¿Qué es la sensación térmica y cómo se mide?

La temperatura no lo es todo. Cuando lo que siente el cuerpo no se condice con lo que marca el termómetro, es hora de chequear la sensación térmica. Para explicarla de manera sencilla, es la reacción del cuerpo a una serie de condicionantes del ambiente. El viento o la humedad son los factores determinantes para aumentar la percepción de calor o de frío.

"Existen varias fórmulas matemáticas complejas, pero básicamente, hay dos tablas que te indican cuál es la sensación térmica, una es para el verano, otra para el invierno. Para el invierno se tiene en cuenta la velocidad del viento que hace que el aire frió nos baje la temperatura. Para el verano, se tiene en cuenta la humedad relativa. No tengo una fecha clara de cuándo se empezó a calcular esto pero es algo muy antiguo", explica Natalia Tonti, meteoróloga, miembro del Centro Argentino de Meteorólogos (CAM).

Cuando hay mucha humedad en el ambiente, al cuerpo le cuesta lograr la regulación térmica por la imposibilidad de que se evapore la transpiración . "En estos días de más de 30 grados, el cuerpo a través de procesos fisiológicos busca bajar la temperatura. Pero si en el aire hay mucha humedad relativa, el agua de la transpiración queda en la piel y no permite que el cuerpo regule. Es necesario que se evapore para bajar la temperatura", agrega Tonti.

Hay dos tablas que te indican cómo es la sensación térmica. Para el invierno se tiene en cuenta la velocidad del viento. Para el verano se tiene en cuenta la humedad relativa.

Por ejemplo, con una temperatura de 3 grados, con viento en calma, es probable que no le baje demasiado la temperatura al cuerpo. Sin embargo si sopla el viento, esto va a cambiar. Lo mismo sucede con la humedad. En climas cálidos pero secos, el calor se sufre menos. De todos modos, la sensación térmica varía según el cuerpo de cada uno.