En la cabeza de Eduardo Coudet hay un gol (de pelota parada)

No es novedad que, desde el momento de gestionar los refuerzos, Eduardo Coudet le pone particular atención (en función de las características de los futbolistas apuntados) a que además le puedan dar un plus en las pelotas paradas, ya sea en los roles de ejecutores como también en los cabeceadores. Así llegaron Neri Cardozo, Pol Fernández, Centurión (para patear), Sigali, Donatti, Bou y Cristaldo (para cabecear). Hay partidos que a este Racing puntero le cuestan más, como ante Newell’s, aunque los termina resolviendo con un córner (lanzamiento de Pol Fernández) y un cabezazo (remate cruzado de Cristaldo), para dejar sin chances al arquero Aguerre. Está claro que a la Academia todavía le quedan varios detalles para ajustar como equipo, pero mientras tanto gana sacándole provecho al recurso hasta en días donde las lesiones lo complican más de la cuenta.

Hay planificación y también eficacia. Desde que Coudet es el DT de Racing y tomando como referencia las Superligas 2017/2018 y 2018/2019 más la Copa Libertadores 2018, el equipo lleva anotados 16 goles de pelota parada (nacieron desde un tiro libre frontal o lateral o un córner) y diez de ellos los convirtió de cabeza.

Pero en la faceta defensiva también logra reunir eficacia, al punto que en los torneos mencionados solo le convirtieron dos tantos de pelota parada (uno de ellos de cabeza). Por el estilo vertiginoso que tiene el equipo (fomentando el ida y vuelta) es posible que a Javier García (antes Arias) le tiren varios centros. Solo Newell’s le ejecutó 15 pelotas paradas, de las cuales la Academia ganó en el juego aéreo en 10, varias desde los ataques libres al balón de Licha López y Cristaldo. Ayer Víctor Figueroa pudo vulnerarlo por esa vía, y uno de los goles de River en la sufrida eliminación de la Libertadores fue de córner (el de Borré). Pero son excepciones que confirman uno de los puntos fuertes del líder de la Superliga.