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Sandra Rossi, la especialista en neurociencia del plantel de River, propuso una de las habituales charlas internas entre todo el equipo en la previa del debut en la Copa Libertadores, el 15 del mes pasado. ¿El objetivo? Evaluar el estado de la comunicación y del diálogo intramuros del grupo en la antesala del estreno en el objetivo prioritario del año. Ocurrió antes de aquel triunfo envasado en autoridad frente al Deportivo Independiente de Medellín, por 3 a 1 en Colombia. Y lo que pretendía ser un ejercicio más para potenciar la salud del grupo, se terminó convirtiendo en la cabecera de playa para el marcado salto de calidad que experimentó el juego de Gonzalo Martínez , figura en los últimos tres partidos de River en el campeonato local. ¿Casualidad o causalidad? Depende del gusto del consumidor.
Ahora bien, ¿qué fue lo que ocurrió para que el Pity se haya vuelto un futbolista clave para River después de encarnar durante largo tiempo al jugador de la grieta? A nadie escapa que el zurdo, de 23 años, divide a los hinchas entre sus detractores y entre quienes confían en sus condiciones tanto como Marcelo Gallardo, el técnico que lo sostuvo incluso cuando los murmullos dolientes de las plateas San Martín y Belgrano perturbaban al ex jugador de Huracán. El ejercicio propuesto por Rossi, la mujer que forma parte del cuerpo técnico del Muñeco desde que éste asumió a mediados de 2014, derivó en un impensado y súbito apoyo del plantel para el jugador que viene de destacarse por sobre el resto en las victorias ante Lanús, Belgrano y Godoy Cruz, en Mendoza.
En el arranque de la charla grupal, y consciente de que Martínez era víctima frecuente de la impaciencia de un sector de los hinchas de River, Ignacio Fernández dio el puntapié inicial para respaldarlo. Palabras más, palabras menos, Nacho expresó: "Quiero agradecerle a Gonzalo porque cuando las cosas no nos salen, él pide siempre la pelota y se come las puteadas de la gente. Por eso quiero agradecerle lo que hace para el equipo y decirle que su aporte es muy importante".
Es importante que el Pity esté jugando en ese nivel porque el equipo lo necesita. Todo esto le viene muy bien para seguir tomando confianza
Lejos de ser planeada de manera grupal, la postura de Fernández tuvo el efecto sorpresa de la espontaneidad. Y terminó obrando como un efecto boomerang, una ola de apoyo para el Pity: fueron varios los futbolistas que levantaron la voz para apuntalar a Martínez y para reconocer su personalidad para pedir siempre la pelota, aun cuando las cosas no le salían como él esperaba. Por caso, el capitán del equipo, Leonardo Ponzio, y Jonatan Maidana, el histórico del plantel. Dijo Ponzio: "Le quiero pedir disculpas al Pity porque a veces se equivoca, pero siempre intentando lo mejor para el equipo. A veces lo puteo y no lo voy a hacer más. Tenemos que apoyarnos entre todos". Y Maidana se expresó en la misma dirección mirando a los ojos al dueño de la camiseta número 10, emblemática si las hay: "Te voy a bancar más y no te voy a putear cuando las cosas no te salgan".
Entre sorprendido y emocionado por los gestos de respaldo de sus compañeros, el Pity les agradeció a todos y a los pocos días puso manos a la obra dentro de la cancha. El 15 de marzo, en el Atanasio Girardot, no fue el mejor como en los partidos siguientes, pero sí comenzó a mostrar una levantada en su juego, casi en consonancia con el repunte que exhibió River en su rendimiento luego de empatar sin goles como local ante Unión, de Santa Fe, y con un rendimiento de equipo no satisfactorio. En un campo de juego incómodo por la lluvia, Martínez echó mano a su habilidad en Medellín para generar acciones de peligro y participar de las jugadas del segundo y del tercer gol al tirar los centros que derivaron en los festejos de Sebastián Driussi y de Lucas Martínez Quarta, respectivamente.
Pero su despegue definitivo comenzó a tomar forma seis días después, por el Torneo de Primera División, en la cancha de Lanús, donde resultó desequilibrante para que River remontara una desventaja y se quedara con los tres puntos con un 3 a 1. Volvió a ser decisivo en el Monumental, en el 2 a 1 ante Belgrano (anotó el gol de la victoria), y también en el triunfo por el mismo marcador frente a Godoy Cruz, el último domingo en Mendoza, al servirle las asistencias a los goleadores, Lucas Alario y Rodrigo Mora.
"Es importante que el Pity esté jugando en ese nivel porque el equipo lo necesita. Todo esto le viene muy bien para seguir tomando confianza", afirma Gallardo, quien desde el partido ante Lanús lo viene poniendo sobre el costado derecho del mediocampo, casi como un atacante más.
Hasta Norberto Alonso, uno de los máximos ídolos de la historia de River, considera que la levantada en el juego del Pity resultó clave para el renacer futbolístico del equipo. "Me gusta cómo está jugando River. Encontró la fórmula. Muchos jugadores empezaron a levantar, sobre todo el Pity Martínez. Ojalá que siga jugando así porque demostró que es muy importante", sostuvo el Beto en diálogo con la nacion.
El quiebre para Martínez se produjo luego de aquella propuesta de Sandra Rossi que recibió el visto bueno de Gallardo, quien jamás pensó que ese ejercicio podía llegar a derivar en este efecto colateral tan auspicioso para River.

