Orion: así es el prototipo de los anteojos de realidad aumentada más avanzados de Meta, y vienen con muñequera
Mark Zuckerberg presentó hoy un prototipo de sus anteojos de realidad aumentada Orion, que proyectan información sobre los cristales de los anteojos, y usan una muñequera para registrar los movimientos de la mano para interactuar con los elementos digitales
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Meta presentó hoy, en las manos y el rostro de Mark Zuckerberg, sus primeros anteojos de realidad aumentada, conocidos por ahora como Orion. Que la compañía está orgullosa de su producto queda claro en el comunicado de prensa, donde afirma: “creemos que son las gafas de RA [realidad aumentada] más avanzadas jamás fabricadas. De hecho, puede que sea el dispositivo electrónico de consumo más desafiante fabricado desde el smartphone. Orion es el resultado de invenciones revolucionarias en prácticamente todos los campos de la informática moderna, basadas en el trabajo que hemos venido realizando en Reality Labs durante la última década. Está repleto de tecnologías completamente nuevas, como la pantalla de realidad aumentada más avanzada jamás ensamblada y un silicio personalizado que permite ejecutar potentes experiencias de realidad aumentada en unas gafas con una fracción de la potencia y el peso de un casco de realidad aumentada.”
Si la grandilocuencia está justificada o no está por verse. Por lo pronto, los primeros videos y demos prometen un dispositivo que, como mínimo, es de vanguardia, más allá de que su aspecto a simple vista sea el de unos anteojos de cotillón, con marcos bastante gruesos, aunque no tanto como para parecer estrafalarios.
No son los Ray-ban Meta que presentó hace un año (un inesperado éxito para la compañía, al punto que barajó comprar una parte de la dueña de Ray-ban, Luxxotica), pero son mucho más ambiciosos. Mientras que los Ray-ban Meta son unos anteojos convencionales con una cámara montada en una patilla, parlantes integrados y la posibilidad de dialogar con Meta AI, los Orion tienen una integración tecnológica mucho mayor, y un objetivo a mucho más largo plazo.
Así mostró Mark Zuckerberg los Orion en el escenario de Meta Connect 2024:
Los Orion están más del lado de las gafas HoloLens de Microsoft, en el sentido de que la persona puede ver a través de los lentes lo que tiene alrededor sin intermediación, pero también tienen algo de los Vision Pro de Apple, con la gestión de aplicaciones y ventanas que flotan frente a los ojos de quien porta los anteojos. Por supuesto, este desarrollo abreva de los diez años que la compañía lleva trabajando en los anteojos realidad virtual, desde que en 2014 compró Oculus por US$ 2000 millones, en una movida que en ese entonces sonaba rara, que luego le dio el empujón para anunciar en 2021 el metaverso como objetivo final, y que ahora le permite esta suerte de desvío: unos anteojos de realidad aumentada.
Aumentada, porque combina lo físico (lo que se ve a través de los cristales) con lo digital (que se proyecta en esos cristales, y que gracias a las cámaras externas e internas permite interactuar con él). Se diferencia así de los anteojos de realidad virtual convencionales como los que presentó hoy, los Quest 3S, o los Vision Pro de Apple, que también permiten ver el lugar donde estamos, pero registrado por una cámara y proyectado en una pantalla; no es lo mismo que verlo a través de un vidrio.
La montura de los anteojos Orion está hecha de una aleación de magnesio para hacerlos más livianos y duraderos; los procesadores y las siete cámaras que integra están hechos a medida para Meta; los cristales (de carburo de silicio) sirven como una pantalla con un campo de visión aparente de unos 70 grados; los anteojos Orion tienen un sistema de cámaras que miran hacia los ojos, detectan su movimiento y permiten saber qué elemento digital está mirando el usuario; ese elemento está proyectado desde el interior de los anteojos a los cristales, como si se tratara de un diminuto microcine. La contra es que algo de toda esa proyección se ve desde afuera como un extraño reflejo en los cristales.
