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El secretario general de River, Stéfano Di Carlo, expresó duras críticas hacia Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata, debido a su relación con el empresario estadounidense Foster Gillett: “Todo lo que hace y dice Verón genera desconfianza”. La “tensión” viene desde hace semanas, debido a que en este mismo mercado de pases el Grupo Gillett intentó contratar a Sebastián Driussi, en medio de la negociación del futbolista con River, para llevarlo a Estudiantes. Di Carlo recordó la situación hablando con la prensa: “Se metieron, hicieron una oferta, actuaron de modo desleal, sin el consentimiento del jugador, sin el consentimiento de nadie. Y la verdad les salió un poco lamentable”.
Finalmente, el delantero de 29 años volvió al equipo de Marcelo Gallardo, a cambio de 10 millones de dólares. “Hubo una intervención deshonesta de Estudiantes, lo que apuntaba el presidente de River la otra vez. Es tal cual lo dijo él. De eso sí tenemos certeza”, comentó respecto a las declaraciones que hizo en su momento, Jorge Brito, sobre el tema. Aseguró también que no tuvieron un diálogo con Verón tras lo sucedido y explicó: “No hemos tenido conversaciones, porque en el mismo sentido no hubo conversaciones cuando interfirieron en una operación en la que no tenían ningún vínculo ni nada que ver”.
"TODO LO QUE HACE Y DICE VERÓN GENERA DESCONFIANZA"
— DSPORTS Argentina (@DSportsAR) February 12, 2025
▶ Stefano Di Carlo, secretario general de River, cuestionó al presidente de Estudiantes a raíz de la negociación por Driussi.
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Foster Guillett y su acuerdo con Estudiantes, aún por definirse, es el tema de conversación en los últimos días en el fútbol argentino, especialmente por las demoras en los pagos de los acuerdos por transferencias de jugadores. A River lo toca de cerca, ya que espera el dinero de la operación de Rodrigo Villagra, a quien se lo pudo ver entrenando por su cuenta en plazas de Buenos Aires, a la espera de la resolución de su futuro. El mediocampista deja el club a cambio de 11.5 millones de dólares en total, que deben ser pagados por el empresario estadounidense (todavía no depositó el dinero).
La normativa de la FIFA prohíbe que los clubes realicen transacciones directas con fondos de inversión privados. “Lo primero que hay que tener en cuenta es que no puede existir un acuerdo de este tipo, ya que el reglamento de FIFA lo impide. Un club no puede venderle directamente a un fondo inversor”, explicó Di Carlo. “Por un lado, está Verón y su club, y, por otro lado, hay un grupo inversor que hace acuerdos en forma privada con jugadores, que después esos jugadores en forma privada plantean las rescisiones a los clubes donde están”. Además, añadió que, “por lo que todos sabemos”, su destino no sería el Estudiantes de la Brujita, y que esperan se resuelva en el corto plazo.
Además, en la polémica sobre la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas al fútbol argentino, Di Carlo reafirmó que su club está en contra. “Esta dirigencia de River ratifica la condición de las sociedades civiles. No estamos a favor de las SAD. No creemos que la voluntad o el ánimo de una persona o un grupo inversor de turno deba determinar el destino del club”, dijo categóricamente Di Carlo, en el marco del debate constante sobre la posible implementación en el fútbol argentino.
“No se puede hacer una planificación seria y de largo plaza con la voluntad y el ánimo de uno o varios seres humanos. River, todo lo que ha hecho, como la obra del estadio, la transitó y la sostuvo de la mano de 350.000 socios”, resaltó desde Mendoza, horas antes del choque de River contra Godoy Cruz por la fecha 5 del Torneo Apertura.
Por su parte, Juan Sebastián Verón defendió el acuerdo con Foster Gillett en los últimos días, atribuyendo las demoras a “cuestiones burocráticas” y asegurando que los compromisos se cumplirán. “Con Foster Gillett hablo día por medio. Él está en Buenos Aires y está ocupado en resolver esta situación y en cumplir. Acá hay algo importante que decir: las culpas son compartidas. El club le pidió un préstamo a Foster y bueno, ahora tiene que aguardar estas cuestiones burocráticas. Se dio así, no es que el dinero no se transfirió o no se quiso transferir. El club asumió un riesgo también en esperarlo y hay que hacerse cargo de eso. Para el futuro, esto no se puede repetir. Él confiaba que el movimiento (de recursos) iba a ser fluido”, afirmó en declaraciones con Radio Provincia.
Además, Verón enfatizó que, si el proyecto no prospera en la Asamblea Extraordinaria de socios, considerará dejar su cargo: “Esto es un proyecto mío. Si no sale, me llevará puesto a mí. El club, como está hoy, no tiene más para crecer. Si no hay acuerdo, yo no tengo ganas de seguir renegando, porque en junio tendríamos que vender a todo un plantel y traer otro. Es esa la realidad. Pretendo y quiero algo más grande”.
La controversia y desconfianza hacia el empresario pone de relieve las diferencias entre los clubes argentinos respecto a la incorporación de capitales privados y la transformación de las estructuras tradicionales del fútbol nacional, especialmente las SAD, propuesta impulsada por el presidente, Javier Milei.