Juventud, igualdad de género y diversidad, claves del nuevo Salón Nacional de Artes Visuales
Un día después de que se anunciaran los ocho premios Trayectoria a grandes maestros del arte (Delia Cancela, Manuela Rasjido, Carlos Alonso, Juan Carlos Distéfano, Noemí Escandell, Roberto Jacoby, Norberto Gómez y Marie Orensanz), ayer se dieron a conocer los nombres de los 24 ganadores de la edición 107° del Salón Nacional de Artes Visuales (SNAV).
En cada una de las ocho disciplinas del concurso, que este año debutó con cambios en el reglamento, se concedieron tres premios y una o dos menciones. Una de las novedades fue que desde la Secretaría de Gobierno de Cultura se les pidió a los jurados que tuvieran cierta "mirada de género" a la hora de seleccionar y premiar.
En 1907, la Comisión Nacional de Bellas Artes aprobó una propuesta de creación de un Salón Anual de Pintura, Escultura, Arquitectura y Arte Decorativo. La primera edición del Salón Nacional se hizo en 1911 y, desde entonces, se efectuaron cambios en el reglamento (por ejemplo, se agregaron disciplinas). Este año, el sistema de inscripción al Salón Nacional fue online y hubo más de dos mil inscriptos. Además, se puso fin al anonimato de los concursantes.
Por otro lado, se sumaron tres galardones que premiaron las mejores obras del Salón Nacional, independientes de las categorías. Esos tres premios adquisición los ganaron Carlota Beltrame (de Tucumán), Sebastián Gordin (de la ciudad de Buenos Aires) y Santiago Poggio, de La Plata. Pese a que las autoridades anhelaban que en esta edición del Salón Nacional participaran muchos artistas de las provincias, solo un 10% de las más de dos mil obras enviadas acreditaban esa procedencia.
Un jurado integrado por críticos, investigadores y artistas (Rodrigo Alonso, Pablo Siquier, Kekena Corvalán, Julio Sánchez, Carolina Antoniadis, Fernando Allievi y Carina Cagnolo) seleccionó 183 obras. Luego, ante ese conjunto amplio, deliberó y eligió las obras ganadoras de este año. Entre los participantes de la 107° edición del SNAV, aparecen nombres reconocidos junto a los de muchos jóvenes artistas argentinos o extranjeros con dos años de residencia acreditada en el país.
Cagnolo, curadora e investigadora, destacó la diversidad de las propuestas de la edición 2018. También indicó que la curaduría a su cargo en el laberíntico espacio de la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985), donde este año se exponen las obras seleccionadas, respondía a ese aspecto híbrido del arte contemporáneo, que tiende a borrar las fronteras entre las disciplinas.
Debido a que el Palais de Glace se halla en refacciones (la reapertura está prevista para el segundo semestre de 2019), la Casa Nacional del Bicentenario oficia como anfitriona del Salón Nacional. La muestra de las obras seleccionadas y premiadas se podrá visitar, con entrada libre y gratuita, hasta el 30 de diciembre.
En un acto en el que estuvieron presentes la mayoría de los integrantes del jurado, funcionarios públicos, galeristas y artistas, se informaron los nombres de los premiados. Para los primeros premios de cada categoría, se destinaron 60.000 pesos; para los segundos, $ 45.000 y para los terceros premios, $ 30.000. Hubo, además, menciones en cada una de las ocho categorías.
Nombres para recordar
En el rubro Instalaciones y Medios Alternativos, el primer premio fue para Nadina Marquisio, por su obra ¿Es cierto que la nieve simplemente se deja caer? El segundo premio lo obtuvo Rodolfo Santiago Marqués, con Observaciones de los diferentes hemisferios para la conformación de un cuerpo inestable, y el tercero, Lucas Nazareno Tuturro. Hubo dos menciones especiales para los artistas Walter Esteban Tolaba y María Paula Massarutti.
El primer premio en Cerámica lo ganó Nicolás Rodríguez con Paisajes, una gran obra que se asemeja casi a una instalación y que denuncia los efectos temibles de los agrotóxicos en pueblos rurales. Débora Pierpaoli, con Tótem, ganó el segundo premio y Sabina Lis Dragichevich, el tercero. La mención especial fue Mariana Paolín.
El premio de Pintura suele ser uno de los más esperados por el público. La ganadora del primer premio en esa disciplina fue la rosarina Elena Blasco, por su obra Gato acostado, y el segundo lo obtuvo la joven artista Laura Ojeda Bär, con Juanacatlán.
"El año pasado estuve viviendo tres meses en esa localidad mexicana y esa fue la primera obra que pinté en mi cuarto. Me interesó la sensación de quietud que se experimentaba en ese lugar, que era como una antesala entre el nivel calle y el ultramundo del subte. Es una obra muy especial para mí, porque significó una vuelta a la pintura", dijo a LA NACION Ojeda Bär, que en 2019 viajará a Islandia para una residencia de artistas. El tercer premio lo ganó Pablo Sinaí, con su obra Originario. La mención especial fue para Ramiro Achiary.
En Textil, el ganador del primer premio fue Guido Yannito, con una obra sin título, un tapiz hecho con lana de oveja. El segundo premio lo obtuvo la destacada artista Mónica Van Asperen y el tercero, Viviana Rodríguez. La mención especial fue para Lucía Marchi. En Grabado, el primer premio se lo llevó Andrea Moccio, por Flores del jardín de mi madre; el segundo premio fue para el talentoso Juan Emilio Odriozola, y el tercero, para Mariana Pellejero. La mención especial la obtuvo Josefina Neira.
Otro de los premios que se siguen con interés en el SNAV es el de Fotografía. Este año los cuatro ganadores son indiscutibles. El primer premio fue para el platense Nicolás Martella, por su obra MNBA-Sala 16, que integra la serie La realidad de la luz. "Estoy contento –dijo el artista-. No me lo esperaba. La obra es una foto de una de las paredes de la Sala 16 del Museo Nacional de Bellas Artes, enmarcada y con una plaquita de bronce en el marco que dice de qué sala es. Hice fotos de las paredes de todas las salas del MNBA".
El segundo premio lo obtuvo Estefanía Landessman, con su obra Sin título 2 Partidas simultáneas (algunas de sus obras se pudieron ver en la galería Pasto en 2017) y el tercero, Carolina Magnin. "De Visu es una instalación en la que parto de un archivo médico de diapositivas que era de mi padre. Al estar observando las cientos de diapositivas, comencé a darme cuenta de que en los retratos había un patrón que se repetía y que era que las miradas estaban anuladas o vacías. Para mí fue muy clara la objetivación del sujeto a través de la fotografía científica", reveló Magnin. La mención especial la obtuvo otro artista notable del arte de la luz: Bruno Gruppalli, por Fantasma.
En Escultura, las tres ganadoras fueron mujeres: Abril Barrado, Celeste Martínez y Azul de Monte, de la que este año se pudo ver una muestra solista en el Centro Cultural Recoleta. La mención fue para la obra de Diego Pérez, Fin del mundo. En la categoría Dibujo, en cambio, los tres ganadores fueron varones: Agustín Blanco, Amadeo Azar y Julián Terán. En esta categoría hubo dos menciones especiales, para Martín Sichetti y Patrick Gläscher.