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ESPERANZA, Santa Fe.- La pequeña ciudad, primera colonia agrícola organizada del país, con 36.000 habitantes, tuvo ayer una siesta diferente: Matías Donnet, el volante de Boca que fue protagonista en la consagración en Japón, ante Milan, volvió a su pueblo natal como un verdadero héroe. Al menos unas 9000 personas acompañaron el paseo triunfal de este muchacho que sobresale por su humildad, y que recibió el afecto de todo un pueblo que dejó de lado los sentimientos por una camiseta y salió a la calle para saludarlo. "Gracias por meternos en el mundo a los esperancinos", fue el primer gesto que tuvo Matías en la figura de Rafael De Pace, el intendente.
Donnet, de 22 años, arribó a sus pagos a las 14; primero, se puso la camiseta de Juventud Unida (tiene los colores de Milan, casualmente), el club en el que jugó hasta los 15 años, antes de un período de prueba en Rosario Central, para luego hacer las inferiores en Unión, de Santa Fe; más tarde llegaría la locura, todo el reconocimiento: se subió a un camión autoelevador y recorrió casi dos kilómetros con una caravana de siete cuadras de autos, motos y bicicletas, que avanzó lentamente por la avenida Los Colonizadores. Más tarde pasó frente a la Escuela San Martín -donde cursó el primario-, por la plaza central y terminó en la Municipalidad. Allí, lo esperaban papá Hugo (es productor asesor de seguros), mamá Betty y su novia Cecilia, con un abrazo emotivo y en medio de aplausos.
"No lo puedo creer. Sinceramente, no lo esperaba. Es muy emocionante todo ésto", alcanzó a decir Matías, con los ojos brillosos. Cerca de él, se acomodaron sus hermanos Sergio (26), Francisco (23), Ezequiel (21) y Camila (17), con la filmadora en la mano. Algo más tranquilo, aunque sin disimular el cansancio de los últimos días -"anoche dormí tres horas"-, dialogó con LA NACION.
-¿Qué pensaste después de hacer el gol del empate ante Milan?
-Cuando iba corriendo, me imaginé cómo estarían festejando en Esperanza. Y cuando fui a patear el penal pensé en mis viejos y en mi familia, que me dieron la oportunidad de estar ahí.
-¿Cuál es el secreto de Boca?
-Jugar con tranquilidad y mucha confianza. Nunca perdimos el orden, ni cuando estábamos abajo en el marcador.
-¿Creés que podrás repetir un año similar con Boca ?
-Ha sido un año importante, que seguramente puede marcar un punto muy elevado en lo deportivo. Salir campeón del mundo con Boca no se da todos los años. Después de esto, lo más alto que hay es salir campeón mundial con la selección.
-¿Ese será tu nuevo objetivo?
-A mí, sinceramente, jugar en la selección no me desespera. Sé que si logro un buen nivel en mi equipo, tendré alguna chance de estar.
-¿Te resignás porque ningún jugador de Boca está en el equipo titular de Bielsa?
-Esa pregunta es para el DT. El sabrá por qué elige a los jugadores.
-Esta consagración con Boca puede reabrir la puerta para volver a Europa...
-Cuando un equipo llega a esta instancia, sus jugadores son observados por los empresarios. Pero estoy cómodo en Boca y quiero seguir ahí. Todavía se pueden ganar más cosas.
-¿Tomaste conciencia de todo lo que sucedió el domingo?
-Me va a llevar algunos días más. Este es el triunfo de un plantel que siempre supo lo que quería, y de un técnico (Bianchi) que se distingue por su personalidad, y el trato y la forma como le llega al jugador.
Más tarde, Donnet cerró la puerta de su casa y comenzó a disfrutar de su intimidad, en un día que recordará por toda su vida.


