El lado oscuro del desafío de los grandes

Terminó la temporada, otro escenario se presentará con el comienzo del nuevo torneo. El mismo sistema de disputa, dos campeonatos de 19 fechas, apenas maquillado con la definición por el título y el sistema de descenso. El fútbol argentino volverá a tener un solo campeón, el vencedor entre los ganadores del torneo Inicial –hoy se conocerá si empieza el 3 o el 10 de agosto– y Final; tres equipos perderán la categoría, los peores de la tabla de los promedios, eliminándose las promociones. Después de un año atípico, con River en la primera B Nacional, otra campaña singular se espera para el 2012/2013. Cuatro de los denominados cinco grandes arrancarán en plena lucha para mantenerse en la elite. Sólo Boca quedará excluido de la lista.

Algunos actores se repiten, y ya tienen experiencias en esta clase de batallas estresantes. San Lorenzo, el primero de los grandes que descendieron, termina de superar una etapa de máximo sufrimiento al doblegar a Instituto, en la Promoción, pero tendrá que encarar otro complejo desafío. No será el peor de esa tabla que mete miedo, tensa el ambiente y acumula presiones: Independiente, junto con Newell’s, estarán en el piso de los equipos que dividen por tres temporadas. Una rareza para los Rojos, que siempre observaron con cierto desinterés ese juego perverso en el que se convirtió dividir los puntos por la cantidad de encuentros jugados. Para los rosarinos el problema no es nuevo, y la formidable tarea que lideró un ícono como Gerardo Martino en la conducción los liberó esta temporada, aunque deberá redoblar los esfuerzos para trepar peldaños.

Luego aparecen aquellos equipos que ascendieron hace un año –San Martín, de San Juan, Unión y Atlético de Rafaela–, mientras que Godoy Cruz y Racing –el primero de los grandes en revalidar la plaza en una Promoción– asoman con un poco más de oxígeno, aunque no pueden desconocer las dificultades. River, en una versión inimaginada para su rica historia, empezará con puntaje cero, al igual que Quilmes, después de lograr el ascenso. Será el primer grande que se vestirá con ese incómodo ropaje que ciñe a los recién ascendidos; si se toma en cuenta lo que sucedió en la reciente temporada, los sanjuaninos, que acumularon 48 unidades, no lograron zafar.