El chico de VW estrena una nueva mecánica, con un poco más de potencia en el motor y caja automática Tiptronic, en busca de seguir dando pelea en el mercado de los chicos
El martes último, el CEO de Volkswagen Argentina, Thomas Owsianski, confirmó a LA NACION que si bien ya se está trabajando en el modelo que reemplazará al Gol, el cambio no se producirá hasta 2021 o 2022; o sea, todavía le queda vida al pequeño hatchback de VW. ¿Cuál es la razón por la cual la marca alemana sigue fabricando un auto con más de una década y unas cuantas generaciones y restyling en su haber? Fundamentalmente, porque sigue siendo su caballito de batalla y porque es el que genera el mayor volumen de ventas (lleva vendidas más de 800.000 unidades en 17 años), algo imprescindible en esta época de mercados retraídos y en franca caída. En pocas palabras: mientras haya crisis, un producto que es exitoso se mantiene.
Más allá de las decisiones empresariales, hay otro motivo igualmente valedero: sigue siendo uno de los favoritos del público debido a su imagen de confiabilidad, durabilidad y versatilidad, algo que la gente valora especialmente cuando se trata de la compra del primer vehículo.
La actualización MY19 del Gol fue lanzada en marzo último con un leve facelift respecto de la anterior. Luego, a finales de julio, se presentó la versión con caja automática Tiptronic que se ofrece solo con nivel de equipamiento Comfortline (tope de gama) y que es la que probamos.
Que el diseño del Gol parece haberse quedado en el tiempo, es bien cierto: es un auto que luce un poco anticuado en un segmento en el que varios de sus competidores tienen siluetas más acordes con la época (Toyota Etios, Fiat Argo y Ford Ka, entre otros). Para esta actualización hubo un cambio en las ópticas, un retoque en la parrilla, se le colocaron nuevas llantas de aleación de 15", se rediseñaron los faros antiniebla y se le agregaron detalles en cromo en el frente y las luces de giro de los espejos.
Por lo demás, es el Gol conocido: conserva un interior en el que abundan los plásticos duros de distintas texturas con encastres y terminaciones típicas de los productos del Mercosur, y en el que la pantalla de 6,5" domina el centro del tablero. El equipamiento incluye sensores de estacionamiento trasero, conectividad por Bluetooth y espejos exteriores de regulación eléctrica.
La posición de manejo es fácil de encontrar y correcta gracias a que se pueden regular tanto la butaca como la columna de dirección en altura y profundidad, y el espacio en las plazas traseras es escaso. El baúl, en tanto, ofrece una capacidad de 285 L, bastante bien para su segmento.
En seguridad, cuenta con frenos con ABS, dos airbags, anclajes Isofix en las plazas traseras y no mucho más. No tiene control de estabilidad ni distribuidor electrónico de frenado ni control de tracción.
La mecánica es la gran novedad de esta versión. Por un lado, el motor naftero 1.6 L de 4 cilindros, 8 válvulas y 101 CV fue reemplazado por otro de la misma cilindrada pero de 16 v y que entrega 110 CV a 4500 rpm mientras que conserva el mismo torque que de 16 kgm a 4000 rpm; es el mismo que hoy utilizan otros modelos de VW, como el T-Cross, el Polo o el Virtus.
Y si bien es cierto que esa diferencia puede parecer exigua, no lo es tanto para un auto de estas dimensiones: ya no se lo siente tan exigido ni tan fofo al momento de acelerarlo. Por otra parte, es un motor que responde mejor cuando está en la parte alta del tacómetro donde se puede apreciar bien la potencia y el torque, aunque eso se traduzca, claro, en un mayor consumo.
Asimismo, en lugar de la vieja transmisión automatizada iMotion de 5 marchas (lenta de reacción y que solía patinar bastante) estrena una Tiptronic con convertidor de par de 6 velocidades mucho más rápida y precisa de respuesta. No posee levas al volante pero sí permite operarla en modo manual.
Así, el conjunto se lo nota mejorado, con más fuerza que en el anterior y con la ventaja que en ruta o autopista viaja más relajado (a 120 km/h marcha a 2500 rpm) y con prestaciones acordes: acelera de 0 a 100 km/h mejoró en 11 segundos, la velocidad máxima que alcanza es de 184 km/h y recupera de 80 a 120 km/h en 8 segundos (en directa). El consumo promedio está en los 8,5 L/100 km. El confort de marcha es correcto (quizás un poco ruidoso en ruta y en velocidad) y dinámicamente se siente seguro gracias a una dirección bien dura y directa y a que la carrocería no muestra demasiados movimientos perniciosos.
El precio sugerido es de $1.091.150, que lo pone en la franja media de su segmento. A la espera de su reemplazante, el Gol claramente sigue dando batalla. •