
Un joven murió por un tiroteo, tras un choque
Se balearon un remisero y un ex policía
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Un remisero de 18 años asesinó ayer a un automovilista, sobrino de un suboficial retirado de la Policía Federal, luego de producirse una cinematográfica persecución por las calles de la localidad de Villa Centenario, en el partido de Lomas de Zamora, a raíz de un accidente de tránsito menor que originó la violenta discusión.
El hecho, que ocurrió a las 6.30, causó conmoción entre los vecinos del barrio y un caos en el tránsito, producto de las peligrosas maniobras ejecutadas por los dos conductores en las calles de esa zona del sur del Gran Buenos Aires.
Tras el suceso, efectivos de la comisaría 7a. de Lomas de Zamora detuvieron al chofer del vehículo de alquiler, Gerónimo Ramón Cárdenas, a su padre, Aníbal Correa Cárdenas, y al policía retirado Jorge Luis Guzmán, de 39 años, tío del joven asesinado.
La víctima, identificada como Sergio Mauricio Montoya, de 20 años, circulaba al volante de un Peugeot 504 patente C-1.038.587- acompañado por Guzmán y por Gustavo Acosta, de 30.
En el cruce de Camino Negro y la calle Itatí, Montoya chocó con un remise Ford Falcon -patente RRA 598- al mando de Cárdenas, que en ese momento se dirigía con un pasajero hacia el puente de La Noria.
Insultos de ambos lados
El accidente no produjo lesiones, pero puso nerviosos a los ocupantes del auto particular, que comenzaron a insultar al remisero; éste respondió de la misma manera.
Por tal motivo, uno de los ocupantes del Peugeot intimó con un arma de fuego a Cárdenas, que optó por huir hasta la agencia de remises de su padre, situada en Itatí 2478, de Villa Centenario.
Huida y réplica
Durante la persecución, los disparos contra el joven no cesaban, pero al llegar éste milagrosamente ileso a la agencia, extrajo un revólver calibre 32 marca Doberman con el que hizo frente a sus atacantes.
Desde la puerta del local, Cárdenas comenzó a disparar. Se generó así un intenso tiroteo en el que murió Montoya; éste cayó del rodado, mientras sus acompañantes, que intentaban huir del lugar, fueron apresados rápidamente por personal policial.
La misma suerte corrió Cárdenas, que trató de fugarse por los fondos de la agencia, pero fue atrapado por los uniformados a unos 200 metros de allí.
Más de veinte disparos
Según informaron fuentes policiales a La Nación , en el lugar del hecho se efectuaron más de 20 disparos, de acuerdo con las vainas recogidas por los peritos en balística de la policía.
Los pesquisas secuestraron un revólver calibre 32 utilizado por Cárdenas, con cinco vainas servidas, una pistola 9 milímetros con dos cargadores, uno de ellos completamente vacío y el otro con 12 balas, y una pistola calibre 38.
Los tres detenidos quedaron a disposición del juez en lo Criminal y Correccional de Lomas de Zamora, Marcos Martínez, y serían indagados hoy.
Un tren arrolló y mató a una familia
Tragedia: en el accidente fallecieron una pareja y un bebe de seis meses; en otros episodios hubo dos muertos y seis heridos.
LA PLATA.- Una pareja y un bebe murieron, en tanto que otros dos niños resultaron con graves heridas cuando el auto en el que viajaban fue arrollado por un tren en la ciudad bonaerense de Merlo.
El choque ocurrió anteayer, por la tarde, en el paso a nivel de Viedma y las vías del ferrocarril Sarmiento, cuando un convoy con destino a la citada ciudad embistió a un automóvil Citro‘n.
El vehículo fue arrastrado varios metros y entre los restos retorcidos del rodado quedaron los cuerpos sin vida de José Romero, de 35 años, y Alicia Toledo, de 41.
Los bomberos y policías lograron extraer, seriamente lesionados, a los hijos del matrimonio: Alejandra, Fernanda y Joel, de 8 y 4 años, y seis meses de vida, respectivamente. Los menores fueron internados en el hospital de Merlo, donde se produjo luego el fallecimiento del menor, Joel.
