Balance 2021: del boom del ensayo político a la nueva normalidad en los hábitos culturales
Sobreponiéndose a la crisis sanitaria, volvieron las ferias al aire libre y las “noches de”; las despedidas, los premios y los bestsellers que deja un año intenso, de marchas y contramarchas
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“Nueva normalidad” y “burbuja social” fueron las palabras que marcaron el 2021, un año híbrido que fluctuó entre la virtualidad y el regreso de las actividades presenciales. Esas frases, que forman parte de las casi cuatro mil novedades que incorporó la Real Academia Española (RAE) a la versión 23.5 del Diccionario de la lengua española (DLE), reflejan que la pandemia no solo causó una crisis sanitaria profunda, sino que también influyó en el lenguaje. Por esa misma razón es que, según las principales búsquedas en el diccionario online de lengua inglesa Merriam-Webster, “la” palabra del año fue “vaccine”: vacuna.
Códigos de un año híbrido
“Vacuna” también aparece entre las doce candidatas del año seleccionadas por Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) por su repercusión en los medios de comunicación y en el debate social. La ganadora se anunciará el 29 de diciembre, pero más allá de cuál resulte elegida lo interesante es que, en este contexto pandémico, hablar sobre dosis de vacunas, refuerzos y antivacunas dio lugar a neologismos como “vacunódromo”.
La RAE anunció hace unos días la lista de términos, modificaciones y acepciones que sumará a su famoso diccionario: junto con poliamor, bitcóin (sí, con tilde), bot, ciberacoso, procrastrinador, gentrificación, transgénero y quinoa, en 2021 vivimos una “nueva normalidad”; o, al menos, se aplicaron nuevos hábitos sociales a la actividad cultural.
El modo híbrido se impuso con fuerza. Hubo ferias, exhibiciones, charlas, festivales en ambos formatos. Y todos tuvieron muy buena convocatoria de público, ya sea a través de la pantalla o en vivo y en directo, según el caso.
Best sellers políticos
El mercado editorial local siguió golpeado por el arrastre de la crisis económica prepandemia y, por segundo año consecutivo, se suspendió la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Con todo, hubo un gran best seller indiscutido: Primer tiempo, de Mauricio Macri. Según datos de editorial Planeta, el libro de memorias del expresidente vendió alrededor de 80 mil ejemplares, todo un récord para esta época en la que la tirada promedio ronda las dos mil unidades.
Presentado a mediados de marzo en el Centro de Convenciones porteño, Primer tiempo fue el libro más vendido en la primera semana de lanzamiento. La respuesta de los lectores generó un fenómeno inédito para la filial local de Planeta, ya que el título agotó también los ejemplares en tiempo récord en la preventa por Mercado Libre. Como publicó LA NACION el 23 de marzo, la primera tirada, de 23 mil ejemplares, se agotó en poco más de un día. La segunda fue de 20 mil y luego hubo cuatro reediciones de más de diez mil ejemplares cada una.
En un año electoral marcado por las PASO y las elecciones legislativas, el primer semestre estuvo poblado por una gran oferta de títulos políticos, como Una historia argentina en tiempo real, de Jorge Fernández Díaz, best seller de Planeta.
“Los libros de líderes políticos suelen ser éxitos de ventas, cualquiera sea su tinte. Los argentinos siempre se muestran interesados en lanzamientos de actualidad política y económica. Este año, Primer tiempo ocupó el puesto número 1, así como en 2019 fue el turno de Sinceramente, de Cristina Fernández de Kirchner. En esa línea, también fueron muy solicitadas las novedades de reconocidos periodistas como Nelson Castro, La salud de los papas, y Fernández Díaz, con Una historia argentina en tiempo real”, analizó Jorge González, director comercial de Grupo Ilhsa, en el anuario de la cadena Yenny El Ateneo.
En el ranking anual de best sellers de la misma cadena, el libro del columnista de LA NACION ocupa el puesto 13 entre veinte títulos de todos los géneros. En cerca de mil páginas, Fernández Díaz reconstruye el modo en que el kirchnerismo impactó en su vida en una obra monumental que reúne testimonio, análisis y reflexión.