“El carburo de silicio es increíblemente ligero, no produce artefactos ópticos ni luz parásita y tiene un alto índice de refracción, todas ellas propiedades ópticas fundamentales para un gran campo de visión. Las propias guías de ondas tienen estructuras tridimensionales a nanoescala realmente intrincadas y complejas para difractar o propagar la luz de la forma necesaria para lograr este campo de visión. Y los proyectores son μLED, un nuevo tipo de tecnología de visualización muy pequeña y de gran eficiencia energética”, aclara la compañía en su sitio, y agrega, hablando de la proyección de contenido digital: “Tuvimos que mantener la precisión óptica en una décima parte del grosor de un cabello humano. Además, el sistema puede detectar pequeños movimientos, como la dilatación o contracción de las monturas en función de la temperatura ambiente, y corregir digitalmente la alineación óptica necesaria, todo ello en milisegundos. Hemos fabricado las monturas con magnesio, el mismo material que se utiliza en los coches de carreras de F1 y en las naves espaciales, porque es ligero y rígido a la vez, mantiene los elementos ópticos alineados y evacua eficazmente el calor.”
Una explicación del funcionamiento de los anteojos Orion
Anteojos y muñequera
Los anteojos no llegan solos: Orion es un combo del anteojo, que registra el movimiento de los ojos, de la cabeza y las órdenes de voz; y también registra el movimiento de la mano con “una muñequera EMG que permite deslizar, hacer clic y desplazarse con el brazo cómodamente apoyado en el costado, lo que permite estar presente en el mundo y con las personas que te rodean mientras interactúas con contenidos digitales enriquecidos.”
La muñequera es la evolución de la que presentó en 2021, y la clave ahí es la sigla EMG, de electromiografía, que puede detectar los impulsos eléctricos que el cerebro le envía a la mano para mover los dedos, girar la palma, etcétera. Por qué: permite entender esos movimientos con gran precisión, sin obligarnos a tener un control remoto en las manos, o hacer un gesto delante de las cámaras de los anteojos. Los Vision Pro, por ejemplo registran cuando hacemos un gesto de pinzas con el índice y pulgar gracias a una cámara; acá podemos tener la mano en cualquier lugar, y hay más gestos posibles para registrar. Y si lo que la compañía prometía en 2021 es cierto, con esta muñequera podríamos tipear sobre cualquier superficie, el sistema sabrá si rotamos la muñeca o la doblamos, si hacemos un puño, etcétera.
“Nuestra pulsera combina un tejido de alto rendimiento con sensores EMG integrados para detectar las señales eléctricas generadas incluso por los movimientos musculares más pequeños -aclaran en Meta-. Un procesador ML integrado en el dispositivo interpreta esas señales EMG para producir eventos de entrada que se transmiten de forma inalámbrica a las gafas.”
A todo esto lo acompaña un dispositivo de procesamiento, que Meta llama Wireless Compute Puck; la idea es relegar a los anteojos a una función meramente de detección de movimiento y proyección de contenido, para hacerlos lo más livianos posible y eliminar una fuente de calor junto a los ojos; la gestión del entorno digital con el que interactuará quien los lleve se procesa en ese dispositivo.
Un chiche, pero ¿para qué sirve?
La pregunta obvia es qué sentido tiene un dispositivo así. La respuesta es tan amplia como vaga, pero en el centro de todo esto está Meta AI, el asistente digital de la compañía, que ya debutó en WhatsApp, Instagram y Facebook en modo texto, con el que ya se puede dialogar por voz en los anteojos Meta AI, y que ahora suma visión: al igual que lo que mostró OpenAI con GPT-4o y Google con Gemini, la versión de Meta AI que funciona con Orion puede entender qué está mirando el usuario y responder a una consulta contextual sobre esto.
También es capaz de permitirnos hacer una videollamada (las cámaras internas tomarán nuestro rostro; veremos a la otra persona proyectada en los anteojos), podemos usar WhatsApp o Messenger para chatear con amigos, usar juegos de realidad aumentada y la gran promesa de todos estos dispositivos: tener las aplicaciones laborales frente a nuestros ojos sin tener que encorvarnos frente a la notebook: el correo electrónico, la suite de oficina con documentos y planillas, el navegador web, etcétera. Una suerte de oficina en los anteojos.
Por ahora, en cualquier caso, se trata de un prototipo, y no está a la venta (entre otras cosas, dice Mark Zuckerberg, por el precio todavía es muy alto), aunque está claro que Meta seguirá refinando el diseño para llevarlo a algo más parecido a unos anteojos normales que nos mantengan en contacto con nuestro entorno físico, pero también nos permitan ver un mundo digital personal.