Luce europeizado, pero no por eso dejó de ser un ícono entre los autos deportivos. Es que desde su lanzamiento en 1953, el Chevrolet Corvette Stingray supo ganarse ese espacio gracias a un diseño cautivante y performances espectaculares. Y en esta versión 2020, además de exhibir líneas más redondeadas y que recuerdan a varios superautos (Ferrari y McLaren, por ejemplo) tiene un cambio trascendental: el poderosos motor V8 6.2 L de 495 CV y 64,9 kgm dejó la parte delantera del auto y ahora se ubica en el centro, cerca del eje trasero. Esto, debido a que, según afirman desde GM, "el vehículo con motor delantero tradicional alcanzó sus límites de desempeño, por lo que se necesita un nuevo diseño y una nueva disposición". Y lo lograron: acelera de 0 a 100 km/h en 3 s y alcanza una velocidad máxima de unos 320 km/h.