Llegó Jorge Messi a Barcelona: el "veo difícil que Leo se quede" y la reunión con Bartomeu "a todo o nada" que puede marcar el final

En busca de alcanzar un acuerdo que permita una salida prolija de su hijo del club Barcelona, Jorge, el padre de Lionel Messi, llegó este miércoles por la mañana al aeropuerto El Prat, en Cataluña. El avión aterrizó en el aeropuerto a las 7.40 (hora española). "Veo difícil que Leo se quede", dijo a su arribo, con relación a la continuidad del jugador, disparando un preciso dardo a las ilusiones de Barcelona en un día clave. Con relación a si la llegada a Manchester City es una buena opción, mencionó: "No sé, no hay nada todavía". Asimismo, ante la pregunta, dijo que no había hablado con Pep Guardiola, DT del club inglés.

Día clave: salida amistosa (Messi) vs. propuesta de renovación (Bartomeu)

Ocho días después de que Messi pateara la puerta con la carta documento en la que le avisaba a Barcelona de que iba a hacer uso de la cláusula contractual que le permitiría irse ya mismo, este miércoles se abre la mesa de negociación entre los intereses opuestos del N° 10 y del club. Mientras Messi suma ausencias a los entrenamientos de pretemporada, la reunión medirá hasta qué punto pueden acercase dos posturas extremas. Del lado del rosarino se anuncia una predisposición al consenso, no hay ánimo de romper las relaciones ni de agravar el litigio, siempre que la salida del laberinto lo conduzca a cerrar su largo ciclo en Barcelona para buscar nuevos rumbos, que todas las especulaciones ubican en Manchester City.

Está previsto que en las próximas horas Jorge Messi se encuentre con el presidente de Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y la directiva del club catalán, para negociar la finalización del contrato entre el astro argentino y la entidad blaugrana. La prensa española habla de un cónclave "a todo o nada". "Las posiciones de ambas partes siguen muy distantes. Del encuentro entre Jorge Messi y el presidente del FC Barcelona se espera que se ponga sobre la mesa lo que ya es conocido: Messi quiere un acuerdo para desvincularse del Barça de forma amistosa y el club barcelonista remite a la cláusula de rescisión", señala Mundo Deportivo. Pero Marca va más allá: "Es a todo o nada, y con Bartomeu ofreciendo la renovación del contrato de Messi hasta 2022".

La relación entre Messi y Barcelona atraviesa un momento de fuerte tensión, tras la decisión del argentino de comunicarle al club su decisión de no continuar en la entidad, tras más de 20 años de trayectoria. En rebeldía, el rosarino no se presentó a las pruebas PCR que se realizaron el domingo para todos los jugadores del plantel profesional, ni tampoco a los primeros entrenamientos a las órdenes del nuevo entrenador, el holandés Ronald Koeman.

Ayer, tras la segunda práctica del club culé, se realizó una nueva reunión entre Messi y el uruguayo Luis Suárez, que no va a ser tenido en cuenta por Koeman, en la casa del rosarino. A pesar de que el entrenador holandés ya le comunicó que no formará parte del nuevo proyecto deportivo, el delantero uruguayo continúa asistiendo a las prácticas, que se retomaron el lunes por la tarde. Luego del entrenamiento, y tras 20 minutos de trayecto en su camioneta, situación captada por las cámaras de la televisión española, Suárez llegó a la casa de Messi, quien se mantiene recluido con su familia sin brindar declaraciones, a la espera de una resolución. Esta cumbre fue uno de los distintos movimientos que ambos jugadores vienen realizando en estos días.

Mientras tanto, Barcelona volvió a entrenar por segundo día consecutivo sin su capitán, mientras todas las miradas están puestas en la inminente llegada del padre y representante del astro, Jorge Messi, que viajó desde Rosario para la reunión que mantendrá con la directiva blaugrana para negociar su futuro.

Desde que Messi comunicó por burofax su intención de abandonar Barcelona adhiriéndose a la cláusula que le permitiría salir gratis, hace exactamente una semana, Jorge Messi y Bartomeu mantuvieron contactos telefónicos en los que defendieron sus posiciones encontradas, a la espera de una reunión cara a cara con la esperanza de un acercamiento.