Cómo es la nueva vida de Sebastián Saja en el Gimnástic de Tarragona: "Siento nostalgia por Racing"

Sebastián Saja camina hacia uno de los arcos del Nou Estadi de Tarragona para hacer la entrada en calor, a media hora del arranque del partido ante Levante. La escenografía que ve en esa cabecera lo sorprende: unos 20 hinchas de Racing, de la Subfilial Barcelona, viajaron hasta allí para agradecerle al Chino las cinco temporadas que pasó en celeste y blanco. Tras su expeditiva salida de la Academia, a los 37 años, Saja eligió la tranquilidad de esa ciudad que da al Mediterráneo para ensayar sus últimas atajadas, con el buzo de Gimnastic (de la segunda división de España), aunque su lazo con el fútbol argentino siga presente. “Cuando anuncié que no seguía en Racing, buscaba una posibilidad como la que me da este club: continuidad, buena calidad de vida en un país y una ciudad donde se está muy bien. Quería eso para este último año, o estos últimos años, de mi carrera”, explica el arquero en una charla con la nacion.

-¿Por qué volviste a Europa a los 37 años?

-Yo ya había jugado un año esta Liga. Es considerada la sexta mejor del mundo. Uno creía que para la exigencia de lo que pretende un grande de la Argentina, con todo lo que ello conlleva, a esta edad no lo podía afrontar de la misma manera que las cinco temporadas anteriores. Por la exigencia que uno mismo se impone en un club que quiere tanto como Racing, en el que viví tantas cosas, creí que era el momento de darle el lugar a otro e irme como siempre soñé: reconocido, querido y con el cariño mutuo con la gente.

-¿Es muy desgastante el fútbol argentino?

-Mucha gente no entendió por qué me iba, porque es difícil escuchar a un jugador decir ya no tengo el nivel para un club grande. Ese fue el motivo principal, pero obvio hubo un montón de cosas que se sumaban. Creo que físicamente todavía puedo atajar y me siento bien. No quería retirarme con la sensación de que al menos podría haber jugado un año más. Se dio así. Me hubiese encantado retirarme con la camiseta de Racing. No se dio en esta etapa, pero el fútbol es una rueda que gira muy rápido. Y nunca se sabe.

-Estuviste casi dos meses entrenándote por tu cuenta, sin que apareciera un club. ¿Llegaste a pensar en el retiro?

-Estaba mentalizado, pero sobre todo cuando pasaba el tiempo y no terminaba de cerrar con ningún club se empezaba a hacer más difícil. Pero tenía claro que si no salía nada interesante, existía la posibilidad del retiro. Igual no falté nunca a un entrenamiento. Le agradezco a Juan Gambandié (NdR: ex entrenador de arqueros de Racing), que me dio una mano entrenando. Eso hizo que yo llegará acá un martes y debutara en buena forma el domingo.

-Mientras vos entrenabas por tu cuenta, Racing buscaba arquero. ¿Ni lo pensaste?

-A mí la decisión me costó mucho, me llevó tiempo pensarla y meditarla. No hubiera sido prolijo de mi parte volver atrás un mes y medio después. Más allá de que Racing seguía en la búsqueda de un arquero, hubiera dado a entender que volvía porque no había ninguna chance que me interesara. Al club uno lo extraña. Y estando afuera tengo esa nostalgia de ya no formar parte de Racing, pero lo tengo totalmente asumido.

-¿Cómo se ve desde lejos el fútbol argentino?

-Como se ve desde ahí. Es muy desprolijo todo. Les digo a mis compañeros que en la Argentina tal vez hasta un día antes del partido te cambian el horario y es muy difícil que entiendan que eso puede pasar. Ojalá que haya un cambio y esto sirva para que aprendamos. No digo que tengamos un fútbol como en Europa, porque nosotros vivimos en el continente sudamericano, pero sí un fútbol más prolijo, sobre todo para el público, que es el más perjudicado.

-¿Se puede ordenar?

-El fútbol no es ajeno a lo que somos como sociedad y como país. Si nosotros tenemos grandísimas fallas en el poder político, es imposible que tengamos un fútbol limpio y transparente. En el fútbol somos un espejo de lo que somos como país, por supuesto. Así como hay una transición de entrenadores jóvenes, con otro tipo de metodología de entrenamiento, lo mismo va a ir sucediendo con la clase dirigencial.