“En los primeros seis o siete meses del año, mi libro y otros como Diario de una temporada en el quinto piso: episodios de política económica en los años de Alfonsín, de Juan Carlos Torre; La moneda en el aire: conversaciones sobre la Argentina y su historia de futuros imprevisibles, de Pablo Gerchunoff y Roy Hora, atrajeron la atención de muchos lectores, como sucede ahora con Capitalismo y pobrismo (esa es la cuestión), de Miguel Ángel Pichetto y Carlos M. Reymundo Roberts –dijo Fernández Díaz-. Creo que el ensayo político tuvo un buen año, aunque los editores dicen que en los últimos cinco meses casi toda la atención del mercado fue hacia la novela y la literatura juvenil. Eso debe tener que ver con un intento de desconexión de la gente después de atravesar dos campañas electorales, que le quita libido al ensayo político. Pero hay que resaltar que el libro que más vendió en 2021 fue el de Mauricio Macri, como sucedió en su momento con el de Cristina: los dos arrasaron en las librerías”.
Estrategias de marketing
Si hubo un título que generó atención y sorpresa, más allá de la venta, fue el libro blanco sin nombre ni autor que publicó Seix Barral a finales de octubre. Como consignó LA NACION entonces, los ejemplares fueron distribuidos con una carta para los libreros, que fueron invitados a “una cita a ciegas”. “Este libro sin autor ni título, sin imagen de tapa ni texto de contratapa, del cual solo diremos que es una novela, establece con sus lectores un pacto de confianza que encierra una incógnita a develar”, decía la nota de la editorial Planeta.
Todo parece indicar que fueron muchos los que se engancharon con la propuesta marketinera porque ya va por la segunda edición, se lanzó en Chile y sigue generando preguntas y comentarios en las redes del grupo.
El libro blanco no entró en el ranking anual de Yenny: entre los veinte más vendidos figuran, además del de Macri, Castro y Fernández Díaz, La tía Cósima, de Florencia Bonelli (Suma de Letras) en el tercer puesto; Sira, de María Dueñas (Planeta) en el puesto diez seguido por El duelo, de Gabriel Rolón (Planeta) y En el limbo, de Estanislao Bachrach (Sudamericana).
Novelas como Una luz fuerte y brillante, de Viviana Rivero (Emecé), y El funcionamiento general del mundo, de Eduardo Sacheri (Alfaguara) también figuran entre los más vendidos de la cadena de librerías, que este mes abrió una sucursal en Mendoza. “Todos sus libros son siempre muy esperados y se vuelven best sellers al instante”, dijo González sobre el autor de La noche de la usina, que publicó en junio ese novelón de más de 500 páginas con un protagonista muy parecido a él.
Entre los más vendidos del grupo Random House también están Las señoritas, de Laura Ramos, y el horóscopo 2022, de Ludovica Squirru. De Planeta se mantuvo firme la novela Las malas, de Camila Sosa Villada, que a mediados de febrero fue traducida al inglés por el sello estadounidense Other Press.
El dolor de las despedidas
Yo recordaré por ustedes, libro que reúne artículos de Juan Forn, llegó a las librerías un mes y pico después de la muerte del autor, que conmocionó al ambiente literario en junio. Algo similar había ocurrido a fines de marzo con el fallecimiento de Carlos Busqued, autor de novelas como Bajo este sol tremendo y Magnetizado.
El politólogo José Nun, el sociólogo Horacio González, la poeta y ensayista Tamara Kamenszain, el periodista y traductor Marcos Mayer y el filósofo José Pablo Feinmann son otras de las figuras de la cultura que murieron este año. Del ámbito del arte, Jorge Gumier Maier, una figura clave para la renovación de los años ‘90, y el gran Guillermo Roux, que tenía 92 años.
Del exterior, la reciente muerte de Almudena Grandes impactó al mundo literario; también las de Joan Didion, Anne Rice y Wilbur Smith.
Buenas noticias: premios y homenajes
Entre las buenas noticias del año, César Aira, eterno candidato nunca confirmado al Nobel, fue reconocido en abril con el premio Formentor por “el frescor, la versatilidad y la ironía” de su prolífica obra.
A cien años de su nacimiento, Aurora Venturini, que murió en 2015, fue otra de las autoras más leídas del grupo Planeta. Las primas y Las amigas, editadas por el sello Tusquets, agotaron ocho y siete ediciones, respectivamente. En 2021 también fueron publicados El marido de mi madrastra, con prólogo de Ariana Harwicz; Nosotros, los Caserta, con introducción de Claudia Piñeiro, y Cuentos secretos, con texto de Jorge Consiglio. El domingo 19 de diciembre, la autora platense fue homenajeada en el Centro Cultural Kirchner, con el ciclo 365, que terminará en diciembre de 2022.
