

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.


La FIFA recibió un golpe duro a su credibilidad y a su futuro con la investigación de la Justicia estadounidense. El presidente Joseph Blatter afirmó que vendrán nuevas noticias malas en el futuro, pero que él estará al frente para 'limpiar' el buen nombre de la institución. Blatter avecina un horizonte negro y sabe con qué frente de tormenta se encontrará: están bajo la lupa las designaciones de los Mundiales de Rusia y de Qatar. Una bomba de tiempo que tarde o temprano estallará. Y no quiere que las esquirlas lo dañen.
El número uno de la entidad madre del fútbol sabe que lo que sucedió ayer es la punta del iceberg. La investigación que tiene a los directivos de Concacaf y Conmebol en la mira hace foco, también, en cómo fueron las elecciones de Rusia y Qatar. El dirigente suizo busca aferrarse al sillón de la perpetuidad.
Blatter sabe que en el futuro su nombre puede intentar ser vinculado con este escándalo en FIFA, y por eso eligió la apertura del 65° Congreso para advertir que no vienen tiempos fáciles para el cuartel de Zúrich.
No obstante, el poder llama. Pese a que el presidente de UEFA, Michel Platini, pidió su renuncia, Blatter encabezó, sin manchas ni titubeos, un acto de Zurich. Impermeable a las críticas, ningunea cualquier tipo de vinculación e irá este viernes por su cuarta reelección ante el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein.
El tiempo le juega en contra y por ese motivo Blatter no quiere saber nada de postergación del sufragio. Busca estabilidad para sostenerse en la turbulencia. Más allá de las acusaciones, el suizo quiere seguir liderando la multinacional del fútbol, esa que factura millones y ahora está bajo la lupa.




