Circulación superficial: la gente comparte enlaces a noticias, pero en el 75% los casos lo hace sin leerlas
Un estudio publicando en Nature encontró que los usuarios comparten links sin antes verificar su contenido, es decir, guiándose solo por el título o por quién se los hizo llegar en primer lugar
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Un reciente estudio publicado en Nature Human Behaviour ha revelado una preocupante tendencia en el comportamiento de los usuarios de redes sociales: el 75% de las publicaciones con enlaces a noticias son compartidas sin que los usuarios hayan leído previamente el contenido. Esta práctica, impulsada por la inmediatez y la sobrecarga informativa características del entorno digital, facilita la propagación viral de la desinformación, ya que las personas comparten el contenido basándose únicamente en los títulos o las bajadas, y no haciendo una evaluación general del texto, video o audio completos.
La investigación, realizada por investigadores de las universidades de Pennsylvania, Nueva Jersey, Florida y Georgia (en Estados Unidos), analizó más de 35 millones de posteos públicos hechos en Facebook entre 2017 y 2020, abarcando momentos cruciales del ciclo político en Estados Unidos (con la primera presidencia de Donald Trump). Los resultados indican que los usuarios tienden a actuar impulsivamente, compartiendo contenido sin invertir tiempo en una reflexión crítica sobre lo que están compartiendo o la verificación de la información.
Este comportamiento es especialmente notorio cuando el contenido político coincide con la ideología del usuario, explican los autores de estudio, lo que sugiere una tendencia a reforzar las propias creencias sin cuestionar su veracidad. Sin embargo, el estudio reconoce que la amplificación del contenido a través de cuentas partidistas hiperactivas también podría contribuir a esta dinámica.
La rápida propagación de información falsa se ve agravada por la “confianza ciega” que depositamos en nuestra red de usuarios (es decir, en lo que seguimos voluntariamente). Asumimos que otros usuarios han verificado la información antes de compartirla, lo que crea una cadena de desinformación que se propaga sin control.
Para contrarrestar este fenómeno, los investigadores proponen que las plataformas implementen mecanismos que introduzcan “fricción” en el proceso de compartir contenido. Una posible solución sería requerir una confirmación de lectura antes de compartir, lo que obligaría a los usuarios a interactuar con el contenido antes de difundirlo. Sin embargo, esta medida por sí sola no garantiza la erradicación de la desinformación, ya que existen campañas deliberadas que buscan manipular la opinión pública.
El estudio también destaca la necesidad de fomentar un consumo de información más reflexivo y crítico. En un entorno saturado de información, es crucial desarrollar la capacidad de discernir entre fuentes confiables y contenido falso, evitando compartir información sin haberla verificado previamente.
En definitiva, la desinformación se propaga con facilidad en las redes sociales debido a la combinación de la inmediatez, la sobrecarga informativa y la falta de verificación por parte de los usuarios. Para combatir este problema, es fundamental promover un consumo de información más consciente y crítico, así como implementar mecanismos que dificulten la propagación viral de contenido falso.