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Aunque ya retirado del rugby, Pablo Jancowski, ex jugador de Pucará, sufrió alguna vez las consecuencias por utilizar sustancias prohibidas. Fue 1994, tras un partido ante Olivos. El resultado del control fue lapidario: restos de efedrina y una suspensión por un año.
"No quiero hablar de este tema, ya lo tengo olvidado. Yo sólo tomé un medicamento para el resfrío y me dio positivo", manifestó a La Nación .
-¿Qué clase de medicamento?
-No me acuerdo. Creo que fue Refrianex, pero no me acuerdo bien. Pero no sabía que ese medicamento estaba prohibido. Debieron avisarme.
-¿Quiénes?
-No quiero echarle la culpa a nadie, pero no hay dudas de que conmigo hubo un error. ¿Cómo podía ser que yo, habiendo integrado varios seleccionados, no tuviera información? Quizá debí enterarme por mi club. ¡Si hay control antidoping, debe haber información, es elemental! A partir de mi caso, empezaron a repartir planillas en los clubes.
-¿Quién te dio la noticia?
-Primero me enteré de que había un caso de doping en ese partido y pensé:¡Uy!, pobre el pibe de Olivos que haya sido. Después, me llamó el presidente y no lo podía creer. Me cayó muy mal.
-¿Cómo te trataron después?
-Bien, diez puntos, nadie me marginó ni en mi club ni afuera.
-¿Qué opinás de la nueva reglamentación? P> -Me parece perfecto que se hagan controles. Y estoy de acuerdo con que no se incluyan las sustancias que no mejoran el rendimiento.
-¿Viste droga en el rugby?
-Nunca vi a nadie drogándose.
Cuando en el Cenard se les consultó a los pesistas cuál era su opinión, los deportistas optaron por el silencio, aduciendo que fueron muy golpeados con el tema del doping. En la Asociación, nadie contestó las llamadas telefónicas.
Otro que no quiso hablar fue Guillermo Vilas. El mejor tenista argentino de la historia no se negó a hablar de doping; simplemente dijo que él no contestaba encuestas.



