Con la despedida de Helmut Marko, Red Bull dinamitará el último bastión de la vieja guardia de la escudería
El asesor deportivo abandonará la función a fin de año; el austríaco, de 82 años, se sumará a otros dos históricos que dejaron el equipo en 2025
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Con el Gran Premio de Abu Dhabi terminó la temporada de la Fórmula 1. La carrera en el circuito de Yas Marina consagró a Lando Norris campeón del Mundial de Pilotos y con la conquista del británico McLaren firmó los dos títulos en juego del calendario, porque antes celebró el Mundial de Constructores. La alegría que envuelve a la escudería con sede en Woking tuvo un opuesto en la pesadumbre que rodeó a Red Bull Racing (RBR), que con el liderazgo del tetracampeón Max Verstappen ensayó una remontada para intentar retener la corona y extender el dominio: los seis éxitos en las últimas nueve fechas resultaron insuficientes para torcer la historia.
Pero en Milton Keynes los estallidos no se detienen y 2025 será recordado como un año de reformulaciones. El fin del curso dinamitará al último bastión de la vieja guardia: el asesor deportivo Helmut Marko abandonará el equipo, sumándose a las salidas de otros dos nombres históricos que construyeron desde las bases a la estructura que dominó en dos ciclos a la F.1, con Sebastian Vettel y Verstappen.

En el paddock de Yas Marina, Marko ofreció indicios de que su presencia en el futuro de RBR empezó a tambalear. “¿Si volverán a verme el año que viene? Tendremos conversaciones internas y no tenemos prisa. En los años del fundador del equipo, Dietrich Mateschitz, ni siquiera tenía contrato. Para mí es importante sentirme cómodo”, apuntó el austríaco, una de las piezas que estuvo desde el comienzo de la aventura, al igual que el exjefe de equipo Christian Horner y del ingeniero estrella, Adrian Newey.
El triunvirato emprendió un sueño en 2005 y dos décadas después, por diferentes motivos, terminarán la relación con la escudería de Milton Keynes. El patrón del garaje, Horner, fue despedido el 9 de julio pasado de modo inmediato, tras la carrera en Silverstone; arrastraba el escándalo por una denuncia por conducta inapropiada que salpicó al equipo y a la F.1. En septiembre del año pasado quedó definida la partida del mago de la aerodinámica, Newey, que en marzo del actual calendario se sumó a Aston Martin.
En la puja de poder, la fórmula Marko-Jos Verstappen –padre de Max- asomó victoriosa en el conflicto que involucró a Horner, aunque el asesor deportivo austríaco cometió algunos errores que la estructura remarca con el campeonato consumado. Como líder del Red Bull Junior Team elaboró algunas contrataciones y movimientos de pilotos que provocaron descontento en la cúpula de conducción, entre ellos Laurent Mekies -jefe de equipo-, y Oliver Mintzlaff, director ejecutivo de Red Bull. La dureza de sus mensajes también fue objeto de rechazo: desde las palabras hirientes a Isack Hadjar, que en el estreno en la F.1 con Racing Bulls se despistó en la vuelta de formación bajo la lluvia, en Melbourne, a la difamación que ensayó contra el joven Andrea Kimi Antonelli (Mercedes), tras la reciente carrera en Qatar.
Hadjar pidió disculpas al equipo por radio y retornó al paddock llorando. En el camino fue consolado por Stefano Dominicali –CEO de la F.1- y Anthony Hamilton, padre de Lewis. “Un espectáculo lleno de lágrimas, un poco vergonzoso”, disparó Marko sobre la angustia del francés. También careció de diplomacia, y además falseó la verdad, con Antonelli, al ser superado en el desenlace de la carrera por Norris en el circuito de Lusail: “Dos veces hizo señas a Lando [Norris] para que pasara. Era tan obvio. Ahora ayuda a nuestro principal competidor, en Austria estaba chocando [a Verstappen] en la parte trasera”, comentó, aunque días después se retractó, tras el ataque del que fue víctima el joven piloto italiano en redes sociales.
Dominante en el programa de jóvenes talentos –Red Bull Junior Team es la continuidad de RSM Marko, equipo que competía en la F3 y la Fórmula 3000-, los primeros pilotos de la estructura que montó la marca de bebida energizante en 2001 fueron los brasileños Enrique Bernoldi y Ricardo Mauricio. El primer éxito rotundo fue el fichaje de Vettel, cuando el alemán tenía 12 años. La mano de hierro con la que conduce, incentivando la competencia interna, es otro rasgo del austríaco. “Cuanto más los cuidas, peor es. Necesitan sobrevivir”, una de sus frases destacadas.