Después de un 2020 cargado de premios y nominaciones, en abril pasado Mariana Enriquez quedó entre los cinco finalistas del prestigioso premio literario Booker Internacional por su libro de cuentos Los peligros de fumar en la cama (Anagrama). Este mes, ese título fue recomendado por el Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro en el artículo “Los mejores libros de 2021, elegidos por nuestros autores invitados” del diario británico The Guardian. “El hermoso y horrible mundo de Mariana Enriquez, como se vislumbra en Los peligros de fumar en la cama (Granta), con sus adolescentes perturbados, fantasmas, demonios en descomposición, los desamparados tristes y enojados de la Argentina moderna, es el descubrimiento más emocionante que he hecho”, escribió Ishiguro.
Además, Nuestra parte de noche fue una de las ficciones más vendidas del año en el país por el sello Anagrama. La novela de Enriquez apareció en el ranking de los mejores libros extranjeros de 2021 de las publicaciones Lire magazine littéraire y Le Point.
Otro libro de Anagrama que también tuvo buenas ventas y premio fue Los llanos, de Federico falco, que ganó el concurso de novela Medifé Filba por la “inusual belleza” y “gran sutileza verbal” del texto.
De otras tierras
Entre los autores extranjeros publicados por Anagrama que pegaron fuerte en 2021 a nivel local está Alejandro Zambra con Poeta chileno, que ganó este año el premio a la mejor novela del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile.
Emmanuel Carrère, que en junio fue reconocido con el Premio Princesa de Asturias de Letras por el conjunto de su obra, encabeza los rankings de best sellers con la controvertida novela Yoga, en la que narra su experiencia personal con la locura. Por este libro, el autor francés se enfrentó públicamente con su exesposa, la periodista Hélène Devynck, que lo acusó de revelar intimidades y de inventar hechos para provocar al público y a los críticos.
Ya que hablamos de provocadores hay que mencionar a Fernando Aramburu, que publicó en septiembre la novela Los vencejos (Tusquets), de 700 páginas. El autor de Patria escribió una especie de diario íntimo, narrado en primera persona, de un profesor de Filosofía que planea suicidarse en el plazo de un año. “Escribo para inquietar a los lectores”, dijo en la presentación por Zoom a los periodistas de medios hispanos.
El ansiado y un tanto desprestigiado Nobel de Literatura correspondió en 2021 al escritor africano Abdulrazak Gurnah, de 73 años. El Cervantes, el mayor galardón de la lengua castellana, fue para la poeta uruguaya Cristina Peri Rossi, una escritora capaz de plasmar su talento en una pluralidad de géneros. En tanto, otra distinción literaria prestigiosa, como el premio Sor Juana Inés de la Cruz, fue para otra autora del Uruguay, Fernanda Trías.
El fenómeno de los juveniles e infantiles
La literatura infantil y juvenil tuvo un muy buen año. Después del boom de ventas de 2020 impulsado por la cuarentena y la suspensión de clases presenciales, los adultos y jóvenes siguieron comprando libros de distintos géneros para pequeños y medianos lectores. Según el director comercial de Ilhsa, “este fenómeno llegó para quedarse: que los libros de Shelby Mahurin, Adam Silvera y Alice Oseman hayan entrado en nuestro ranking, sin ser novedades, habla de un gran acercamiento de los chicos y chicas a la lectura y una búsqueda por historias en las que puedan verse reflejados (incluso dentro del fantasy). Algo que no nos sorprende es que los primeros libros de la saga Harry Potter siguen apareciendo en nuestros rankings. Un súper clásico moderno que renueva sus lectores, incorporando otras generaciones”.
En el terreno de la primera infancia se profundizó la tendencia de 2020 con excelentes libros de cartoné de editoriales como Pípala, Periplo y Lecturita, con textos de buenas plumas e ilustraciones de artistas del género. No hubo Feria del Libro Infantil presencial, pero la charla inaugural vía streaming la protagonizó Isol, que acaba de publicar un gran libro álbum, La costura (Fondo de Cultura Económica).
