La Menesunda llega a Nueva York: la obra de Marta Minujín se recreará en el New Museum
En febrero de 1966, Andy Warhol asistió en Nueva York a la inauguración de una muestra en la Galería Bianchini que le llamó la atención: el público debía sacarse los zapatos para participar de una experiencia que incluía conejos vivos, moscas y figuras realizadas con tubos de luces de neón que se encendían y apagaban en forma intermitente. En cuestión de horas, la Sociedad Protectora de Animales ordenó cerrar "El batacazo" y la obra se destruyó para siempre. Pero le abrió a su autora, Marta Minujín, las puertas de la meca del arte.
Más de cinco décadas después, la reina argentina del arte pop volverá a Manhattan para presentar una de sus principales creaciones en el New Museum: desde junio hasta septiembre se recreará allí La Menesunda, instalación participativa que realizó junto a Rubén Santantonín en el Instituto Torcuato Di Tella en 1965 y que reprodujo en 2015 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Esta última versión fue donada por Minujín al Moderno, aunque la artista conservó el derecho a recrear la pieza dos veces más. Desde Buenos Aires se enviaron decenas de los elementos que la componen a Nueva York, para que pueda ser reproducida de la forma más fiel posible. La directora del Moderno, Victoria Noorthoorn, anunció la noticia con orgullo ayer, durante la presentación a la prensa de la programación anual del museo.
"Es una obra tan avanzada como el inodoro de Duchamp, que rompió con todos los parámetros de lo que era el arte hasta entonces", dijo entusiasmada Minujín a LA NACION. Tras haber participado hace dos años de la prestigiosa Documenta de Kassel con su monumental Partenón de libros prohibidos, consideró este reconocimiento del New Museum como un hecho "extraordinario".
"Sentimos que es un proyecto que transformará de manera radical la historia del arte contemporáneo, al demostrar que de qué manera usted y la escena artística y cultural argentina estaban adelantados a su tiempo, y experimentando con ideas que se desarrollarían mucho más tarde en Nueva York", le escribió a Minujín en una carta Massimiliano Gioni, director artístico del New Museum y marido de Cecilia Alemani, curadora del circuito Rayuela durante la semana de Art Basel Cities: Buenos Aires.
La versión original de la obra se exhibió durante quince días en el Di Tella, donde se invitaba al público a realizar un recorrido laberíntico por una decena de situaciones desconcertantes. Por ejemplo, ingresar en la habitación de una pareja recostada sobre una cama o en el interior de la cabeza de una mujer gigante, donde una maquilladora y una masajista ofrecían sus servicios.
"Minujín busca provocar a los espectadores e impulsarlos a la acción, y ofrecer nuevos modos de encuentro con la cultura consumista, los medios masivos y la vida urbana –dice la página del New Museum–. Su trabajo, junto con el de Niki de Saint Phalle, Christo, Claes Oldenburg, y otros, se cuenta entre los ejemplos más tempranos de ambientaciones de gran escala, y demuestra cómo Minujín anticipó de manera radical la obsesión contemporánea por los espacios interactivos y la búsqueda de experiencias intensas que definen hoy a las redes sociales."