Jordania denuncia que la selección femenina de Irán utilizó a un hombre como arquera

Un nuevo capítulo de historias inverosímiles sucede por estas horas en Asia, donde el seleccionado femenino de Jordania acusó a su par de Irán de haber utilizado como arquera... a un hombre.

El hecho sucedió el 25 de septiembre pasado, cuando Irán se clasificó a la primera Copa de Asia femenina de 2022 al vencer por penales a Jordania por 4 a 2. La heroína de la definición fue precisamente la persona señalada, Zohreh Koudaei, que desvió dos remates.

Poco más de un mes más tarde, el presidente de la Federación jordana, el príncipe Ali Ben Al-Hussein, publicó en Twitter una carta con fecha de 5 de noviembre en la que reclama “comprobar el sexo” de la jugadora. “Request gender notification”, plantea el escrito, en inglés.

“Entendemos que la verificación de género no es obligatoria para las jugadores participantes, sin embargo, el artículo se reserva el derecho de que la Confederación Asiática (AFC) investigue y tome las medidas apropiadas si hay dudas sobre la elegibilidad de un jugador participante”, señala el escrito publicado por el ex vicepresidente de la FIFA.

Sin embargo, en el documento afirman que existe “evidencia presentada” que sostiene el reclamo, razón por la cual se pide una “investigación transparente y clara por parte de un panel de expertos médicos independientes”, cuyo trabajo será determinar el sexo de la jugadora.

El escrito de la Federación de Jordania hace hincapié en que la selección femenina de Irán “tiene antecedentes de género y doping”.

La única iraní que habló con la prensa de esta situación insólita fue la entrenadora del seleccionado iraní, Maryam Irandoust, quien calificó las acusaciones como “pretextos falsos para no aceptar la derrota” y se mostró dispuesta a suministrar todo documento requerido por la AFC. “El personal médico examinó escrupulosamente a cada jugadora del equipo nacional para comprobar las hormonas y evitar cualquier problema”, declaró el domingo al medio deportivo Varzesh3.

Los antecedentes a los que hacen referencia desde Jordania se refieren a lo ocurrido en 2014, cuando se descubrió en unas pruebas de género que cuatro jugadoras del combinado femenino de fútbol sala de Irán eran hombres, y que estaban atravesando todo el proceso hormonal para cambiar de sexo, pero que todavía no lo habían completado.

La clasificación a la Copa de Asia femenina, que se disputará en India del 20 de enero al 6 de febrero de 2022, es un hito para el fútbol iraní, que con ese logro mantiene viva la esperanza de clasificarse a la Copa Mundial Femenina de 2023, a realizarse en Australia y Nueva Zelanda.