Luan y Arthur, una exquisita sociedad con destino europeo

Renato Gaúcho reclamará nuevamente la estatua. Tendrán que hacérsela: se convirtió en el primer brasileño de la historia en ganar la Copa Libertadores como jugador y entrenador. De 1983 a 2017, siempre con su adorado Gremio. En la cancha tuvo cómplices para trepar al Olimpo, también talentosos y desfachatados. Como era él como delantero. Luan y Arthur atraparon los reflectores y los elogios. Decisivos, determinantes, cerebrales y electrizantes. Campeones con urgente destino europeo.

El jugador más valioso de Gremio en toda la Copa Libertadores fue Luan. Cuando estuvo ausente por una lesión, Gremio perdió propulsión. Pero regresó a tiempo, para las semifinales con Barcelona de Guayaquil y desde entonces guió a los gauchos al título. En agosto quisieron llevárselo Valencia y Spartak de Moscú, pero Luan era imprescindible para soñar con la Libertadores. Les dijo que no a ambos. Hoy con 24 años, el mejor futbolista del Brasileirao de los últimos años apostó por quedarse y no se equivocó. Liverpool lo sigue de cerca.

Crack, el golazo de anoche lo describe y califica a Luan, campeón olímpico en Río 2016 junto con Neymar, Douglas Costa y Gabriel Jesús. Entre amagues y apiladas se filtró en el área y eligió el recurso más exquisito para definir. Puede ser un delantero con panorama de enganche o un enganche con olfato goleador. Algo así como un Riquelme con apetito asesino. Tiene pausa, gambeta y define magistralmente. Su gol resultó un fabuloso resumen. Terminó con 8 festejos en 11 partidos, apenas un grito detrás de Pepe Sand, el máximo anotador de la Copa. Anoche la Conmebol lo distinguió como el MVP de la Libertadores.

Arthur tiene 21 años. Fue una pesadilla mientras jugó. Después de un primer tiempo para enmarcar, salió golpeado a los seis minutos de la segunda etapa y, ya en el banco de suplentes, rompió en llanto. Dolor y emoción. Anoche la Conmebol lo escogió como el valor más destacado de la final, y en algunos días más también será premiado como la revelación del Brasileirão. Un volante mixto, con anticipo y distribución. Dinámico y elegante. Tite ya lo ha citado para la selección, mientras las comparaciones le asignan algún parentesco futbolístico con Xavi. El mes pasado renovó su contrato hasta 2021, pero todos saben que no permanecerá tres años más en Porto Alegre. La cláusula de rescisión de 50 millones de euros no sería una barrera infranqueable para Barcelona, que anoche lo observó en la cancha de Lanús con los ojos de Robert Fernández, el secretario técnico culé. Luan y Arthur, socios de fantasía para un campeón voraz.