

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
La cancha de Racing resultó demasiado grande para dos equipos que ofrecieron tan poco, como Arsenal y Tigre. Si es posible interpretar el resultado, 0 a 0, como un castigo para ambos, entonces se hizo justicia, porque ninguno tuvo la audacia y las ideas para quebrar al adversario, algo que está lejos de ser un imposible.
El primer tiempo fue apenas bien jugado. En rigor, habría que decir que sólo hubo intenciones de tocar y buscar por abajo, pero que nunca estuvieron acompañadas por argumentos colectivos sólidos. En tan alicaído panorama, las dos situaciones de riesgo (una para cada uno) fueron demasiadas.
Y en la segunda etapa, la ilusión provocada por un ritmo en crecimiento fue abortada rápidamente por el técnico de Tigre, que sacó a los dos delanteros a los 8 minutos para poner a otros dos jugadores con funciones de volantes. Así, quedó claro que al equipo de Victoria sólo le interesaba el empate.
Arsenal fue un poco más arriba, pero siempre con carencias tan importantes que hicieron infructuosa su búsqueda. Rubén Palavecino se destacó por sobre el resto, aunque mucho no necesitó para lograrlo. Apenas con algunos chispazos le fue suficiente.
Sin pena ni gloria, el encuentro llegó a su fin. Y fue lo mejor que le pasó a la tarde en Avellaneda.

