A las conocidas ventajas de habitabilidad de los tricuerpos le agrega una esencia deportiva que refleja con una lograda estética exterior e interior y sustenta con una mecánica de notables prestaciones y gran eficiencia de consumo
Por lo general, los modelos sedán están asociados al uso familiar. Es lógico, el baúl (tercer cuerpo) los hace mucho más funcionales para una familia tipo que un hatchback (bicuerpo), los clásicos 5 puertas con portón trasero y espacio de carga más acotado. Estos últimos son percibidos como más "deportivos". Pero son solo prejuicios, porque nada impide (y de hecho hay muchos ejemplos) que un auto de cuatro puertas con baúl no sea tan o más sport que uno de cinco.
En la franja de los automóviles compactos (segmento B) es muy común que haya modelos con versiones hatch y sedán. Es el caso de la línea Polo/Virtus de Volkswagen: el mismo auto con distinta silueta (bicuerpo y tricuerpo) y algunos cambios lógicos en las dimensiones, de la mitad del vehículo hacia atrás.
Hace pocas semanas publicamos la prueba del Polo GTS, la versión deportiva del hatch, ahora es el turno del Virtus GTS, su "hermano" sedán, que desde ya tiene una ventaja sobre el bicuerpo: puede ser un vehículo tranquilo para salir con la familia, sin privar a papá de un auto "picante" y divertido de manejar.
Ambos modelos comparten la misma plataforma MQB, todos los componentes mecánicos, suspensiones, diseño interior, equipamiento y parte de la estética exterior (el frontal, las llantas). Pero el Virtus tiene 8,5 cm más de distancia entre ejes (2,65 m) y una longitud superior (4,482 m), por lo que su habitabilidad es muy superior. En otras palabras, los pasajeros traseros (dos adultos viajan muy cómodos) y el baúl (521 litros) ofrecen el espacio de un automóvil mediano. La quinto plaza está limitada por el falso túnel de transmisión en el piso y el ancho estándar (1,751 m) del auto. Para una familia tipo, ningún problema: sobra espacio.
Del otro lado de la moneda está el auto más "intenso". La fórmula es la misma del Polo GTS: VW sacó el motor MSI 1.6 L de 110 CV estándar y le puso el 1.4 TSI turbo que utilizan el Vento y el Tiguan. Con eso, no solo ganaron 40 CV sino mucho más torque a bajas vueltas, lo que implica una mayor capacidad de aceleración a todo régimen. Así, este propulsor parece que siempre tiene algo más.
Para ser precisos, este 1.4 TSI es un 4 cilindros en línea con inyección directa estratificada y turbocompresor, que entrega una potencia de 150 CV a 5500 rpm y un torque de 250 Nm (25,5 kgm) planos entre 1500 y 3500 rpm. Lo acompaña una caja de velocidades Tiptronic (Aisin con convertidor de par) de 6 marchas con opción manual-secuencial mediante levas en el volante, que responde con eficacia, suavidad y agilidad más que suficiente para moverse en el tránsito, aunque no es tan rápida y deportiva como, por ejemplo, una transmisión del tipo de doble embrague.
Aún así, en modo Sport (los otros programas de conducción son Eco, Normal e Individual, que se cambian desde la pantalla central), el Virtus GTS acelera de 0 a 100 km/h en 8,6 s, de 0 a 400 m en 16,7 s y recupera de 80 a 120 km/h en 6,2 s. La velocidad máxima que indica Volkswagen es de 210 km/h (tres más que el Polo GTS, gracias a la mejor aerodinámica de la silueta sedán). En suma, el Virtus GTS resulta muy ágil y de rápida respuesta, con lo que también colabora la excelente dirección eléctrica.
Con el programa Eco y el sistema Start &Stop, que "apaga" el motor en las detenciones cotidianas (semáforos, barreras), el consumo urbano es de muy buenos 8,7 L/100 km, mientras que a régimen de ruta o autopista (120 km/h), logra 6,5 L/100 km. Sin duda, una mecánica muy eficiente.
Las suspensiones cuentan con un tono sport, debido a una regulación más rígida que la estándar y calza neumáticos de bajo perfil (205/50 R18), lo que ofrece un excelente comportamiento dinámico (incluso para girar en algún circuito), muy aplomado en todo tipo de curvas. Eso sí, aunque sin llegar a resultar incómodo, en las superficies desparejas, como adoquinados o asfaltos maltrechos, el andar es un tanto áspero. Está equipado con control electrónico de estabilidad (ESP) y asistente de arranque en pendiente. Como el Polo GTS y a diferencia del Virtus estándar, este GTS tiene discos de freno en las cuatro ruedas. El tacto del pedal es rápido y directo, y necesita solo 38 m para detenerse de 100 km/h. Óptimo.
Como se dijo, el diseño frontal del Virtus GTS es el mismo del Polo GTS hasta el parante central: frontal tipo panal con línea roja atravesándolo y uniendo las ópticas full LED (de gran iluminación) y espectaculares llantas de 18". Las diferencias: el alerón del Virtus GTS está en el borde de fuga del baúl (en el Polo, arriba del portón) y el sedán no tiene la doble salida de escape del hatch. El interior es el mismo: tono oscuro con excepción de las costuras rojas de las butacas deportivas (cómodas y con notable sujeción lateral) y finas líneas del mismo tono que enmarcan las salidas de aire laterales frontales y la base de la consola de la selectora de la caja.
El conductor dispone de una excelente posición de manejo y del tablero 100% digital Active Info Display, totalmente configurable, práctico y repleto de información, y del sistema multimedia Discover Media con pantalla táctil de 8", navegador y App Connect (permite conectar aplicaciones desde el celular), más las imágenes de la cámara de retroceso, a la que ayudan los sensores delanteros y traseros. El equipamiento es amplio: dispone de cuatro airbags (le falta los de cortina), anclajes Isofix, climatizador monozana, arranque y apertura sin llave y más. El precio es de $2.733.000. •