Fernando Signorini, sobre el bidón de Branco: “Lo vi y no está bien”

La polémica por el agua adulterada que tomó Branco en los octavos de final del Mundial de Italia 90 jamás se acaba. Se trata de una historia que empezó como un relato mitológico y día a día se configura como un hecho que efectivamente pasó. Conviene recordar el momento: en el partido entre la Argentina y Brasil de aquel mundial, en un momento de descanso, el banco argentino le acercó un bidón de agua a Branco que, según declaraciones posteriores del jugador, estaba mezclada con una sustancia que afectó su físico.

Ahora, el que habló fue el preparador físico Fernando Signorini, que acompañó a Diego Maradona en Italia 90: "Lo de Branco no está bien", empezó contando el "profe" al programa Arroban. Ante la la consulta del periodista si había visto que a Branco ofrecieron agua adulterada, respondió: "Sí, lo vi. Todo lo que se hace dentro del reglamento, está bárbaro. Pero si lo transgredís, tenés que pagar las consecuencias. En el fútbol, como en la vida en sociedad. Por eso, no se puede ganar de cualquier manera", expresó. Y más adelante, añadió: "Lo que hizo está comprobado ¿es legal eso?"

Signorini se refería a otra vieja dicotomía argentina: ¿Bilardo o Menotti?. "Vos podés decir que te gusta más el estilo de uno o de otro. La principal diferencia entre Menotti y Bilardo, no radico en eso, es la valoración de la ética y del hecho deportivo. Menotti no negociaría principios para lograr el fin. Y Carlos no tendría problemas con tal de ganar", explicó.

La polémica de Branco en el Mundial 1994

Cerrini, el culpable del doping de Maradona en Estados Unidos 94

"Me cortaron las piernas". La frase de Diego Maradona quedó en la historia del fútbol y aún se repite una y otra vez en la sociedad argentina. Pero, ¿quién fue el culpable del doping? Según Signorini, el gran reponsable fue Daniel Cerrini -un cuestionado físicoculturista y dietólogo-, quien por ese entonces era el preparador físico del 10.

"Obviamente fue el responsable porque él fue quien le suministró la sustancia. Fue muy triste. Más que las piernas le cortaron el gran sueño de su vida, que era que Dalma y Gianinna lo vieran por primera vez jugar un Mundial. Ese fue el argumento por el cual me terminó de convencer. Yo le había dicho que no dos veces", sentenció Signorini.

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