Brasil promulga una nueva ley que restringe el uso de smartphones en escuelas primarias y secundarias
Con la firma de Lula, Brasil definió a partir de febrero la restricción en el uso de los celulares inteligentes en las escuelas, salvo en caso de emergencia o con fines educativos
7 minutos de lectura'

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, promulgó el lunes una nueva ley que restringe el uso de smartphones en las escuelas, sumándose a una tendencia a nivel mundial para ese tipo de limitaciones.
La medida afectará a los estudiantes de escuelas primarias y secundarias en toda la nación a partir de febrero. Proporciona un marco legal para garantizar que los estudiantes únicamente utilicen estos dispositivos en casos de emergencia y peligro, con fines educativos o si padecen de alguna discapacidad que requiera su uso.
El ministro de Educación, Camilo Santana, dijo a la prensa en la capital, Brasilia, que los niños empiezan a entrar a internet a temprana edad, lo que dificulta que sus padres sigan el rastro de lo que hacen en línea, y que restringir el uso de smartphones en las escuelas les será de utilidad.
“Queremos que esos dispositivos, como en muchos otros países, solo sean utilizados en clase con fines pedagógicos y bajo la supervisión de un maestro”, declaró Santana. El proyecto de ley contó con un inusual respaldo en todo el espectro político, tanto de aliados del izquierdista Lula como de su adversario, el expresidente derechista Jair Bolsonaro.
Muchos padres de familia y estudiantes también se expresaron a favor de la medida. La compañía encuestadora brasileña Datafolha publicó un sondeo en octubre pasado en el que se revela que casi dos terceras partes de los encuestados apoyan la prohibición del uso de smartphones entre niños y adolescentes en las escuelas. Más del 75% señaló que este tipo de dispositivos perjudican más de lo que ayudan a sus hijos.
“(Restringir los teléfonos celulares) es duro, pero necesario. Les ayuda para realizar búsquedas para sus tareas, pero usarlo socialmente no es bueno”, dijo Ricardo Martins Ramos, de 43 años, padre de dos niñas y dueño de un restaurante de hamburguesas en Río de Janeiro. “Los niños tendrán más interacción".
Su hija de 13 años, Isabela, dijo que sus compañeros tenían problemas para concentrarse en las clases por culpa de sus smartphones. Ella se mostró a favor de la medida, pero no considera que sea suficiente para mejorar el ambiente de aprendizaje para todos.
“Cuando el maestro te permite usar el celular, es porque quiere que hagas búsquedas”, dijo. “Todavía hay muchas cosas que las escuelas no pueden resolver, como el acoso y el hostigamiento”.
Hasta 2023, aproximadamente dos terceras partes de las escuelas brasileñas habían implementado algún tipo de restricción al uso de celulares, mientras que el 28% prohibió por completo su uso, según una encuesta que el Comité Gestor de Internet en Brasil publicó en agosto..
Los estados de Río de Janeiro, Maranhao y Goiás ya han aprobado iniciativas locales para prohibir el uso de este tipo de dispositivos en las escuelas. Sin embargo, las autoridades han tenido dificultades para ejercer estas leyes. En Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, las autoridades debaten si se debe prohibir el uso de smartphones tanto en escuelas públicas como privadas.
Gabriele Alexandra Henriques Pinheiro, de 25 años, trabaja en una estética y es madre de un niño diagnosticado con trastorno del espectro autista. También está de acuerdo con las restricciones, pero dice que los adultos seguirán siendo un mal ejemplo para sus hijos en lo que se refiere al uso de los smartphones.
“Es algo complicado”, declaró. “Intento restringir el tiempo que mi hijo pasa frente a cualquier pantalla, pero cada vez que tengo que hacer algo tengo que usar el teléfono para poder hacerlo todo”.
Instituciones, gobiernos y padres de familia, entre otros, han relacionado durante años el uso de smartphones con problemas entre los niños como el acoso, las ideas de suicidio, la ansiedad y la pérdida de concentración necesaria para el aprendizaje.
El caso Boric
Durante el discurso inaugural de la decimocuarta edición del Congreso Futuro, una plataforma de divulgación de ciencias y arte, el presidente chileno Gabriel Boric manifestó su descontento con la hiperconexión digital que producen los celulares inteligentes y mostró su nuevo dispositivo sin conexión a Internet. Tras un “reto” a los ministros por estar “mirando el celular constantemente” durante el acto, el mandatario indicó que ante la llegada de su primer hijo, prefirió iniciar la transición hacia un “dumbphone”, es decir, un celular convencional sin apps ni acceso a redes sociales.

En la Argentina y en el mundo
En la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Educación porteño publicó una resolución en agosto último para regular el uso de los teléfonos celulares en las escuelas. Busca limitar de manera absoluta su uso en el nivel inicial y el primario y regularlo en el secundario.
Una encuesta realizada por el Ministerio, sobre estudiantes, docentes y directivos, reveló en noviembre último un impacto directo de la regulación en el nivel secundario. Según la perspectiva de los estudiantes –que podían responder con más de una opción–, un 57,4% afirmó prestar más atención en clase tras la medida, mientras que un 47,4% dijo conversar más con sus amigos, un 41,3% reveló que se aburre más, un 22,9% expresó sentirse más tranquilo, mientras que el 17,5% indicó que juega más con sus compañeros.
China tomó el año pasado la medida de limitar el uso de celulares entre los niños, mientras que Francia tiene en vigor una prohibición al uso de smartphones en las escuelas para niños de los 6 a los 15 años de edad. Reino Unido, Noruega y Países Bajos también optaron por prohibir los teléfonos inteligentes en las escuelas.
Las prohibiciones al uso de teléfonos celulares han ganado terreno en Estados Unidos, donde ocho estados han aprobado leyes o políticas que prohíben o restringen el uso de smartphones con el fin de limitar el acceso de los estudiantes a sus dispositivos y minimizar las distracciones en las aulas.
En Europa, cada vez hay más padres de familia preocupados por las evidencias de que el uso de celulares entre los niños pequeños pone en peligro su seguridad y salud mental.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicó un informe en septiembre en el que indicó que uno de cada cuatro países ya ha implementado restricciones al uso de este tipo de dispositivos en las escuelas.
Los beneficios de suspender el uso del celular en el aula
Según un estudio del Instituto Noruego de Salud Pública, la eliminación de estos dispositivos en Noruega durante las clases redujo el número de consultas por síntomas y enfermedades psicológicas en atención especializada entre las estudiantes. Además, las niñas han consultado menos a su médico de cabecera por problemas relacionados con síntomas psicológicos. También disminuyó la incidencia de acoso tanto para niñas como para niños cuando se exponen a esta medida desde el inicio de la escuela secundaria. Las alumnas que estuvieron expuestas a la prohibición desde el principio de la escuela secundaria mejoraron su promedio de calificaciones y disminuyó su ausentismo. El mayor efecto positivo de la prohibición se produjo entre los niños de entornos socioeconómicos bajos, quienes mostraron una reducción en la cantidad de atención médica requerida por síntomas y enfermedades psicológicas. Además, mejoraron sus calificaciones.
Con información de AP









