En la ciudad: caos por un segundo apagón y una sensación térmica que supera los 40°C
Hubo complicaciones en el tránsito porque dejaron de funcionar los semáforos en algunas zonas de la Capital; también se interrumpió el servicio de subtes
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En medio de una jornada de intenso calor, con una sensación térmica que superó los 40°C en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se registró el segundo apagón energético en menos de 24 horas, que en esta oportunidad afectó a 622.000 usuarios. En la primera interrupción del servicio durante la madrugada y la mañana perjudicó a 556.000 hogares. Hasta las 19.30, según el último reporte del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), 18.686 usuarios seguían sin suministro eléctrico.

Como consecuencia del fenómeno que se produjo alrededor de las 13, hubo caos de tránsito en gran parte de la ciudad de Buenos Aires. De acuerdo con la información del gobierno porteño, más de 255 semáforos de las más de 4000 intersecciones en las que hay este tipo de dispositivos dejaron de funcionar. Uno de esos puntos, se dio en la Avenida 9 de Julio, donde se registró una intensa complicación en el tránsito. Hasta las 18, se habían lograron reestablecer los servicios en 203 dispositivos.
Según indicó la Ciudad, las zonas más afectadas fueron el centro y el sur de la Capital, sobre todo en barrios como La Boca y Barracas, y en la zona de Plaza de Mayo.

En tanto, el gobierno porteño anunció que desplegó un operativo especial con 300 agentes de tránsito y seguridad y asistencia en los puntos críticos por el nuevo apagón.
Por otro lado, el Centro Único de Coordinación y Control de la ciudad comunicó que hubo 63 rescates de personas atrapadas en ascensores; 16 asistencias para ascenso y descenso de personas mayores; y 15 pacientes electrodependientes atendidos.
Luego de más de casi 50 minutos del fenómeno, la Avenida 9 de Julio se convirtió en un hormiguero de vehículos, con semáforos fuera de servicio en la extensión que va desde la calle Bartolomé Mitre en dirección a la zona sur de la ciudad. “Esto es un desastre. Hace una hora que aparentemente fue el apagón y casi no se ven inspectores de tránsito. Yo tenía que llevar una mercadería y estoy trabado en el mismo lugar hace como 20 minutos”, expresó Carlos, un repartidor, que venía desde Avellaneda.
El apagón desató el malestar de oficinistas y trabajadores de la zona, que se vieron afectados por las demoras y la dificultad para movilizarse. En la zona del Metrobús, las filas se replicaron en todas las paradas frente a los pocos colectivos que transitaban. Además, algunos comerciantes decidieron cerrar sus locales.
Pasadas las 15, el servicio logró ser restituido en la zona que va desde el Obelisco en dirección a Retiro.
Pese al megaoperativo que el gobierno porteño anunció con el despliegue de unos 300 agentes, alrededor de las 15.30, diversas intersecciones de la Avenida 9 de Julio se encontraba sin agentes de tránsito. En paralelo, personal del SAME, Bomberos y Policía Federal debieron activar un operativo en la zona de Perón y Pellegrini por “un escape de gas en una obra en construcción, por lo que tres operarios debieron recibir atención médica”.
Emmanuel Castro, de 31 años y vecino de la zona, se encontraba en un kiosco, junto a un amigo, a metros del incidente. “Hubo una primera explosión, vimos una llamarada de más de tres o cuatro metros de altura, se deshizo enseguida, volvió a explotar como tres veces y a partir de ahí, vimos a un muchacho que estaba envuelto en llamas”, relató . Y completó: “Nos acercamos inmediatamente a la esquina, el muchacho tenía toda la parte frontal del cuerpo y la cara prendidas fuego. Es un muchacho indigente que justo paraba en esa esquina”.
En tanto, Barracas había recuperado la normalidad luego del corte que la afectó durante la madrugada. Alrededor de las 6, la energía se reestableció. Sin embargo, a partir de las 13, volvió a cortarse el suministro eléctrico. “Es para enloquecerse, es un caos la calle”, expresó Ana María Laute, que vive en avenida Patricios al 1300. Así, se refirió a los semáforos que quedaron fuera de servicio. Lo mismo sucedió en la avenida Montes de Oca, la más transitada del barrio del sur porteño.

