

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Más que sorpresiva -o extraña si se quiere- resultó la decisión de Daniel Passarella de no convocar a Juan Pablo Sorin -uno de sus jugadores preferidos- y sí a Mauricio Pineda, en lugar de José Chamot que sufre una gripe que lo afecta hace ya varios días y aún no se confirmó su presencia para el partido con Uruguay.
Lo cierto que ayer, en la conferencia de prensa que se realizó en el predio de la AFA, el director técnico del seleccionado nacional dio las explicaciones del caso.
Pero muy lejos estuvo de exponer un razonamiento lógico... Digamos que trató de sortear la pregunta con una evidente excusa. Y bastante poco creíble, por cierto.
"A Sorin no lo convocamos, porque está de vacaciones en Cuba. Y no hay otro motivo", dijo Passarella sin ponerse colorado.
Lo cierto es que el jugador de River hace ya varios días que terminó sus vacaciones en las playas caribeñas y ahora prolonga las horas de descanso mucho más cerca: en Punta del Este.
Justamente, en el mismo sitio donde se encontraba Mauricio Pineda, el defensor de Boca, cuando fue llamado con urgencia por Passarella y debió interrumpir sus vacaciones en aquella ciudad uruguaya.
Ahora bien, ¿Acaso Passarella no estaba enterado en dónde se encontraba Sorin?
Lógicamente, otras fueron las causas que lo llevaron al entrenador del seleccionado a optar por Pineda y no por Sorin. Y que, por alguna razón, optó por no decirlo.
Desde Uruguay, Sorin trató de evitar todo tipo de controversias y no quiso hablar sobre el tema. Por respeto o con el fin de no agregar leñas al fuego.
Pero esta vez, las excusas fueron muy evidentes...
"La Argentina está nostálgica, como Italia, que extraña a Zoff, a Causio, a Bettega, a Paolo Rossi, a Cabrini, a Scirea... esos jugadores ya no están... y en la Argentina no está Maradona". Daniel Passarella no es de regalar elogios. Y menos con Diego Maradona, con quien no habla desde hace años y sólo lo une un profundo enfrentamiento. Claro que la dedicatoria no surgió así, espontánea, sino que nació al explicar un reciente diálogo telefónico con Dino Zoff, presidente de Lazio, con quien compartió a través de la línea sentimientos y realidades del fútbol de los dos países.
Al margen de la situación en la que se produjo el comentario, no dejó se sorprender la referencia. Aunque, en rigor de verdad, no habrá que dejar de mencionar que, más allá de diferencias personales, Passarella nunca dejó de destacar las virtudes del Maradona-futbolista.
Dejando de costado esta perlita que brindó el entrenador en la conferencia de prensa, el tema saliente -y repetitivo- volvió a centrarse sobre la presión, la personalidad y la entrega que deberá presentar el seleccionado en el partido ante Uruguay. Una controversia ya instalada desde la aparición en escena de la mágica palabra "fibra". "No conozco a ningún entrenador de una selección importante del mundo que no tenga presiones, y nosotros disfrutamos de esas presiones. Si no las tenemos es como que nos falta algo... en ese sentido somos masoquistas si se quiere", explicó. De inmediato extendió su comodidad a convivir con las presiones a la situación que atraviesan sus dirigidos de cara al juego del próximo domingo. "Todos los jugadores que están en la selección disfrutan de lo que hacen. Ellos tienen la suerte, en un mundo tan difícil, de trabajar en lo que más les gusta. No todos pueden hacerlo. Los chicos cuando empiezan sueñan con jugar alguna vez estos partidos, con un estadio lleno, por eso ahora se les presenta la oportunidad de autoestimarse y deleitarse... así lo entendía al menos yo, que me lamentaba cada vez que no podía estar en este tipo de encuentros", agregó.
Después optó por sostener que los jugadores son seres humanos y las respuestas están encerradas en cada uno. "Para evitar sobre mis dirigidos los efectos que puede producir el clima externo nada puedo hacer porque serán ellos los que estarán en la cancha y deberán resolver. Yo no juego, dependerá de su personalidad para enfrentar este tipo de compromisos", dijo como restándose responsabilidad y adjudicándosela totalmente a los jugadores. Hasta se permitió ironizar cuando se lo consultó sobre el antídoto para esos rostros pálidos cuando el compromiso es muy serio: "Les aconsejo que tomen sol dos o tres días antes del partido así toman un buen bronceado", bromeó.
Después de esta licencia, tan infrecuente en Passarella, volvió al carril de la formalidad. "¿Cómo noto a los jugadores? Uno se da cuenta al observarlos día a día y están con un espíritu bárbaro y muchas ganas de jugar. ¿Cómo estoy yo? Tranquilo aunque con ansiedad porque quisiera que el partido empiece ya", explicó.
Acerca de lo decisivo que puede resultar este encuentro con los uruguayos, Passarella optó por no responder nada concreto. "No me gusta predecir lo que va a pasar, no me gusta adivinar. No pensamos cambiar el módulo y jugaremos como siempre lo hemos hecho más allá del planteo que propongan ellos. De todos modos la presión será para los dos igual porque la necesidad también es la misma. Tanto Argentina como Uruguay tienen que sumar los tres puntos por eso no creo que ellos estén muy tranquilos. Nos nos olvidemos que salvo Colombia y Paraguay que están más cómodos, los otros están tan necesitados o bastante más incluso que la Argentina", adelantó.
