El truco para pulir las ópticas de un auto sin rayarlas
Son tres las técnicas efectivas para que los faros de un auto queden como nuevos; el instructivo y los materiales necesarios
3 minutos de lectura'
Con el paso del tiempo un auto requiere de ciertos cuidados para mantenerlo en condiciones e incluso para que parezca como nuevo. Uno de los detalles que más se nota a simple vista es el de los faros, que con el paso del tiempo parecen empañarse o en algunos casos se ponen de color amarillo.
Esta situación de hecho genera cierto riesgo al volante, ya que unas ópticas delanteras y traseras sin pulir y viejas pueden hacer que las luces no iluminen como deberían hacerlo. Para que esto no suceda existen tres técnicas para limpiarlas sin la necesidad de la intervención de un experto y que queden impecables, como si recién salieran de fábrica.
Con un poco de dentífrico
El primer paso es limpiar con agua y jabón la óptica. Luego, se debe pasar la pasta de dientes por toda la superficie del faro hasta que quede todo cubierto; para ello, se puede utilizar un trapo o paño de microfibra haciendo pequeños movimientos circulares hasta homogeneizar toda la superficie. Luego de cinco minutos, de nuevo hay que realizar los movimientos circulares para terminar limpiándolo con agua y jabón nuevamente.
Con bicarbonato de sodio
La segunda técnica es con el famoso bicarbonato de sodio. Para este truco hay que mezclar un poco de bicarbonato con WD40 para crear una especie de “pasta pulidora”. El procedimiento con ella es igual al de la técnica anterior: enjuagar con agua y jabón, luego aplicar la mezcla con un trapo haciendo movimientos circulares y finalizar enjugando nuevamente con agua y jabón.
La única salvedad en este caso es que hay que dejar la mezcla aplicada durante diez minutos para que tenga el efecto buscado.
Con un kit restaurador de ópticas
El tercer y último truco no es tan casero, ya que requiere de un kit exclusivo para limpiar ópticas. El mismo viene con cinta de carrocero, papel, tres lijas de grano, un desengrasante y barniz.
Con este kit, el primer paso es empapelar los bordes de las ópticas en las que se va a trabajar para evitar que las lijas le provoquen daños a la pintura del auto. Una vez cubiertas las superficies se procede al segundo paso, que es el de echar el agua sobre el faro y, en simultáneo, usar la lija de grano con movimientos circulares por cinco minutos.
Una vez que se haya finalizado con las zonas rugosas, hay que limpiar el faro con el papel de cocina para luego lijarlo por una segunda y tercera vez. El método las tres veces es el mismo. Por último, hay que limpiar bien el faro con el desengrasante y retirar la cinca del borde de las ópticas aplicadas al principio.
LA NACION
