

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

La oferta tenística de Australia de enero es tan abrumadora que la víctima es el propio tenis oficial. Los organizadores del ATP de Sydney, donde ya jugaron y perdieron Leo Mayer y Federico Delbonis, se preguntan cual es el significado de tener un ATP 250 con tribunas vacías mientras los aficionados concentran su interés en la previa del Abierto de Australia y en otras actividades que no son oficiales. Camino al primer Grand Slam de la temporada, la primera quincena del tenis australiano presenta un debate que se replica en otros centros mundiales del tenis: ¿Qué le interesa más al público? ¿La diversión o la acción verdadera?
Sydney presentó un cuadro muy respetable (http://www.protennislive.com/posting/2016/338/mds.pdf) para esta edición: el australiano Bernard Tomic (18 del mundo) es el primer preclasificado, sus ocho cabezas de serie son top 40 y el uzbeko Denis Istomin fue el último ingreso directo siendo 61 del ranking. Buenos jugadores para un ATP 250 y la ecuación ideal para quienes lo organizan: el máximo favorito es a la vez un jugador local. Sydney fue el territorio marcado por Lleyton Hewitt, cuatro veces ganador del torneo. Roger Federer lo ganó en 2002. David Nalbandian en 2009 y Juan Martín Del Potro, en 2014. Era ruta obligada para muchos camino a Melbourne.
Pero el campeonato pasó de casi 90 mil espectadores acumulados en 2012 a 56 mil en 2015. Es cierto que su cuadro es competitivo, pero también es verdad que en 2016 no cuenta con ningún top ten que traccione público. Brisbane con Roger Federer tuvo 96 mil espectadores y la Copa Hopman (Australia la ganó, con Nick Kyrgios) sumó otra cantidad similar.
Una foto de Rafa Nadal con el director del Abierto de Australia genera más impacto que los rutinarios resultados del día en Sydney
Ahí está la clave. Los torneos que quedan a la sombra de los Grand Slams (ya mal llamados de preparación…) son el pez chico comido por el pez grande. Le sucede a Sydney ahora. Les pasará a Niza y Ginebra antes de Roland Garros, aunque el torneo suizo tal vez sea incluido por Roger Federer en su gran hueco en el calendario. La saga continúa con Nottingham previo a Wimbledon y con el poco "sexy" ATP de Winston-Salem antes del US Open. Los Grand Slam casi duran tres semanas al ganar consideración informativa y de entretenimiento desde antes de su inicio. Provocan eclipses sistemáticos sobre los ATP 250. Una foto de Rafa Nadal con el director del Abierto de Australia genera más impacto que los rutinarios resultados del día en Sydney.
Always happy to be back here in Aussie land #AusOpen. Idemooo #NoleFam?????? pic.twitter.com/ESyCm1fVkN&— Novak Djokovic (@DjokerNole) enero 12, 2016Australia provoca otro fenómeno. Su "tenis paralelo" despierta mucho interés. Dos canales de televisión analizan comprarle a Tennis Australia los derechos del formato "Fast 4" para hacer un torneo de una semana en Sydney. Es decir, para competirle a la actividad oficial. Esa versión compacta del tenis, contada por canchallena.com en 2015 (http://canchallena.lanacion.com.ar/1764159-se-animara-el-tenis-argentino-al-fast4), atrajo este año a Rafa Nadal, Nick Kyrgios, Lleyton Hewitt y Gael Monfils (https://www.youtube.com/watch?v=mUOYm5PCWew). Esa exhibición agotó las 12 mil entradas en sus dos ediciones. Darle entidad al Fast 4, además de promocionar un formato para atraer a los aficionados, tiene como objetivo que Novak Djokovic haga base en Australia antes del Open luego de jugar en Doha. Al mismo tiempo, en Melbourne se juega el Kooyong Classic, otro campeonato de exhibición que mantiene vivo el juego en el viejo escenario del Abierto de Australia. Otra muestra de interés repartido que afecta la competencia oficial de la ATP.
Las noticias ya llegan desde Melbourne con temperaturas bochornosas y la efervescencia de un Grand Slam muy atractivo para la trasnoche y los desayunos en la Argentina de vacaciones. En tanto, Sydney busca mantener vital su espacio en el mapa. Otro torneo que traía satisfacciones para el interés argentino y que en esta ocasión se acabó en una madrugada de segunda ronda.
mg/ae




