Madrid: la capital argentina en Europa ya se hace mil preguntas por el River-Boca que se le viene

MADRID.- Con más de 90.000 residentes, la comunidad de Madrid es sin duda la capital argentina en Europa. A ella y a su cuidadoso esquema de seguridad y convivencia le tocará la prueba de albergar, el próximo día 9, la final del superclásico entre River y Boca de la Copa Libertadores y evitar que se repitan, aunque sea en mínima escala, los violentos choques que obligaron a cancelarla días atrás en Buenos Aires.

"¿Hay algún esquema en la Argentina que impida que los cabecillas más violentos de las hinchadas de River y Boca viajen a Madrid para el encuentro?". Ésa fue la pregunta con que el informativo local de la cadena Ser, una de las emisoras más escuchadas, abrió su segmento sobre la posibilidad firme de que el encuentro se dispute en el estadio Santiago Bernabéu.

La duda quedó sin respuesta. Al menos, en los primeros minutos de andadura de la noticia.

Numerosos hinchas

Pero el temor se hizo patente, sobre la estela de los incidentes del pasado sábado, ampliamente difundidos en esta ciudad. Madrid es hogar no sólo de decenas de miles de argentinos, sino también de las peñas más poderosas de ambos equipos fuera del país.

A puro pulmón, las hinchadas de River y de Boca tienen su propia organización, más o menos estable, en esta ciudad. También en Barcelona, la patria de Lionel Messi y sede, también, de fuertes peñas de hinchas. "Es una forma de sentirse en casa", dijo días atrás Leonardo Ponzella, uno de los organizadores de la peña de Boca en la ciudad.

Del otro lado, la peña de River compite con un escenario propio en la ciudad, al estilo de lo que tienen el Real Madrid o el Atlético. "Ellos ya tienen su lugar de celebración en la fuente de la Cibeles y en la fuente de Neptuno", explicó Fabio Vide, uno de los promotores de la organización. "Nosotros no somos menos y hemos elegido al monumento del Oso y el Madroño como nuestro rincón ciudadano para celebrar", dijo, en referencia al famoso conjunto que preside nada menos que la Puerta del Sol, el epicentro de la ciudad.

Las dos hinchadas motorizaron cientos de fans el pasado sábado. En ambos casos, los esfuerzos apuntaron a mantener el rito dentro de la serenidad y el orden que caracteriza el seguimiento de las grandes finales deportivas en Madrid.

Romper la grieta

"Adversarios, no enemigos", es el lema con el que la Embajada argentina en Madrid, que lidera Ramón Puerta, organiza a menudo celebraciones para reunir a fans de equipos con fuerte cultura de rivalidad.

"Es una forma más de romper la grieta", dijo más de una vez el diplomático. Lo cierto es que ahora, esta ciudad donde los argentinos se sienten como en casa, afronta el desafío de ser sede de la conflictiva final.

La estimación de la embajada es que hay en esta ciudad cerca de 90.000 argentinos. Eso representa la cuarta parte de los 350.000 que, se estima aquí, residen en toda España. Un cálculo que es siempre esquivo puesto que muchos de ellos tienen doble ciudadanía y el cómputo se hace complejo.

Pero se nos ve, se nos oye y hasta se nos "huele", con la proliferación de restaurantes argentinos, e incluso, la lenta conquista que hace el dulce de leche entre los postres de carta habitual en los restaurantes con cocina de otras latitudes.

Hay media docena de vuelos diarios entre Madrid y Buenos Aires y, casi siempre, van con buena parte de su pasaje vendido. El cruce de una orilla a otra se hace por un precio promedio de 800 euros, aunque la demanda puede empujarlos muy por arriba.

¿A cuánto llegarán en estos días? Ésa era otra de las preguntas aunque la más repetida en los primeros minutos de la noticia fue la otra, la que indaga sobre las cabezas de hinchada y su eventual presencia en esta ciudad.