En la MLS, la súplica de Pity Martínez no tuvo efecto frente al goleador Josef

Con el sorprendente Philadelphia entre los punteros de la Conferencia Este de la Major League Soccer, el partido entre Atlanta United y New York City era el eje de la jornada. Fue el partido del venezolano Josef Martínez, autor del doblete con el que el equipo que dirige el holandés Frank de Boer se impuso por 2-1 en el Mercedes Benz Stadium: por sus festejos, porque logró un record al convertir en diez partidos consecutivos, pero también porque le negó, a pesar de la suplica, la ejecución del penal que significó el 2-0 parcial a Gonzalo Pity Martínez, a quien le cometieron la infracción.

La relación futbolística entre los Martínez es uno de los argumentos ofensivos con los que el actual campeón defensor de la MLS se anima a ilusionarse con una nueva corona; Pity filtró un pase para el centro con el que el alemán Julian Gressel asistió a Josef que, de cabeza, marcó el 1-0, a los 42 minutos del primer tiempo. Cabeza con cabeza, el artillero que tiene el cabello platinado, y el N°10 festejaron el gol con el que el venezolano rompía el record que compartía con Diego Valeri, de 9 tantos en partidos consecutivos.

A los 15 minutos del segundo tiempo se produjo la acción que despertó el pedido de Pity y la negativa de Josef. El argentino, por la izquierda, enganchó frente a James Sands, que le cometió una grosera infracción. Desde el piso, juntó las manos y luego, con el dedo índice de la mano derecha, le pedía la oportunidad de lanzar el penal. "Una, una", se leía en los labios de Pity. Nada de eso modificó el pensamiento de Josef, que tomó la pelota y la colocó debajo del brazo izquierdo, a la espera de la orden del árbitro.

El venezolano marcó con jerarquía, se encendieron los clásicos fuegos de artificios detrás del arco, y el saludo entre Pity y Josef, que acumula 18 tantos y ya es un clásico de la MLS, aunque el máximo goleador es el mexicano Carlos Vela, de Los Ángeles FC, con 22.

Con la fórmula Martínez también festejaron otros cuatro argentinos: Leandro González Pirez, Eric Remedi, Franco Escobar y Ezequiel Barco, mientras que la desazón fue para Maxi Moralez, uno de los líderes de New York City FC.