Un par de movimientos recientes encendieron las alarmas en Red Bull: la muerte del fundador Dietrich Mateschitz en 2022 –la relación empezó en 1984, cuando Helmut era asesor comercial del piloto Gerard Berger, a quien el empresario patrocinaba de modo particular- lo dejó sin el paraguas protector.
La firma por propia iniciativa de Avril Lindblad con Racing Bulls, aunque Red Bull no había definido la situación del británico, y la de Alexander Dunne –liberado por McLaren-, a pesar de que el nombre del irlandés no figuraba en el proyecto de los accionistas, de Mintzlaff y de Mekies… las polémicas que involucraron a Helmut. El desembolso para deshacer el trato de Dunne, que nunca fue anunciado como integrante del Red Bull Junior Team, fue otro episodio que jugó en contra de Marko, informó el medio británico The Telegraph.
Si el descubrimiento de Vettel fue la primera campanada, el siguiente golpe se llamó Verstappen. “Es el piloto más rápido que tuvimos y poco a poco se está convirtiendo también en el más completo. Una combinación perfecta de velocidad, rendimiento y confianza”, apuntó Marko sobre el neerlandés, al que impulsó a dar el salto desde la Fórmula 3 a la F.1, sin escala en la F.2.
Para el austríaco, MadMax era un diamante que necesitaba pulirse, pero no podía permitirse que se lo arrebataran: Toto Wolff, líder de Mercedes, estaba detrás, pero no podía ofrecerle una butaca en las Flechas de Plata porque Hamilton y Nico Rosberg tenían contratos multianuales.

Si Marko tenía alguna indecisión, se la quitó en Nosiring, el circuito urbano en el Campo Zeppeling, de Núremberg. “Después de lo que vi ahí, en pista húmeda, no pensé que la edad fuera relevante. Normalmente hablo con los pilotos jóvenes entre 20 y 30 minutos para hacerme una idea de su personalidad y de la estructura que lo rodea. Con Max, en Graz (Austria), estuve una hora y media y mi conclusión fue que era un cuerpo de jovencito con una mentalidad de entre tres y cinco años más maduro. Casi todo el mundo nos tildó de locos y reprobó su ascenso a la F.1. La Federación Internacional del Automóvil, incluso, actuó de modo estúpido y modificó el sistema de licencias para que ningún otro piloto pudiera debutar antes de la mayoría de edad”, disparó Marko, que el 3 de octubre de 2014, en el Gran Premio de Japón, en la primera práctica libre y al mando de un Toro Rosso, hizo realidad el sueño de empujar el estreno de Verstappen, tres días después de que el neerlandés cumplió 17 años.
Sin el fundador Mateschitz, Horner, Newey y Marko, Red Bull Racing iniciará un nuevo ciclo con Verstappen como única figura dominante de la escudería. El tetracampeón afrontará en 2026 la nueva era que emprenderá la F.1, con un radical cambio del reglamento técnico y de motores. En Milton Keynes, la asociación con Ford necesitará de prontos resultados, porque MadMax, con contrato hasta 2028, podría entablar conversaciones con otras escuderías. Ya no estará su escudo, el hombre que se arriesgó por él.
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