Gimnasia reaccionó, le ganó a Tigre 3-1 y lo complicó con el descenso
En La Plata, el Lobo se impuso con autoridad y respira en la tabla por la permanencia
LA PLATA.- "Contra Tigre será la final del mundo", dijo Pedro Troglio antes del choque. Y así jugó Gimnasia . Concentrado y con el sacrificio como premisa fundamental. El equipo de Fabián Alegre , en cambio, se relajó tras la apertura del marcador y pagó las consecuencias.
El 3-1 par el local dejó plantados dos escenarios bien diferentes. El Lobo llegó a quince puntos, se acomodó en el torneo Final y quedó cerca de asegurar su permanencia en primera división. Para el conjunto de Victoria, todas son pálidas: no levanta en el campeonato y su promedio está cada vez más flaco (aún dos unidades por fuera de la zona de descenso).
Los primeros 25 minutos de Tigre fueron realmente buenos. Sus dos líneas de cuatro lucieron firmes, las traslaciones defensa-ataque eran veloces y los dos delanteros inquietaban a un Gimnasia que parecía dormido. Al comienzo del partido avisó Ariel Nahuelpán con un remate potente que se fue medio metro por arriba del travesaño y, cuando promediaba el capítulo inicial, el visitante elaboró su mejor jugada de la tarde: luego de una serie de pases, Sergio Araujo abrió a la derecha para Gastón Díaz, el lateral mandó el centro al corazón del área y el propio atacante definió de zurda para vulnerar a Fernando Monetti .
El Lobo seguía desaparecido. Impreciso en los pases y sin peso en ofensiva, la reacción era apenas una quimera. Hasta que apareció Osvaldo Barsottini . El central aprovechó un gran tiro de esquina de Javier Mendoza y, de cabeza, fusiló a Javier García . Esa acción modificó -para siempre- el rumbo: Gimnasia resurgió; Tigre se desmoronó.
De ahí en adelante fue todo para el local. Antes del descanso, Franco Mussis , con otro cabezazo, adelantó al Tripero. El mediocampista albiazul apareció por el segundo palo y conectó tras el córner de Álvaro Fernández y la peinada de Barsottini, la figura (firme atrás, determinante adelante).
El segundo tiempo sirvió para que Gimnasia recuperase la confianza luego de la goleada ante Vélez, y para que Tigre sumara preocupaciones. Un error de Facundo Sánchez derivó en el 3-1 (exquisita definición de Lucas Licht ) y la expulsión de Marcos Gelabert sentenció la historia.
Uno fue de menor a mayor, desbordó entrega y aprovechó su eficacia. El otro se relajó y pagó.
El tanto de Araujo para Tigre
El gol de Barsottini
La conquista de Mussis
El festejo de Licht
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