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Mientras los equipos prolongan su pretemporada, los dirigentes construyen reuniones y más reuniones y el calendario del fútbol vernáculo aún es solo un difuso borrador, al menos hay una certeza en torno a la selección nacional: el jueves 23 de marzo volverá a presentarse por las eliminatorias para Rusia 2018 cuando reciba a Chile en el Monumental a partir de las 20.30. La doble fecha FIFA se completará con la visita a Bolivia, prevista para el martes 28 de marzo sobre los 3600 metros sobre el nivel del mar en el que se encuentra el estadio Hernando Siles, en La Paz.
En este contexto, al técnico Edgardo Bauza le siguen llegando buenas nuevas desde Europa pero también desde este lado del Atlántico. Porque, lejos de las luces del fútbol europeo, ese que lo tuvo de visita pocos días atrás, Lucas Pratto sigue haciendo ruido. La gran apuesta que hizo el entrenador para romper la monocromía que venía gobernando en el ataque argentino hasta su llegada, tardó el sábado sólo nueve minutos en convertir en su debut con la camiseta de ese gigante brasileño llamado San Pablo.
“La ida de Pratto es un dolor en el pecho para nosotros, pero la cifra es muy importante, es la segunda mayor venta en la historia del club, y no podíamos negarnos”, dijo a comienzos de febrero Daniel Nepomuceno, presidente de Atlético Mineiro, al sintetizar la impotencia de su club frente a la transferencia de un goleador de raza que a los 28 años está dispuesto a surfear la ola más alta de su carrera.
Llegó el centro desde la derecha y Pratto se elevó entre dos defensores de Mirassol para estampar el cabezazo goleador. Fue el 1-0 de un encuentro correspondiente al torneo Paulista que terminaría igualado 2-2.
El primer gol de Pratto el San Pablo

Bauza habló del “morbo” que significa el caso Icardi, pero al mismo tiempo insistió en que el delantero del Inter está por debajo de Gonzalo Higuaín y de Pratto en su consideración. Lo dijo mientras disfrutó la final del ATP de Buenos Aires que ganó el ucraniano Alexandr Dolgopolov. Y si bien el Patón sabe que el nivel europeo tiene la vara más alta, también argumentó: “No quiero traer a jugadores de Europa para que no vayan ni al banco en uno de los partidos".
En un fin de semana en el que volvió a jugar noventa minutos y en buen nivel Sergio Romero en el Manchester United, los delanteros del seleccionado le endulzaron una vez más el panorama a Bauza. Y más allá de Lionel Messi (autor de los dos goles en el agónico triunfo ante el Leganés y, pese a ello, enojado por los silbidos a un Barcelona insulso y malherido tras la paliza que le dio el PSG en la Champions), la fórmula de la Juventus volvió a entregar un fuerte mensaje.
Porque no es sólo la capacidad goleadora de Gonzalo Higuaín la que se repite sino el tándem con Paulo Dybala, quien arranca desde unos metros más atrás que Pipita, y a veces lo asiste y otras, como en el 4-1 del viernes sobre Palermo, define tras una cesión (un taco excelso, en este caso) de Higuaín. Fueron dos de Dybala y uno de Higuaín, que sigue codo a codo con el bosnio Edin Dzeco de la Roma en lo más alto de la tabla de goleadores del Calcio, ambos con 19 conquistas.
Los goles de Higuaín y Dybala ante Palermo

Dzeco tendrá un duelo especial el próximo domingo cuando visite al Inter: enfrente lo tendrá a Mauro Icardi, que lleva 15 tantos en esta Liga italiana y regresará luego de las dos fechas de suspensión que debió cumplir por su expulsión en el final del clásico ante Juventus.
Lo cierto es que cuando sean las 20.30 del jueves 23 de marzo ni Bauza en particular ni el seleccionado en general podrán vivir de estas buenas señales de hoy. Higuaín, Pratto, Dybala y compañía deberán refrendarlas, como sucede siempre en la selección. Vencer y convencer. De eso se trata, después de todo.



