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Como sucedía con esos precarios aparatos con aspiraciones de avión que los pioneros intentaban poner en el aire a principios del siglo XX, el ambicioso proyecto de Daniel Grinbank al frente de Leganés "se estrelló" muy poco después de su despegue. El empresario argentino, que cinco meses atrás desembarcó en el sur de Madrid para ponerle color argentino al club de la segunda división española, anunció ayer que retiraba su apuesta por causas económicas.
El anuncio de Grinbank sorprendió a todos. El 10 de agosto último había adquirido el 86 % de las acciones del club y había puesto en marcha un proyecto en el que primarían el largo plazo, la búsqueda de nuevos talentos y el deseo de ascender a primera división en tres años; una idea avalada por la contratación de l ex entrenador de los seleccionados juveniles de la AFA, José Pekerman, que asumió como director deportivo. Además, Leganés terminó de convertirse en una especie de colonia argentina con la llegada de un entrenador, Carlos Aymar, y 15 jugadores nacidos en nuestro país.
"Quiero agradecer la colaboración de Leganés, de las empresas que apoyan este proyecto, de los medios de comunicación, del cuerpo diplomático argentino y de todos los profesionales del club, pero me veo obligado a dejar la entidad por cuestiones económicas", expresó Grinbank. Unos minutos antes, y seguramente en un tono menos formal, les había comunicado lo mismo al cuerpo técnico y al plantel.
Los números no iban de la mano de las pretensiones de Grinbank en estos meses al frente del club español. La pobre campaña del equipo -que está a tres puntos de la zona del descenso, a 14 de la punta, con cuatro triunfos, nueve empates y cinco derrotas-, las flacas recaudaciones y la falta de un jugador destacado para pensar en una posible transferencia terminaron por convencer al empresario de que su emprendimiento no tenía posibilidades lucrativas. El punto más alto en cuanto a recaudación y trascendencia del equipo se produjo en la derrota agónica frente a Real Madrid por 4-3, que lo dejó fuera de la Copa del Rey.
La deserción de Grinbank colocó en una situación de incertidumbre a los argentinos que integran el plantel de Leganés, ya que sus contratos están ligados directamente al empresario. "Nos cayó una bomba encima. La verdad es que no puedo salir de mi asombro", comentó el DT Carlos Aymar en declaraciones a radio La Red. El entrenador contó: "No había ningún indicio de esta decisión. Pekerman sólo se enteró a última hora de anoche por anteanoche) y hoy (por ayer) les di libertad a los jugadores para que hagan lo que quieran el próximo fin de semana. Es una situación excepcional". El próximo encuentro de Leganés será pasado mañana, ante Algeciras.
La situación le devolvió protagonismo a Jesús Polo, el ex propietario del club, que después de la llegada de Grinbank había mantenido en forma simbólica la presidencia, cargo que ejerció en los últimos 27 años. Polo se haría cargo de los costos del plantel, aunque resta saber en qué situación quedarán los jugadores argentinos. Si deciden dejar el club, Leganés afrontará en una situación muy delicada, ya que representan casi el 50 % del plantel.
La intervención de Grinbank en Leganés siguió una parábola similar a la de otro empresario argentino: Marcelo Tinelli. El animador fue el primero en arriesgar un proyecto en un club de la segunda división española. En 1998 adquirió Badajoz y le dio un toque argentino, pero tres años después se apartó por los flojos resultados deportivos y económicos.




