El hatchback compacto de la marca alemana llega con algunas modificaciones estéticas, más equipamiento digital y la confiable mecánica de siempre para reemplazar al exitoso Gol en el segmento más competitivo del mercado argentino
A partir de que Volkswagen decidió discontinuar la venta del Gol desde el 1° de enero de este año, el Polo pasó a ser el vehículo de entrada de gama de la marca alemana. Y no tiene una tarea fácil este hatchback del segmento B, que fue relanzado en nuestro país a principios de 2018 tras aquel paso como sedán algunos años antes: nada menos que tomar la posta del que fue el auto más vendido de la Argentina durante más de una década y media y referente absoluto entre los autos chicos.
Fabricado en Brasil, llega la actualización denominada MY 2022 y se ofrece en tres versiones: MSI, Highline y GTS. La que probamos fue la intermedia.
Esta puesta al día se presentó a finales del año pasado y estéticamente el único cambio que luce son las nuevas llantas de aleación de 17″, que ahora calzan neumáticos 205/50 R17″ de talón más bajo. El resto, sigue igual: un frente con la parrilla angosta debajo de la cual se ubican las tomas de aire y los faros antiniebla, una silueta recta y proporcionada y una parte trasera que se destaca por el spoiler a la altura del techo. Es un diseño sobrio y tradicional (muy al estilo VW) que a esta altura parece quedar un poco antiguo en comparación con otros del mismo segmento (se estima tendrá un fuerte restyling en no mucho tiempo más).
El Polo está plantado sobre la moderna plataforma modular MQB, lo que le permite ofrecer un tamaño generoso (4,057 m de largo, 1,751 m de ancho y 1,468 m de alto) para su segmento. Esto redunda en un buen espacio interior gracias a la larga distancia entre ejes (de 2,565 m) y a que el techo prácticamente no tiene caída, por lo que los pasajeros de las plazas traseras pueden viajar muy bien (especialmente si son solo dos adultos, ya que el asiento central resulta pequeño); además, tiene un baúl de buena capacidad (300 L) y profundidad.
Dimensiones y capacidades
- Largo: 4,057 m
- Ancho: 1,751 m
- Alto: 1,468 m
- Distancia entre ejes: 2,565 m
- Capacidad del baúl: 300 L
- Capacidad del tanque: 50 L
- Peso (en orden de marcha): 1129 kg
En el habitáculo abundan los plásticos duros, pero de buen feeling y con una correcta calidad de terminaciones. Y ahí aparece otra de las novedades, ya que esta versión estrena el tablero 100% digital con el sistema Active Info Display de 10,25″ configurable a gusto de quien maneja y que despliega toda la información de conducción y del vehículo que se necesite. A este se suma la pantalla táctil (muy rápida) de 8″ tipo flotante que opera el sistema de infotaintment VW Play de última generación compatible con Android Auto (por USB tipo C) y Apple CarPlay (por Bluetooth), y que ofrece 10 GB de memoria para descargar aplicaciones.
La dotación de elementos de confort es amplia, e incluye control de velocidad crucero, climatizador automático, cámara de retroceso, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, apertura de puertas y arranque sin llave, salida de aire en las plazas posteriores, sensor de lluvia y poco más.
En lo que hace a seguridad, es fundamental mencionar que este Polo obtuvo 5 estrellas de la LatinNCAP, y en cuanto a elementos, a los cuatro airbags de serie suma anclajes sistema Isofix y Top-Tether, apoyacabezas y cinturones inerciales en las 5 plazas, controles de tracción y estabilidad, frenos con ABS y EBD, y agrega detector de fatiga y sistema de monitoreo de presión de neumáticos.
Conocido y eficiente
Debajo del capot nos encontramos con el conocido motor MSI naftero de 4 cilindros en línea, 16 válvulas y 1.6 L, que entrega 110 CV de potencia a 5750 rpm y 15,8 kgm de torque a 4000 rpm, que en esta versión está acoplado a una transmisión automática de 6 marchas del tipo Tiptronic con levas al volante; la tracción es delantera.
El impulsor es un clásico de la marca que ha dado muestras de su confiabilidad en varios de sus modelos. Sin embargo, en el caso de este Polo la sensación es que queda un poco chico, ya que si bien en el tránsito se mueve con soltura y agilidad de respuesta (la caja responde rápido y sin tironeos), se nota la falta de potencia cuando se lo demanda; por ejemplo, para hacer algún sobrepaso (unos CV más no le vendrían nada mal). De ahí los números: necesita 12,5 s para acelerar de 0 a 100 km/h y 9 s y para recuperar de 80 a 120 km/h; la velocidad máxima que alcanza es de unos 177 km/h. Pero si tenemos en cuenta que se trata de un vehículo pensado para uso familiar, no defraudan.
Los consumos son igualmente acordes con este tipo de mecánica y performance: demanda 10 L/100 km en ciudad, mientras que en ruta a 120 km/h necesita 7,8 L/100 km.
Mecánica
- Motor: naftero
- Cilindros: 4 en línea
- Cilindrada (cc): 1598
- Compresión: 10,5:1
- Válvulas: 16
- Potencia: 110 CV a 5750 rpm
- Par (kgm/rpm):15,8/4000
- Caja: Tiptronic automática de 6 marchas
- Tracción: delantera
En contraposición, ofrece un gran confort de marcha: es silencioso, suave y el juego de suspensiones absorbe las imperfecciones del camino sin transmitirlas a la cabina (se nota el origen Mercosur).
También dispone de un buen comportamiento dinámico, aspecto en el que se destaca por su buena tenida y estabilidad en curvas rápidas y en su notable agilidad para moverse en el tránsito intenso. No obstante, otro aspecto por mejorar es el de la frenada, ya que requiere 43,5 m para detenerse a 0 desde 100 km/h.
En suma, este Polo tiene la difícil tarea de suplantar al exitoso Gol en un segmento poblado de rivales de fuste. Una tarea nada sencilla.
El precio sugerido al público de este Polo Highline es de $3.740.361,78.
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