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El paso de Pablo Pérez por Boca dejó muchos recuerdos: algunos son goles, otros asistencias, y el resto, inconductas que derivaban en una sanción disciplinaria. La más común era la tarjeta amarilla, aunque tampoco faltó la cartulina roja.
El ahora jugador de Newell's Old Boys explicó en una entrevista con el programa 90 Minutos de Fútbol a qué se debían tantas reprimendas por parte de los jueces, y lo atribuyó a la falta de experiencia: "Cuando se empezaron a ir los grandes referentes como Orión y el "Cata" Díaz, me empezaron a caer bastantes responsabilidades. Me costó manejar esas situaciones. Llevaba la vida personal a la cancha". Y agregó: "Me superaban situaciones o realidades que para mí no eran normales. Me caían presiones a las que no estaba acostumbrado. Recién empezaba a ser referente de un club grande. Manejar el plantel no era fácil".
Al mismo tiempo, no intentó justificarse y admitió su responsabilidad en el tema: "A veces me pasaba de rosca. Ahora estoy más tranquilo, pero era muy pesado dentro de la cancha. Cuando los cansás a los árbitros por cualquier falta tonta te amonestan". Finalmente, reflexionó sobre lo que significa vestir la camiseta azul y oro: "Jugar en Boca no es nada fácil. Y las presiones por no salir campeón no las pude controlar".
Pablo Pérez, de 34 años, jugó en Boca entre 2015 y 2018, donde logró cuatro títulos: tres campeonatos locales (2015, 2016/2017 y 2017/2018) y una Copa Argentina (2015). También fue finalista de la Copa Libertadores de América en 2018.