Ferias al aire libre
Si bien en la segunda mitad del año se organizaron ferias de libros en distintos lugares del país, esos canales de venta no alcanzan ni siquiera a empardar los niveles de circulación clásicos de la feria tradicional. El regreso de la Noche de las Librerías a la avenida Corrientes estuvo acompañado de muchísimo público, pero las ventas fueron escasas. Los que más circularon fueron los ejemplares usados.
La contracara del “veranito” que vivieron las librerías barriales y virtuales durante los meses de restricciones fue el cierre definitivo de locales tradicionales del centro porteño, como la librería De las luces, ubicadas en zonas que no tuvieron todavía reactivación económica porque siguen, casi, sin movimiento.
En su regreso con gloria, la Feria de Editores convocó unas 16 mil personas: muchos hicieron fila de tres cuadras para ingresar al predio al aire libre, sobre la calle Perón, frente al Parque de la Estación, donde se ubicaron los más de 200 puestos.
Encuentros, sorpresas y récords
En el primer semestre, ante una nueva ola de Covid, volvieron las restricciones y cerraron los centros culturales, museos, galerías y bibliotecas que habían reabierto en el verano con propuestas al aire libre y protocolos sanitarios. Pero después, para las vacaciones de invierno, hubo revancha: con las aperturas escalonadas de las instituciones públicas, volvieron las ferias y los encuentros cara a cara. Los cupos para las actividades presenciales en los museos durante el receso escolar de julio se agotaron en pocos días. Los organizadores destacaron que la gente no sólo se anotó, sino que fue y llevó a los hijos, nietos y sobrinos: el nivel bajo de ausentismo en las actividades gratuitas sorprendió (para bien) en el Museo Moderno, el Centro Cultural de la Ciencia y el Bellas Artes, entre otros.
El Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba) este año tuvo una edición híbrida con talleres y charlas presenciales y otras virtuales. Participaron, a través de la pantalla, figuras internacionales como Ida Vitale, Paul Auster, Elena Poniatowska, Siri Hustvedt, Lydia Davis y Minae Mizumura. Hustvedt y Auster cerraron la edición 2021 con una charla conjunta, por primera vez para el público hispano.
El Malba, que festejó sus veinte años con distintas actividades, retomó sus clásicas fiestas literarias presenciales y participó, también, de la vuelta de la Noche de los Museos. Según el gobierno de Cultura porteño, unas 500 mil personas asistieron a alguno de los museos públicos y privados que abrieron sus puertas, gratis, hasta la medianoche. Por primera vez, el público pudo visitar Colón Fábrica, el depósito de La Boca donde el Teatro Colón guarda escenografías y trajes de ópera y ballet. Fue uno de los espacios más convocantes de la noche.
Eduardo Costantini, coleccionista y fundador de Malba, marcó un récord del arte latinoamericano al pagar 35 millones de dólares por Diego y yo, de Frida Kahlo. En mayo, La obra Juanito dormido, de Antonio Berni, fue vendida en Sotheby’s de Nueva York por la cifra, también récord, de 441.000 dólares.
Las ferias de arte, como Arteba, también tuvieron ediciones presenciales en la segunda mitad del año y volvieron las noches de puertas abiertas en galerías y talleres de distintas zonas de Capital y el Gran Buenos Aires. La Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes cumplió 90 años y el Museo Moderno, por su parte, inauguró sala en forma de laberinto para su biblioteca.
Epílogo
Fue un año intenso, con idas y vueltas, marchas y contramarchas, por la crisis sanitaria, que agudizó la crisis económica. Tanto desde el lado de los productores de cultura (editores, autores, gestores, artistas) como desde los consumidores (lectores, asistentes a muestras, participantes de talleres y clases) se advierten inmensas ganas de volver definitivamente a la cancha sin incertidumbres sobre si habrá nuevas restricciones o cancelaciones.
Un dato muy reciente así lo demuestra: en una semana se vendieron 50 mil entradas para la muestra inmersiva Imagine Van Gogh, que inaugurará en febrero en Buenos Aires. Pero otro dato reciente atemoriza: el coronavirus sigue mutando y, al cierre de esta edición, los casos locales habían escalado al nivel de agosto pasado. Cerramos 2021 con actividades y encuentros, pero con barbijo, claro, y el infaltable alcohol en gel siempre a mano.
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