Cuando llegó el turno de explicar las exclusiones de Javier Zanetti y de Juan Pablo Sorin -el técnico optó por cubrirse con Pineda ante las dudas que despertaba el estado de salud de Chamot-, Passarella no convenció. "El inconveniente de Chamot surgió de golpe, muy de pronto, casi nos dejó sin tiempo y por eso, ante las dudas, optamos por recurrir de urgencia a Pineda que se encontraba cerca, en Punta del Este. Porque además, Sorin está de vacaciones en Cuba", manifestó. Desinformado Passarella, el lateral de River hace varios días que, casualmente, está en el balneario uruguayo, muy cerca de Pineda.
Hecha siempre la salvedad de que el entrenador tiene todo el derecho de convocar a quien crea conveniente, por la ausencia de Zanetti tampoco aportó claridad. "En Inter está jugando de volante por la derecha y en ese puesto está Simeone", se limitó a explicar. En realidad, salvo cuando justamente debió reemplazarlo al volante de Atlético de Madrid ante Chile por la acumulación de dos amonestaciones, Zanetti con Passarella siempre se desempeñó como lateral derecho. Más allá de que en Italia se haya vuelto habitual que no juegue en ese sector.
Criticado por las últimas actuaciones de su equipo, Passarella prefirió esquivar el presente y pensar en un futuro que imagina muy venturoso. "Las eliminatorias son muy difíciles, pero confiamos en clasificarnos para Francia. Allí cambiarán las perspectivas y tendremos grandes posibilidades porque ahora los jugadores jóvenes están adquiriendo experiencia y van a llegar al Mundial con un añito más y con grandes condiciones. Argentina será candidata en el Mundial", cerró el entrenador con un mensaje de marcado optimismo.
Cuando esta mañana, a las 8.05, llegue Claudio López procedente de Madrid, en un vuelo de Iberia, el plantel del seleccionado argentino quedará completo de cara al cotejo del próximo domingo, ante Uruguay, por las eliminatorias para el Mundial de Francia.
La demora en el arribo del delantero de Valencia se debió a que el equipo que conduce Jorge Valdano jugó el lunes último ante Betis (igualó 1 a 1), en el partido postergado de la 18va. fecha de la Liga española.
Ayer por la mañana se sumó al grupo que está concentrado en el predio que la AFA posee en Ezeiza el defensor de Lazio, de Italia, José Chamot. Su llegada tardía -se lo esperaba en la tarde del lunes- estuvo ligada con un estado gripal y agudos dolores estomacales que le impidieron tomar el vuelo original.
Además, también trabajó Mauricio Pineda, el lateral de Boca, que de urgencia había resulto convocar Daniel Passarella por precaución, en caso de que Chamot que experimentase una sensible y rápida recuperación. Por segunda vez en pocos días, Pineda debió abandonar sus vacaciones en Punta del este para acudir a un llamado de apuro de Passarella. Antes del amistoso en Mar del Plata, ante Yugoslavia, cuando Raúl Cardozo se desgarró, también fue el defensor de Boca quien tuvo que sumarse al seleccionado.
La actividad estuvo repartida en doble turno y consistió en trabajos físicos, y tácticos matinales y fútbol (once contra once con la colaboración de juveniles del Sub 17). Para hoy, el entrenador del seleccionado tiene previsto jugar un encuentro amistoso frente a algún equipo de primera división que restaba confirmar debido al comienzo de las pretemporadas de la mayoría de los planteles, pero lo más probable es que se trate de Banfield.
A cinco días del choque con Uruguay, el parte médico se limitó a hacer referencia a la buena evolución de la otitis que afecta a Batistuta, a la mejora gradual de los malestares gastrointestinales que tuvieron a mal traer a Chamot y a una mialgia (dolor en el aductor derecho) en Fernando Galetto.
Mientras en Montevideo se aguarda una recaudación cercana al millón de dólares, ayer aquí, en las boleterías del Luna Park, continuó con ritmo lento la venta de entradas reservadas a los hinchas argentinos.
De las 5000 ubicaciones originales que cedió la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), hasta ahora se han vendido 2011 lo que representa una recaudación parcial de 24.132 pesos. Las entradas se podrán adquirir hasta pasado mañana, de 10 a 20.
MONTEVIDEO (De un enviado especial).- Las dudas no se despejan en el seleccionado uruguayo. La posición de Gustavo Méndez y la conformación del medio campo se mantienen como incógnitas en la mente de Juan Antonio Ahuntchain, el técnico de Uruguay.
"Sólo el jueves podré tener el panorama más completo", se lamentó el entrenador luego del entrenamiento matutino de ayer (la práctica vespertina está vedada para periodistas y curiosos). Y con razón se quejó. Es que Enzo Francescoli volvió a no efectuar tareas con la pelota y Gustavo Méndez, el comodín del equipo, no llegó sino por la tarde.
Las ausencias obligaron al DT a improvisar un picadito en la media cancha, que no le sirvió más que para ver las diferencias que podrían decidirle a incluir a Gabriel Cedrés o a Marcelo Saralegui. Ambos tuvieron un buen nivel en el entrenamiento, por lo que una de las dudas de la zona central se definiría entre el hombre de Boca y el de Colón, siempre y cuando Méndez actúe como defensor.
Eber Meas, Nelson Abeijón y Pablo Bengoechea parecen ya titulares seguros, mientras que la posibilidad de que juegue Sebastián Abreu se diluyó mucho con la llegada de Daniel Fionseca, quien acompañará a Francescoli en el ataque.
Ayer, Francescoli se movió sin demasiado esfuerzo ("por un cansancio muscular", explicó Carlos Voituret, el médico) y, tras la práctica, salió corriendo para la Mutual de Jugadores. Su presencia resultaba fundamental para conseguir un panteón para el gremio de futbolistas.

