Frío, distante y con demasiados problemas

Es todo tan denso que no se puede ocultar la distancia. Tan frágil que permite advertir que está atado con un hilo demasiado delgado. Las imágenes que se disparan en los entrenamientos de Boca marcan el pulso de lo que se respira internamente. El silencio de los futbolistas tras las prácticas, justo después de las declaraciones de los referentes del plantel en los últimos días, forman parte del escenario y permiten entender un contexto al que ya no le cabe ni un sólo alfiler más.

Tampoco lo ayudan las lesiones, porque ayer se conoció la gravedad de la dolencia de Rolando Schiavi y un nuevo golpe recibió el campeón. El parte oficial de Boca habla de una distensión grado uno en la rodilla derecha. Es por eso que ayer no estuvo en el campo con el resto de sus compañeros y fue sometido a trabajos kinésicos. No fueron confirmados los plazos, pero se estima que estará 15 días al margen de las canchas.

Esta noticia tampoco favorece el ánimo y el panorama para el entrenador Julio Falcioni. Es que pierde a un hombre clave de la defensa y se quedará afuera de las próximas dos fechas del Clausura (frente a Newell’s no iba a jugar por acumulación de tarjetas amarillas), y tampoco podrá estar el miércoles 29, por la Copa Argentina, cuando Boca se enfrente con Central Córdoba, en San Juan. La intención del cuerpo técnico es que haga una buena recuperación y que regrese el 7 de marzo, cuando el conjunto xeneize reciba a Fluminense, por la Libertadores.

Son varios los motivos que tiene el entrenador para estar preocupado, porque tampoco tendrá a Facundo Roncaglia (suspendido), lo que lo obligará a acomodar algunas piezas de su defensa, uno de los bastiones que le permiten sostener el invicto de 33 partidos. Es verdad que recuperará a Clemente Rodríguez para el andarivel izquierdo, aunque la ausencia de Schiavi es importante en su estructura.

Sin embargo, los gestos del DT marcan un poco más que una tensión por ausencias o lesiones. Las charlas con los futbolistas en los momentos de descanso durante una práctica se han vuelto menos frecuentes en los últimos ensayos. Ayer se lo vio sólo charlar un Nicolás Blandi. Después, se advirtió una actitud un tanto... curiosa. Es que mientras sus jugadores estiraban sus músculos después de la práctica, Falcioni se dedicó a sacar unos ganchos que sostenían la soga que dibujaba la cancha donde sus muchachos realizaron un trabajo de precisión. Y cuando terminó esa tarea, comenzó a juntar los balones que estaban desparramados por el campo. Con una distancia y una frialdad que, quizá, marquen el clima que vive el plantel.

Cada día se potencia la idea que todo está atado a los resultados que se consigan en el torneo, la Copa Argentina y la Libertadores. Aunque todo está tan endeble que nadie sabe qué puede suceder.

La calma de Clemente
Clemente Rodríguez habló en Fox: "Con el técnico no hay ningún problema. ¿Cómo va a dirigir si no hay buena relación?"