aguas internacionales, que representan el 66% de los océanos y carecen de control efectivo. En estas zonas no existe forma de frenar la sobrepesca ni las actividades ilegales. Pero ¿por qué regulaciones de este tipo pueden beneficiar a la Argentina?
Para Schvartzman, la regulación de las aguas internacionales puede generar ventajas competitivas y, al mismo tiempo, fortalecer los ecosistemas, lo que repercutiría en una pesca más sustentable. “Podría tener un impacto sobre la milla 201”, señaló.
La Zona Económica Exclusiva de la Argentina se extiende 200 millas náuticas; apenas más allá, operan más de 500 barcos con banderas de distintos países, principalmente China, Taiwán, Corea del Sur y España. Aunque hay una línea jurisdiccional, peces y calamares la atraviesan libremente. Allí la pesca no es ilegal, pero tampoco está regulada ni declarada, lo que impide saber si se cumplen normas para evitar la depredación. “Muchos realizan pesca de arrastre hasta el lecho marino, destruyendo la vida en el fondo. A esto se suma que se ha detectado trabajo esclavo en varias de esas embarcaciones”, agregó Schvartzman.
El naturalista británico David Attenborough mostró en su documental Océanos, las redes gigantes utilizadas por la pesca industrial. Según la organización Oceana, el 8% de lo capturado en ellas se descarta por carecer de valor comercial. Un artículo de la National Oceanic and Atmospheric Administration y la Universidad de Queensland determinó que la Argentina está entre los países que más practican la pesca de arrastre, junto con Japón, Rusia y Chile. Por ello, sus poblaciones de peces siguen por debajo de niveles sostenibles. Según la organización Sin Azul no hay Verde, esta práctica es incluso más intensa dentro de las aguas jurisdiccionales de los estados costeros.
¿Qué establecen los tratados?
El Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca, adoptado en 2022, entró en vigor el 15 pasado. Durante décadas, los países miembros de la OMC debatieron cómo frenar la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada. Como controlar los buques en alta mar resulta complejo, optaron por medidas económicas.
“A partir de ahora, todos los países firmantes deberán presentar informes detallados sobre los subsidios que otorgan a la industria”, advirtió Schvartzman. Según un estudio publicado en Science en 2018, sin subsidios el 54% de los caladeros de alta mar dejarían de ser rentables. Schvartzman aclaró que varios países ya enviaron la documentación requerida. El Consejo Federal Pesquero argentino, consultado, señaló que el país no subsidia a la industria.
La Argentina fue un impulsor histórico de este acuerdo, “sin importar el signo político de los gobiernos”, resaltó Schvartzman. “Hoy las empresas pesqueras que cumplen con la normativa deben competir con flotas subsidiadas de España, China y otros países, que además en muchos casos recurren a mano de obra esclava”, añadió.
A diferencia del acuerdo de la OMC, el Tratado de Altamar no regula directamente la pesca. Su objetivo central es crear áreas marinas protegidas en aguas internacionales, fundamentales para la restauración de ecosistemas y la conservación de la biodiversidad. Un informe reciente de la FAO indicó que el 35.5% de las poblaciones pesqueras están sobreexplotadas y que métodos como el arrastre resultan especialmente dañinos.
Estas áreas permiten proteger la diversidad biológica, restaurar hábitats y aumentar la resiliencia frente al cambio climático. No obstante, también ayudan a la repoblación de la fauna marina. Son cada vez más los artículos científicos que abonan a la teoría del desborde. Hay cada vez más evidencia de que las áreas marinas protegidas promueven una restauración particularmente veloz de peces y crustáceos. Muchos migran de zonas no protegidas y desovan allí. Esto, según expertos, podría ser clave para repoblar sitios devastados por la pesca no reglamentada.
El tratado se sustenta en cuatro pilares: la creación de áreas marinas protegidas en aguas internacionales, las evaluaciones de impacto ambiental, la distribución justa de los beneficios de los recursos genéticos marinos y la transferencia de capacidades, tecnología y recursos económicos.
“Tras más de 15 años de negociaciones en la ONU, la Argentina tuvo un rol protagónico, en lo que puede considerarse una política de Estado sostenida por distintos gobiernos”, afirmó Schvartzman. “El país no puede quedar al margen de las decisiones sobre el futuro del océano. Solo falta que el Ejecutivo envíe al Congreso el proyecto de ratificación del Tratado de Altamar”, concluyó.
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