

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

Por primera vez, Banfield se concentró dos días antes del partido, todo un símbolo de que no vive tiempos distendidos. En dos temporadas, ni una vez Matías Almeyda , el conductor, había tomado esa decisión. Hacía falta tranquilidad, serenidad, templanza. El Taladro no consigue resultados positivos desde hace un buen tiempo y el entrenador suele estar en el foco de la tormenta, más allá de la propuesta ambiciosa. Si no gana...
Y ganó. Con sufrimiento, es cierto, cuando pudo haber goleado. Ganó y calmó a las fieras de la resistencia a su proyecto, más bello que efectivo. El triunfo por 3 a 2 sobre San Martín, de San Juan (otro noble equipo ofensivo, aunque sufre de los mismos dramas defensivos que su adversario), provocó alivio. Aunque no transformó la escena: sigue habiendo dudas, polémica y desatinos. Como cuando Banfield consiguió el 1-1, marcado por Noir : un grupo de plateístas se enfrentó sin miramientos. La política, el rendimiento de Erviti y el equipo en general provocaron una disputa que casi termina en violencia.
"Estoy conforme con la actitud después de una semana en la que se habló de muchas cosas. Los jugadores siempre se brindan con toda su capacidad y esperemos que este triunfo sea el punto de partida de una mejoría", afirmó Almeyda. Y siguió por el mismo camino: "Me siento firme en Banfield, estoy muy cómodo en el club y quiero seguir con este plantel y esta propuesta".
Su declaración de principios, sin embargo, empezó en el pozo. Bueno abrió el marcador y generó un sismo en el club del Sur, que entendía que este partido era especial. El empate, citado líneas arriba y la reacción, señalada por Cuero , recuperaron el semblante del universo verde. Más aun: Iberbia , en contra, abrió el camino a la posible goleada. Pero Banfield convive en la ira. Otro tanto de Bueno provocó suspenso. Y Banfield ganó a lo Banfield: con sufrimiento.



