Sinergia física y virtual: el primer festival de NFT a cielo abierto anticipó el futuro del arte
La tercera edición de XReal en la isla El Descanso incluyó el lanzamiento de una nueva plataforma de venta de piezas digitales, con versiones inmateriales de creaciones de maestros argentinos
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Obras que giran sobre sí mismas en el aire, en forma de hologramas, reflejadas sobre el río. Otras, proyectadas con mapping sobre los árboles. Una escultura realizada con impresión 3D, que lleva su origen inmaterial a la dimensión física. Todas esas posibilidades de exhibir en el propio hogar una creación artística digital se presentaron anoche en XReal, el primer festival de NFTs a cielo abierto en la isla El Descanso de Tigre, donde se lanzó además una plataforma de venta de esta tecnología que está revolucionando el mercado de arte.
Versiones virtuales de trabajos de los artistas argentinos Rogelio Polesello, Miguel Ángel Vidal, Eduardo Mac Entyre, Gyula Kosice y Alberto “Bastón” Díaz fueron las primeras en salir al mejor postor en superorange.io, asociadas con Tokens No Fungibles. Es decir, archivos encriptados en la blockchain que garantizan su titularidad y autenticidad, y que son piezas únicas e irreproducibles. Los mismos certificados inviolables que hicieron posible en marzo el récord de 69,3 millones de dólares para una obra digital.
El boom de la aplicación de NFTs al arte que se desató desde entonces pudo comprobarse en la reciente semana del arte en Miami, donde un proyecto presentado en Art Basel hacía retratos basados en los rostros del público. Y esto parece ser solo el comienzo de una tendencia con derivaciones insospechadas.
“Lo que se viene son combinaciones de NFT e inteligencia artificial. Por ejemplo, personas o animales que te siguen con la mirada, se ríen o se ponen tristes. Vamos a terminar hablando con los cuadros”, anticipó Alberto Echegaray a un grupo de jóvenes que lo escuchaban fanatizados como si fuera una estrella de rock. “¡Van a tener empatía!”, respondió entusiasmada una de ellas. Hablaban el mismo idioma.
A su lado se exhibía la obra de este experto en finanzas devenido artista, valuada en 1,1 millón de dólares: una esfera de acrílico transparente que contiene en su interior una billetera virtual con 20 Bitcoins, similar a las que vendió rellenas con dinero triturado en 2014 en arteba. Todas inspiradas en la devaluación de las monedas, tema siempre vigente en un país como la Argentina.
Nacido en 1970 en Venezuela y formado en la Universidad de San Andrés, Echegaray comenzó a invertir en criptomonedas hace una década. Si bien no quiere revelar a cuánto asciende su fortuna hoy, da una pista: acaba de alquilar en Venecia un palazzo de 650 m2 para convertirlo durante la próxima bienal en “el centro de NFT y tecnología blockchain de arte”. Allí estará presente con mapping y hologramas Super Orange, plataforma impulsada por UXart -grupo creativo integrado por Felipe Durán, Beto Resano y Gustavo Errico- con la que formó una alianza desde su empresa Trustlink: él aporta el know how para asesorar a quienes aún no comprenden esta nueva forma de invertir.
“Hace 30 horas que estoy despierto, trabajando con programadores de otro continente”, dijo agotado y satisfecho a LA NACION Resano, uno de los impulsores del proyecto. “Esta plataforma es de la misma calidad que Open Sea o Rarible. Ofrece piezas curadas pero también se podrán subir a partir de la semana próxima obras, música y games”, agrega este artista y programador, cofundador de UXart. Además de crear un museo virtual con obras en realidad aumentada, que también estarán a la venta en Super Orange, este equipo que une arte y tecnología fue el responsable de la intervención del Obelisco con obras de Julio Le Parc en 2019. El mismo mapping proyectado anoche sobre un eucaliptus, como en las dos ediciones anteriores de XReal.
Esta vez, la gran novedad fue el debut de los NFTs. “Con la compra de una obra se accede a la posibilidad de geolocalizarla, exhibirla en la propia casa proyectada con mapping sobre el jardín o en forma de holograma. Mientras se desarrolla el metaverso, nosotros ofrecemos la posibilidad de disfrutarlas de diversas maneras”, señaló Durán, tras leer con entusiasmo el final del manifiesto de arte generativo: “Estamos con [Ignacio] Pirovano –escribieron Mac Entyre y Vidal en 1960- en que el término no debe ser otro término limitativo sino que incluye todas las futuras y legítimas investigaciones que lleven a ‘engendrar belleza nueva’, allí donde el feliz mortal con capacidad creadora la descubra”. “Ellos gestaron la visión –agrega este emprendedor colombiano-. Esto es lo que nos da el permiso para hacer los formatos visuales 3D”.
Y los herederos del legado de los artistas, claro, supervisores del proceso para crear esta “belleza nueva” que ahora sorprende en múltiples versiones. “En medio de la carrera espacial, ellos crearon con regla, compás y tiralíneas imágenes intuitivas que ahora se convierten en lenguaje tecnológico”, señala emocionado Alejando Vidal, hijo del pionero cuyas obras forman parte de colecciones como las de Eduardo Costantini y el Victoria & Albert Museum.
“La próxima edición estará dedicada a Le Parc y va a cantar su hijo, Yamil; probablemente la hagamos en enero”, anticipa Claudio Stamato mientras camina con orgullo entre las hortensias de distintos colores que sembró en El Descanso. Inspirado en los jardines de Giverny de Claude Monet, creó con paciencia durante tres décadas este paraíso natural que ahora sirve de lienzo para el arte digital. Sus fotos de este paisaje único se venden también como NFT en la plataforma OpenSea, puente virtual que se suma a varios de madera que conectan las parcelas de tierra compradas a la familia materna de Domingo Faustino Sarmiento. Otra forma de vincular el pasado y el futuro.
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