Otro choque ferroviario
En tanto, los tres tripulantes de una camioneta pick-up sufrieron heridas de consideración al chocar con una formación del Expreso Pampeano, en un cruce ferroviario de la ruta 86, en la jurisdicción de Bolívar, en la provincia de Buenos Aires.
Los heridos fueron identificados como Carlos Gustavo Laure, de 37 años, Carlos Alberto Pérez, de 52, y Carlos Carceles, de 47.
Otras tragedias
Un joven de 23 años murió y sus padres y hermano resultaron heridos en un choque registrado en la ciudad bonaerense de Cañuelas.
El accidente se produjo en el cruce de las rutas 3 y 205 entre un colectivo que llevaba jóvenes de las divisiones inferiores del club de fútbol Cañuelas y un automóvil Volkswagen Gol.
El coche era guiado por Juan Larea, de 23 años, que falleció instantáneamente. El joven iba acompañado por sus padres, Miguel Larea, de 60, María Hourmilouge, de 50, y su hermano, de 13.
Los tres sufrieron lesiones de diversa consideración, en tanto que los ocupantes del colectivo tuvieron heridas leves.
Niña muerta
Finalmente, Antonia Valenzuela, de 9 años, murió al ser atropellada por un automovilista en la zona rural de Colonia Gutiérrez.
La menor bajó de un colectivo de la línea 136 y en un tramo asfaltado de la ruta 200 fue embestida por un Renault 11, manejado por Juan Carlos Farías, de 44.
Una jauría mató a una niña en Mendoza
Espanto: los peritajes revelaron que la menor que hallaron masacrada junto a un río fue víctima de un ataque de perros salvajes.
MENDOZA.- Tras el desconcierto inicial que atrapó tanto a la Justicia como a la policía locales, y que causó consternación entre la población mendocina, los peritajes realizados sobre los restos de una niña de diez años cuyo cadáver fue encontrado mutilado en las cercanías del río Mendoza confirmaron que la pequeña fue atacada y destrozada por una jauría de perros salvajes.
De este modo, la Justicia ha descartado la posibilidad de que la muerte se debiera a un hecho delictivo, ya que, tras el macabro hallazgo, las primeras hipótesis indicaban que la menor pudo haber sido raptada por un psicópata, que la habría violado y mutilado. Los propios familiares de la menor se inclinaron por esta posibilidad.
La niña, Carla Romero, había asistido anteayer, junto con su familia, a un recreo de esparcimiento situado a la vera del río Mendoza, en el distrito Barrancas, en el departamento de Maipú, un lugar muy visitado durante los fines de semana por su atractivo turístico.
Alrededor de las 18, fue advertida la ausencia de la niña por sus padres. Así, Domingo Romero, progenitor de la menor, comenzó una desesperada búsqueda en las márgenes del río, una zona que se caracteriza por sus cañadones, piedras y gran cantidad de arbustos, hasta que, al anochecer, se produjo el impresionante hallazgo, a un kilómetro del lugar donde la familia había acampado.
La menor estaba desnuda, con partes del cuero cabelludo desgarradas, el rostro desfigurado y gran cantidad de contusiones y heridas cortantes en todo el cuerpo.
Las características del hallazgo llevaron a los detectives a suponer inicialmente que la niña había sido víctima de un caso de violación seguida de muerte.
Sin embargo, los peritajes realizados por el Cuerpo Médico Forense y ordenados por la jueza de instrucción local Estela Garritano de Cejas descartaron totalmente la acción criminal y confirmaron que la pequeña Carla fue atacada por una jauría de perros cimarrones, conocidos por su voracidad.
Allegados a la causa dijeron a La Nación que la hipótesis del ataque de los animales salvajes se investigó en forma paralela a la teoría de la violación y muerte. En ese sentido, los observadores recordaron que, un año antes, una jauría de estos perros salvajes ingresó en el zoológico local y masacró a varios guanacos.






