"A Vaulet no se le pueden ver los límites", por Juan Ignacio Sánchez
Juan Pablo tiene varias virtudes de ésas que valen, de ésas necesarias para estar en el alto nivel, con los jugadores de élite, y si logra estabilizar su cuerpo y darle continuidad a su juego, va a ir desarrollándolas cada vez más. Esas virtudes son su mentalidad, su físico de atleta hecho para el básquetbol y un foco fuera de lo común para un chico de su edad. Su objetivo es ser cada vez mejor jugador.
Cuando logre equilibrar sus emociones y aprenda a canalizarlas, y a la vez logre explotar sus cualidades físicas y técnicas (es una cuestión de tiempo, solamente, por lo duro que trabaja día tras día), es un jugador al que no se le puede ver los límites.
Tiene mucho camino por recorrer, pero tiene todas las herramientas para hacerlo bien. Mejorar su tiro, seguir desarrollando su físico y jugar 50 partidos seguidos son los objetivos inmediatos para poder dar el salto a otro nivel. Ésas son cosas que en el corto plazo serán necesarias para seguir evolucionando.
Tenemos en claro que somos una parada en el largo camino que va a recorrer, y es nuestro rol –el que también asumimos con los otros chicos que están en Bahía Basket– asegurarle un entorno favorable dentro del cual pueda prepararse lo mejor posible para dar ese próximo paso.
Además de todo, Juan Pablo merece todo lo que está viviendo porque es un chico excelente.
(*) Juan Ignacio Sánchez es presidente de Weber Bahía Basket