Recorrieron 5500 km en un Ford T

USHUAIA.- Tres hombres cumplieron la hazaña de unir La Quiaca con Ushuaia a bordo de un Ford T construido en 1925, en el que recorrieron 5500 kilómetros en 16 días, a una velocidad promedio de 45 km por hora.

El inédito récord corresponde a los cordobeses Alfredo Civalero y Daniel Bollo, y al entrerriano, radicado en Buenos Aires, Domingo Koiman, los tres integrantes del único Club del Ford T del país, que funciona desde hace cuatro años en la ciudad de Córdoba.

Sin embargo, el protagonista verdadero de la aventura fue el auto de colección que Bollo compró en San Carlos Centro, Santa Fe, en 1987, al hijo del primer propietario, que lo había adquirido cero kilómetro.

"Lo terminé de restaurar en 1991, pero ahora tengo que empezar de nuevo", contó el dueño a La Nación , con más satisfacción que angustia. Bollo tiene 49 años, una barba tupida y larga, es contador público y dirige el Centro de Cómputos de la Universidad Nacional de Córdoba.

Los intrépidos conductores finalizaron la travesía el jueves último en la plaza cívica de Ushuaia, cuando estacionaron el vehículo junto al cartel que señala los 5171 km que separan la ciudad más austral del mundo de la más septentrional del país. El momento lo ameritaba: descorcharon una botella de champagne.

Anécdotas por doquier

"El coche terminó en óptimo estado, sólo sufrió algunas pinchaduras, se le aflojó un rayo de madera de la rueda trasera y otros inconvenientes menores, que fuimos solucionando", diagnosticó, Koiman, de 39 años, que se dedica a restaurar automóviles antiguos y mantiene una colección privada de 50 vehículos.

Los tres hombres no viajaron nunca juntos a bordo de la reliquia, de color negro: mientras uno manejaba, dos iban en una camioneta de apoyo que lo siguió durante la travesía.

Los amantes del Ford T cruzaron el país desde el Norte hasta el Sur, en tramos de 350 kilómetros diarios en promedio, gastando un litro de nafta común por cada 10 kilómetros y 16 litros de aceite en total al completar el viaje.

Apunados

Del derrotero, el arquitecto Civalero, de 47 años y vicepresidente del club, recordó: "Entre La Quiaca y San Salvador de Jujuy (291 kilómetros), nos apunamos los cuatro, incluido el auto; entre la altura, el viento en contra y la pendiente, avanzábamos a 10 kilómetros por hora. Para mí, ése fue el tramo más duro", afirmó.

La Patagonia no fue mucho más fácil. Allí sometieron el vehículo al ripio, el viento y el frío, pero se sintieron recompensados. "La gente nos esperaba a la vera de la ruta para alentarnos; fue muy emocionante", revivió Koiman.

Sin embargo, una de las anécdotas preferidas del equipo ocurrió cerca de la localidad santacruceña de Piedrabuena. "Un muchacho de Río Grande nos hizo señas en la ruta 3 y paramos. Nos contó que había estado de vacaciones en Córdoba, en una casa alquilada al presidente de la Asociación Cordobesa de Autos Antiguos (ACAA), que le dijo: "Seguro que a la vuelta te cruzás con un Ford T". Y, acto seguido, sacó una botella de champagne con una tarjeta de la ACAA. Fue un estímulo, ¡estábamos en medio de la nada!"

El grupo vivió los momentos de mayor tensión al principio y al final del viaje. "Apenas salimos, el 27 de diciembre, de La Quiaca, manejábamos más concentrados que (Michael) Schumacher por miedo de que se rompiera algo y nos dejara con la aventura atragantada; lo mismo pasó cerca de Ushuaia, cuando faltaba tan poco...", contó Koiman.

La Ford construyó este modelo entre el 1º de octubre de 1908 y fines de 1927. En ese plazo, produjo quince millones de autos, de los que quedan "unos cien mil en el mundo, y tenemos registrados unos doscientos en la Argentina", precisó Bollo.

Un auto fuera de serie

Considerado por los expertos como el auto del siglo, el Ford T abunda en las pampas gauchescas porque la Argentina fue el segundo país, luego de Canadá, en importar el modelo, muy difundido en la zona agrícola.

La prueba está en que Bollo consiguió las cubiertas para "el caminante", como bautizaron a su Ford, en Marcos Juárez, Córdoba.

Los tres expedicionarios tienen un Ford T en el garaje, al que atienden mucho más que al vehículo de calle. "Al Ford T lo arreglo yo, pero al otro lo mando al mecánico", confiesa Bollo. Y sus compañeros admiten hacer lo mismo.

El Ford T cumplirá 100 años en 2008 y el trío que acaba de marcar un récord para "enaltecer al modelo", ya planea una próxima aventura.

"Me gustaría volver con mi auto", anticipó Civalero y dejó la idea picando.

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