“Sufrimos cortes reiterados, no es la primera vez”, agregó Liliana Olmo, que vive en Alfredo Palacios y Azara. “Es un servicio ineficiente”, afirmó.
“Me afecta en la laboral”, confesó Olmo. Sin servicio eléctrico, tampoco era posible acceder a internet. Incluso una empresa de telefonía que tiene una antena en Isabel la Católica y Quinquela Martín comenzó a sufrir intermitencia en la señal. “Cuando vuelve la luz regresa con alto voltaje: jamás se han hecho cargo de los artefactos quemados”, sostuvo Olmo.
Bajo el sol intenso de una tarde sin una mínima brisa y con una sensación térmica que superó los 40°C, la psicóloga Verónica Pérez, de 43 años, recorría las calles del barrio de Villa Crespo en busca de algún bar con internet donde poder abrir la computadora y atender virtualmente a sus pacientes. “No creo que tenga suerte, no veo ningún bar con luz. Tampoco tengo cómo avisarle a mis pacientes, no se mandan mis mensajes”, dijo a LA NACIÓN, mientras se abanicaba con un papel. Hablaba fuerte para hacerse oír entre los bocinazos que se registraban en la avenida Corrientes, donde, como no funcionaban los semáforos, los autos de una vía interceptan a los de la otra, mientras los peatones se escurrían entre los vehículos.
El calor era apenas más leve dentro de la cafetería que se encuentra en la esquina de avenida Corrientes y Aníbal Troilo. Al agobio se sumaban las complicaciones para cobrarle a los clientes sin sistema, por segunda vez en el día. “Les estoy pidiendo que intenten quedarse hasta que vuelva la luz, y les damos gaseosas, que siguen frías”, dijo el encargado del lugar, que prefirió resguardar su identidad.
A los bocinazos de la avenida Corrientes se sumó el rugido de los grupos electrógenos que están instalados en algunos comercios. Este sistema le permitió a locales como la Confitería Nueva Corrientes funcionar. Sus mesas estaban colapsadas de clientes. Los comensales consumían poco, pero cargaban sus celulares y computadoras y hablaban entre ellos sobre el corte. Muchos, incluso, sin conocerse compartían las pequeñas mesas redondas, desde donde intentaban trabajar.
Este era el caso de Carolina Caliccio, de 21 años, y la profesora universitaria Judith Jaskilevich, de 64. “Hasta ahora había wifi, yo puede dar una clase, pero ya se cortó. Con Carolina ya hablamos de todo, de su abuelo, de su trabajo...”, dijo, entre risas, la docente de la UBA. Y agregó: “No queda otra que irnos a nuestras casas, bañarnos con agua fría y hacer mindfulness porque sino te hacés mala sangre”.
En la mesa de al lado tomaba un café “Chochi”, que supera los 90 años. Ella vive en un piso 12, por lo que este mediodía, al volver del médico y notar que la luz del edificio se había cortado, no pudo subir a su casa. “Doce pisos es mucho, al menos para mí, así que estoy esperando con mi abanico, que me apantalla para no tener tanto calor. Ya estoy acá hace varias horas. Me quedo un ratito más y, si no vuelve la luz, subiré despacito. Qué voy a hacer…”, señaló, entre risas.
Explicación
Según fuentes oficiales, pasado el mediodía, salieron de servicio otra vez dos líneas de transporte de 220 kV de la distribuidora Edesur, que generaron otro mismo corte de electricidad similar al de esta mañana. Esto provocó, a su vez, que dejaran de funcionar las máquinas generadoras de electricidad de Central Puerto y Central Costanera, que opera Central Puerto. Una de las líneas que se desenganchó del sistema a las 12.40, que es la que conecta la subestación Bosques y la estación Hudson, de Edesur. Esto produjo una pérdida de demanda en el Gran Buenos Aires de por 830 MW, equivalente a más del 12% de la demanda del Gran Buenos Aires.
Este segundo corte afectó nuevamente a decenas de miles de usuarios y llegó incluso a provocar un breve apagón en Casa Rosada. A su vez, varias líneas del subte porteño vieron afectado su servicio debido a este incidente. Según pudo saber LA NACION, las líneas H, E, A, C y D normalizaron sus servicios, mientras que el resto continúan interrumpidas. Desde la concesionaria del subte emitieron el siguiente comunicado: “Emova informa que el servicio de todas las líneas de subte se está prestando desde las primeras horas de la mañana con interrupciones y alteraciones debido a la inestabilidad del servicio que provee el distribuidor externo de energía eléctrica. Los mantendremos informados de las novedades que surjan del servicio”.
“Una vez que arranque la central generadora de Dock Sud, se va a restablecer el servicio, aunque puede tardar hasta dos horas. Al caerse las dos líneas de alta tensión, cayó la generación Dock Sud y Central Puerto”, dijeron fuentes oficiales pasadas las 14. El servicio comenzó a reestablecerse gradualmente a partir de las 16.
APAGÓN, CALOR Y CAOS: el tránsito en la 9 de Julio, un infierno via @todonoticias //
— Solo Tránsito↗ (@solotransito) March 5, 2025
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De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, en el AMBA las condiciones de calor y humedad van a prevalecer hasta el sábado. Durante la mañana de ese día, avanzará un frente frío que va a originar un cambio de la masa de aire. De esta manera, descenderá la temperatura y podrían registrarse algunas lluvias.
“Desde hoy, y al menos hasta el viernes, vamos a seguir con temperaturas máximas de entre 34°C y 35°C y mínimas que van a estar entorno de los 25°C y los 26°C. Todo esto con un ambiente de muchísima humedad y elevada sensación térmica", señaló a LA NACIÓN Cindy Fernández, del SMN.
El primer apagón
Poco antes de las 6 de este miércoles, se registró el primer apagón, que afectó a unos 550.000 usuarios de distintos barrios porteños y de la zona sur del conurbano. El servicio se reestableció gradualmente hasta antes del mediodía cuando en algunas de esas zonas volvió a cortarse.
Una vecina de Quilmes relató a este medio que minutos antes de las 6, cuando circulaba por la autopista Buenos Aires-La Plata en sentido al centro porteño, las luces que iluminaban la vía se cortaron de repente y el camino quedó totalmente a oscuras.
En ese momento, fuentes del sector informaron a LA NACIÓN que a las 5.25 se desenganchó, por motivos que se desconocen, la conexión de la doble terna de 220 kv entre la subestación Bosques y la estación Hudson. Como consecuencia de este episodio se perdieron alrededor de 500 MW en el Gran Buenos Aires. Se trata de las dos terminales que estuvieron involucradas también en el segundo corte.
Teléfono útiles
- Edesur: 11 6187 6995
- ENRE: 0800 333 3000.
- Para emergencias o asistencia, Emergencias de la Ciudad llamar al 103.
Informes de Leandro Vesco, María Nöllmann y Manuel Casado
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