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Repsol les prometió empleos y volvió la paz
Descomprimen la crisis en Las Heras
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COMODORO RIVADAVIA.- Un persistente olor a cubiertas quemadas todavía ronda los alrededores del edificio de Repsol YPF en Las Heras. Pero los trabajadores del pueblo, con un piquete que amenazaba con quebrar la tranquilidad del norte de Santa Cruz, ayer levantaron la protesta.
Para aplacar los enardecidos ánimos fue necesaria una promesa: la petrolera se comprometió a generar 110 puestos de trabajo -60 en los pozos de la zona y los restantes para ejecutar obras públicas municipales-, además de garantizar que contratará nueva mano de obra a partir de enero.
Para sofocar el conflicto que amenazaba con expandirse a otros pueblos petroleros santacruceños, Repsol se comprometió a repartir durante los próximos 6 meses 170.000 pesos entre las localidades de Las Heras, Pico Truncado y Caleta Olivia. Los fondos tendrán como objetivo excluyente generar empleo desde cada municipio.
El acuerdo alcanzó para que los piqueteros volvieran a sus casas, pero dejó un herida abierta en el pueblo que el viernes unió a gremios, políticos, docentes y comerciantes bajo una misma bandera de reclamos.
"Ahora desde el gobierno de la provincia me están culpando de esta situación de tensión. Pero nosotros no hicimos más que acompañar la movilización que naturalmente fue sumando sectores en nuestra localidad", enfatizó el intendente de Las Heras, José Luis Martinelli (Alianza).
El viernes a la tarde, el conflicto había empezado a gestar nuevos focos en Pico Truncado y Caleta Olivia. Junto a Las Heras, ambas localidades integran un polo petrolero jaqueado hace tres años por la caída en el precio de barril de crudo.
Repsol YPF bajó con una propuesta para los tres municipios. Se comprometió a transferirles fondos para permitirles la generación de nuevos puestos de trabajo, eje principal del reclamo de los piqueteros.
Esta iniciativa bajó los decibeles de una jornada de tensión que mostraba a un pueblo paralizado y tres pabellones de Repsol YPF incendiados en el marco de los reclamos. El viernes, el ministro de Gobierno de la provincia, Julio de Vido, sufrió el embate de los manifestantes. El funcionario se reunió primero con el intendente Martinelli y los concejales justicialistas Melania Haro y Luis Demarchi, y los aliancistas Emilio López, Ariel Ramírez y Rosa Troncoso. Luego decidió enfrentar a los trabajadores que permanecían en el piquete alrededor de las instalaciones de la petrolera.
"Nuestra idea es mantenernos absolutamente inflexibles con la empresa Repsol YPF, responsable de esta situación, para que todos ustedes sean incorporados en el menor plazo posible a las tareas vinculadas con la actividad petrolera", disparó De Vido ante los manifestantes.
Pero los discursos no alcanzaron para calmar a los manifestantes, que exigieron la mediación provincial para posibilitar una reunión con los máximos representantes de Repsol. Ante las dudas del De Vido para concretar el encuentro, los insultos y golpes de puño contra el ministro se instalaron en la escena.
Una propuesta salvadora
Con este panorama, "desde la petrolera apareció la propuesta de girarnos fondos para crear puestos de trabajo. La empresa mantendrá durante 6 meses un sueldo de 500 pesos más salario familiar y obra social para 50 trabajadores, que desarrollarán funciones en el municipio. Además, tomará a 60 operarios para realizar trabajos en los pozos. Este es un paliativo a la crisis y los manifestantes optaron por levantar la protesta".
El piquete arrancó, además, otro compromiso a Repsol. Según relató Martinelli, a fines de septiembre se abrirán los pliegos de la licitación para la perforación de 600 nuevos pozos petroleros. "Nos dijeron que para ejecutar los trabajos tomarán a operarios de nuestra localidad", dijo el intendente.
Martinelli, sin embargo, dejó una puerta abierta al conflicto: "Esta lucha no terminó. Veremos cómo se van desarrollando los hechos y el cumplimiento de estas promesas".A esta altura más una expresión de advertencia que un reflejo de la frágil paz social alcanzada tras las negociaciones.
Por Por Ana Tronfi <br/> Corresponsal en Comodoro Rivadavia
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